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Aznar ofrece una conferencia en Guatemala con entradas que cuestan la mitad del salario mínimo del país

Una foto antigua de José María Aznar inunda estos días las calles de Ciudad de Guatemala. En blanco y negro, la imagen capta al expresidente con la sonrisa que lucía en los años 90 y un bigote más poblado que la sombra que luce ahora. Las fotografías pueden verse en marquesinas de autobuses o expositores ubicados en el aeropuerto u otros puntos estratégicos de la capital. Todo por una charla que ofrece este jueves el presidente de honor del PP en el país guatemalteco. Y en la que hay que pasar por caja. Una entrada sin numerar adquirida el día del evento tiene un precio de 1.000 quetzales, casi la mitad del salario mínimo mensual del país (2.000-2.200 quetzales). Traducido a moneda europea, ver a Aznar en Guatemala cuesta la friolera de 115 euros. Las entradas están disponibles en la web Todoticket.

El encuentro está organizado por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA) y cuenta con el patrocinio de Telefónica, además de una interminable lista de empresas locales.

Los Aznar y Guatemala

La relación de Aznar con Guatemala no es nueva. El expresidente español fue invitado personal de Otto Pérez Molina en su toma de posesión en 2012. Nadie se esperaba en esos días de fiesta que Molina acabaría en la cárcel y solicitando del juzgado un ordenador para poder escribir sus memorias desde la celda, en la que espera la celebración de juicio.

Con Pérez Molina en el poder, Guatemala fue elegido por FAES en 2012 como sede de su campus para Centroamérica y Caribe. La reunión fue coordinada por Cayetana Álvarez de Toledo y Aznar se encargó de clausurarla.

En 2013, Otto Pérez Molina viajó a Madrid, donde fue recibido por Rajoy. Durante esa visita, el expresidente encarcelado recibió de manos de Botella la llave de oro de la ciudad de Madrid. La exalcaldesa devolvió la visita en 2015 y pasó cuatro días en Guatemala en viaje oficial del ayuntamiento.

En Guatemala ha recalado, pero para quedarse, Javier Fernández Lasquetty ,uno de los hombres de confianza de Aznar. Quien fuera consejero de Sanidad en Madrid y secretario general de FAES fichó en 2014 como vicerrector por la universidad Francisco Marroquín, un centro universitario donde se imparten las bondades del liberalismo como receta de la mejora económica.

El currículum redactado por FUNDESA para promocionar la conferencia de Aznar hace hincapié en su labor política como privatizador: “Gracias a las liberalizaciones y la competencia (...) se crearon en España casi 5 millones de puestos de trabajo”.

Los empresarios que prestaban su jet

Además de su relación con el presidente caído y encarcelado, Aznar tenía ya un estrecho trato con el empresariado de Guatemala. Se trata de relaciones que no oculta y de las que, en ocasiones, hace gala para sorpresa de periodistas y compañeros de partido.

Es lo que ocurrió en junio de 2008. El PP celebraba en Valencia un Congreso en el que el liderazgo de Rajoy estaba en la cuerda floja, tras perder por segunda vez contra Zapatero en las elecciones generales. Aznar apareció en el aeropuerto de Valencia a bordo de un jet privado. Estuvo muy poco tiempo en los actos del PP, lo justo para criticar a Rajoy y dejar para los archivos el gélido saludo que le dedicó a su llegada. Ese gesto se llevó las portadas del día siguiente pero Aznar dejó ese día otra pregunta en el aire: ¿De quién es ese avión?

El jet, modelo Grugmman, pertenecía a Dionisio Gutiérrez, un empresario guatemalteco considerado el poder en la sombra en ese país. Gutiérrez lidera un emporio alimenticio alrededor de la marca Pollo Campero, con más de 30.000 empleados a sus órdenes. Es además miembro de la Junta Fiduciaria de la Universidad Francisco Marroquín, el centro académico que encontró hueco para Lasquetty en 2014 y que nombró al propio Aznar doctor Honoris Causa en 2006.

La charla que Aznar ofrecerá este jueves se produce en un contexto inédito para Guatemala: con un expresidente y una exvicepresidenta en la cárcel. Sin embargo, el organizador del encuentro, Felipe Bosch sostiene en declaraciones a la prensa del país que Guatemala saldrá fortalecida de esa crisis. Aznar, pese a sus amistades, ha sido el elegido para dar las ideas de cómo hacerlo.