Los audios de Marbella: el marido de la alcaldesa recibió un chivatazo y avisó a su hijo de que tenía el teléfono pinchado

En el capítulo de los posibles delitos que quedaron sin investigar a por la Audiencia Nacional a la familia de Ángeles Muñoz destaca el chivatazo que el marido de la alcaldesa de Marbella y su hijastro recibieron acerca de que estaban siendo investigados por pertenecer presuntamente a una organización criminal dedicada al narcotráfico. Tras informar en exclusiva de ello el pasado noviembre, elDiario.es ha accedido al audio de esa conversación en sueco: “Escucha, escucha, el que estás sujetando [el teléfono] está intervenido”.

Era 28 de octubre de 2019 y habían pasado seis meses desde que el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional abriera una causa contra una delegación de la mafia sueca a partir de una comisión rogatoria cursada por las autoridades de ese país del norte de Europa.

En ese momento, la Audiencia Nacional, la Fiscalía Antidroga y la Policía consideraban a Joakim Broberg, hijastro de Muñoz, cabecilla de una delegación de la Mocro Mafia sueca en la Costa del Sol. Creían que, además de participar en traslados de cannabis desde Marruecos al norte de Europa, habían puesto sus sociedades al servicio del blanqueo de las ganancias del narcotráfico.

El padre de Joakim, Lars –Lasse para familia y amigos–, era un exitoso promotor inmobiliario que llegó a la Costa del Sol en los años 80 del siglo pasado. De aquella época le constan detenciones por infracción de la ley de extranjería y falsificación de matrículas. Lars Broberg falleció el pasado marzo, con la causa archivada contra él por su delicado estado de salud y después de haber sido procesado por organización criminal y blanqueo. Ángeles Muñoz recurría a la prosperidad en los negocios de su marido, con el que estuvo casada 30 años, para explicar su alto nivel de vida. El patrimonio de la regidora, que estaba casada en régimen de separación de bienes, asciende al menos a 12 millones de euros, según reveló elDiario.es.

En la conversación intervenida por orden judicial, Joakim Broberg asegura que ya sabe que su número de teléfono está intervenido. También dice que eso no le preocupa porque tiene otro terminal que “no pueden intervenir”, en probable referencia a su terminal con Encrochat, una empresa francesa que fabricaba teléfonos a salvo de interceptaciones.

Lars Broberg no esperó a ver a su hijo en persona para lanzarle la advertencia ese 28 de octubre de 2019, pese a que ambos quedaban casi todos los días, como recoge el sumario. El tono de la llamada parece de urgencia. Cuando Joakim presume de tener un teléfono a salvo de pinchazos “el padre se despide abruptamente”, según el reflejo de la conversación que aparece en el informe de la UDEF. Toda la conversación se desarrolla en sueco. 

Francia accedió al servidor de Encrochat, con una orden judicial, en junio de 2020, tras conocer que el 90% de los clientes de Encrochat en su país eran narcotraficantes o miembros de otras organizaciones criminales. La colaboración de las autoridades francesas con otros países mantiene abiertas un número incalculable de investigaciones en todo el mundo. En noviembre de 2020 llegaron a la Audiencia Nacional los datos sobre la Mocro Mafia de la Costa del Sol que contenía los servidores de Encrochat. Entre ellos constan las conversaciones de un tal Fat Tony, el alias que utilizaba Joakim Broberg en homenaje al mafioso de la serie ‘Los Simpson’.

Lars Broberg sería detenido el 9 de febrero de 2021 para asistir al registro del local donde comparten sede sus empresas y las de su hijo en un centro comercial y de negocios de Marbella. Su hijo Joakim Broberg fue arrestado tiempo después en Brasil y extraditado para ingresar durante nueve meses en prisión provisional.

El chivatazo consta en el sumario de la Audiencia Nacional sin que los responsables de la investigación hayan dado más explicación que el hecho de que en operaciones tan grandes, más con otros países implicados, es habitual que se produzcan filtraciones cuyo origen es muy difícil de descubrir.

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