Las declaraciones en la fase de instrucción del caso de la trama eólica están desvelando cada vez más detalles de un modus operandi que, presuntamente, pone de manifiesto como la Junta de Castilla y León manipuló a su antojo la concesión de parques eólicos.
El director del Ente Regional de Energía (Eren), Ricardo González Mantero, reconoció al fiscal Anticorrupción que los parques eólicos en los que no participaban empresarios locales sufrían un parón hasta que se producía un cambio en el accionariado, y que esta forma de gestionar las autorizaciones era consecuencia de una orden política. Pero González Mantero sólo atribuyó estas instrucciones al entonces viceconsejero de Economía, Rafael Delgado, y no se refirió en ningún momento al exvicepresidente Tomás Villanueva, que declarará en calidad de investigado en octubre.
González Mantero reconoció haber realizado varios viajes a Madrid con el entonces vicepresidente y la viceconsejera. “Íbamos por temas de energías renovables, pero no hablábamos de nada, sólo de eso”. Antes de regresar a Valladolid, recordó, comían con uno de los empresarios que resultó beneficiado en el reparto de parques, el exdirector general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Andrés Martín de Paz, propietario de un hotel en la capital.
El jefe del Servicio de Industria en Burgos, Mariano Muñoz, comentó en su testifical que los parques eólicos habían sufrido un parón y que se le llamó a él y a otros jefes provinciales a una reunión a la que fueron accediendo uno a uno. En ella estaban González Mantero, Rafael Delgado y el funcionario del Eren, Tomás Ciria. Muñoz salió de allí con una lista de parques de Burgos que había que tramitar con rapidez. El documento, sin firma, sin membrete y sin fecha le hizo sospechar hasta el punto de que se lo hizo saber al delegado territorial de la Junta. La posterior instrucción de avocación en Rafael Delgado, que fue quien autorizó la mayoría de los parques, dejó el asunto en suspenso.
El momento más interesante de su declaración surgió cuando se le preguntó por la tramitación de los parques de Ibervento, paralizados durante años hasta que su representante, tras escribir al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y alertarle de un abuso de poder, acabó vendiéndolos. “Cuando pregunté a Rafael Delgado qué pasaba con los parques de Ibervento, me dijo que es que si los autorizaba, siendo una empresa con capital alemán, le iban a cortar el cuello”, aseguró Muñoz.
En el mismo sentido se pronunció el empresario afectado, Javier Mozo, quien explicó que sus parques estuvieron paralizados durante años, y que llegó a asistir a una conferencia de Rafael Delgado para abordarlo y obtener una respuesta. Y se la dio: “Si doy un parque a una empresa con alemanes, me cortan la cabeza”. Mozo acabó vendiendo el parque a la sociedad mixta compuesta por Endesa y el Grupo Collosa, por unos seis millones de euros a pesar de los parques carecían de autorización. Mozo comentó a la juez que los compradores sabían que conseguirían la autorización, de otra forma no habrían pagado esa cantidad.
Para el abogado de Ecologistas en Acción (acusación popular), Emilio Martínez las declaraciones revelaron varios datos interesantes, por un lado que “había una instrucción política” para favorecer a empresarios de Castilla y León, y por otro, que los testigos estaban estableciendo un “cordón sanitario” para evitar mencionar a Villanueva o incluso a superiores. “En algunos casos la juez ha tenido que preguntar varias veces para que los testigos aclarasen que se estaban refiriendo a Villanueva. En derecho penal siempre hay un muerto al que echarle la culpa, y en este caso el muerto es Rafael Delgado”, comentó.
Delgado volverá a declarar a finales de octubre, según adelantaron fuentes del caso a eldiario.es. La defensa de otro imputado, Marc Nadelar, intermediario de las empresas Zarapicos Golf y las del supuesto testaferro de Delgado, Jesús Rodríguez Recio, no pudo acudir a su primera declaración, de manera que la juez ha decidido que lo haga por segunda vez. Su comparecencia será muy cercana a la del exvicepresidente Tomás Villanueva.