La autoridad electoral mexicana decidió hoy destruir la lista del padrón electoral y los votos de los comicios de 2006, que dieron el triunfo al presidente Felipe Calderón, pese a la oposición de los partidos de izquierda.
El Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) decidió por votación unánime de sus siete miembros destruir la papelería generada durante el proceso electoral federal que culminó en los comicios de 2006.
El resguardo del material ha costado al IFE 70 millones de pesos (4,26 millones de euros), a los que se suman 459 millones de pesos (27,8 millones de euros) por la vigilancia de los paquetes por parte de elementos del Ejército y la Marina.
El consejero Marco Antonio Baños descartó los argumentos de la izquierda en el sentido de que las papeletas de las elecciones de 2006 y 2012 sean evidencia de fraudes electorales, por lo que apoyó la destrucción de las mismas.
A su vez, el consejero Lorenzo Córdova Vianello señaló que hasta la fecha no existe ningún recurso vigente que impida la destrucción del material.
Durante la sesión del Consejo General, el representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante el IFE, Camerino Eleazar Márquez, y los delegados del Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento Ciudadano, se manifestaron en contra de la medida.
Los tres partidos conformaron la coalición Movimiento Progresista, cuyo candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador fue derrotado en las elecciones del pasado 1 de julio por el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
López Obrador asegura que Peña ganó mediante la “compra” de millones de votos y el uso de dinero de procedencia ilícita en su campaña. Tampoco aceptó nunca su derrota por menos de un punto porcentual ante Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), en los comicios de 2006.