La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Ayuso eclipsa el aterrizaje en Valencia de la Convención Nacional del PP

A las 12.30 comenzaban a repicar las campanas del Santuari de Nostra Senyora de Montolivet, situado frente del Palau de les Arts de Valencia que acoge la penúltima jornada de la Convención Nacional del PP. En ese preciso momento se abría la puerta de la furgoneta negra y con lunas tintadas que traía a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al cónclave con el que Pablo Casado quiere relanzar su proyecto ante el próximo ciclo electoral. Ayuso ha llegado la última. Literalmente, ha sido la última persona en acceder al auditorio donde un millar de personas asistía a las intervenciones programadas desde las 10 de la mañana. Una nube de periodistas y cámaras han rodeado a la presidenta madrileña mientras dentro hablaba el ex secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen.

Entre gritos de “¡presidenta, presidenta!”, Ayuso ha pasado de largo ante el set preparado para las declaraciones de los asistentes y donde sí se han detenido, antes que ella, el resto de presidentes autonómicos del partido. Todos han tenido que responder a la prensa sobre la pugna abierta entre Casado y Ayuso, quien ha acaparado todos los focos de la mañana del sábado.

La presidente madrileña llegaba casi directa de su gira por Estados Unidos, que tuvo que acortar precisamente para llegar a tiempo de sentarse junto al resto de presidentes autonómicos del PP en una mesa redonda sobre los gobiernos que lideran. Ayuso llegó incluso a poner en duda su presencia. Su agenda americana le tenía reservada una foto este fin de semana junto al cantante Alejandro Sanz, quien inaugura en el Paseo de la Fama de Hollywood su propia estrella.

El pulso entre Ayuso y Casado por el calendario para renovar la cúpula del PP madrileño, que la dirigente quería adelantar para hacerse ya con el control de la organización, estuvo a punto de romper la cuerda y aguar la fiesta a la dirección nacional del partido, que ha preparado durante semanas una convención que no ha ido como habían previsto por el protagonismo de los invitados estrella y la sombra de la corrupción que ha sobrevolado el evento.

Ayuso finalmente cedió y el asalto lo ha ganado, de momento, Casado. Así lo ha confirmado ella misma en su breve intervención en una mesa redonda con el resto de presidentes autonómicos del PP: “Tengo claro que Madrid es mi salida y es mi meta política. Te quiero dejar claro que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y daré lo mejor para Madrid, porque Madrid es España y necesitamos que seas el presidente del Gobierno”.

Pero la bronca previa, la ausencia de Ayuso durante toda la semana y su extemporánea llegada a Valencia, que ha motivado varios cambios en el programa previsto, no ha hecho más que aumentar el interés periodístico por ella, hasta el punto de que ha acaparado la atención en las intervenciones previas de los principales líderes del PP

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quien amenazó con presentarse en unas primarias contra Ayuso para bloquear su presión a Génova, ha medido mucho sus palabras en su papel de portavoz nacional de la formación. Ayuso, ha dicho, “es uno de los grandes activos” del partido “como ya demostró en las elecciones del 4 de mayo, donde su victoria fue producto de las políticas que supo poner en marcha”. “Todos estamos deseando estar con Ayuso y el resto de presidentes autonómicos”, ha añadido, dejando claro el nivel del escalafón que ocupa la dirigente madrileña.

Tras él comparecía el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien ha dejado una frase digna de Mariano Rajoy: “Es evidente que la mejor política para presidir la Comunidad de Madrid es la que acaba de arrasar en las elecciones autonómicas”. ¿Se refería al Gobierno autonómico o al partido? Solo él lo sabe. El dirigente, que se ha llevado un baño de aplausos de los militantes gallegos que se han desplazado a la capital valenciana, ha zanjado: “Todos los presidentes autonómicos hemos venido aquí para apoyar al presidente de nuestro partido. Nuestro partido es un partido leal, no es un partido de codazos ni es un partido de zancadillas, eso se lo dejamos a otros”.

Mientras Ayuso llegaba al Palau de les Arts, atendía a los medios el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno. “Cualquier proyecto político llega más lejos unido. Unidos somos más fuertes. Este partido está unido. Venimos todos a meter el hombro” y ayudar a Casado, ha dicho. Preguntado por si Ayuso podía eclipsar al presidente del partido, ha concluido: “En absoluto. Pablo es la referencia. Todos contribuimos a un proyecto común con el objetivo de gobernar España”.

El aviso de Egea: “Si tenemos Gobierno sin partido, acabaremos sin partido y sin Gobierno”

Ayuso ha llegado justo a tiempo para el discurso del secretario general del partido, Teodoro García Egea. De hecho, habría llegado tarde si se hubiera mantenido el horario previsto. El PP informó el viernes de que el número dos haría una intervención que no estaba prevista en el programa inicial. Sería a las 12.00, antes de Rasmussen y del coloquio en el que estaba incluida Ayuso. El título de la intervención del dirigente murciano: “Sin partido no hay Gobierno”.

En un largo discurso, Egea ha lanzado un claro mensaje a navegantes: “Si tenemos Gobierno sin partido, acabaremos sin partido y sin Gobierno”. El secretario general ha mencionado de forma individual los logros personales de todos los presidentes autonómicos del PP, pero no de Ayuso, a quien ha citado en tándem con Casado. No ha hecho referencia a su triunfo de 2019 y, cuando ha hablado del de 2021, ha sido para recordar que “aquella noche” del 4 de mayo “salieron a saludar desde el balcón de Génova” Pablo Casado y Ayuso. “Quedó demostrado algo fundamental que no podemos olvidar nunca. Lo que más teme Pedro Sánchez y sus socios es la unión de todos los españoles en torno al PP. Esa es nuestra misión”, ha sostenido.

Con todo, Ayuso se ha llevado varias grandes ovaciones del millar de asistentes al evento. También durante su breve intervención junto al resto de presidentes. Un breve discurso en el que ha dado por zanjada la crisis y ha rendido pleitesía a su líder. “Tengo claro que Madrid es mi salida y es mi meta política”, ha comenzado. Y ha concluido: “Te quiero dejar claro que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y que daré lo mejor para Madrid, porque Madrid es España y necesitamos que seas el presidente del Gobierno”.

Fuentes próximas a Ayuso han asegurado a elDiario.es que la presidenta y su equipo han preparado el discurso a conciencia, para no dejar matices ni aristas a malas interpretaciones. De hecho, Ayuso llevaba escrito su parlamento, medido en cada palabra, y en varias ocasiones ha bajado los ojos para leerlo y no salirse de lo que tenía previsto decir. Las mismas fuentes han rechazado valorar el discurso de García Egea y han apuntado que la presidenta madrileña está pensando en “la persona con la que lleva haciendo política 16 años”, en referencia a Casado. Y que lo demás “no le importa”.

La dirección respira ya tranquila porque, por fin, la convención parece encarrilarse, después de una accidentada semana y los problemas previos. Así lo han asegurado desde el equipo organizador a este medio. Final de esta partida y vía libre para el acto de cierre de la convención: el discurso de Pablo Casado el domingo en la plaza de toros de Valencia.