“Hay que decir de nuevo ¡Basta ya! España no puede volver y no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación”. Así se ha referido el expresidente del Gobierno, José María Aznar, a la negociación abierta entre el PSOE y Sumar con Junts y ERC para una hipotética amnistía a los encausados por el procés. Una apelación expresa al llamado 'espíritu de Ermua' que movilizó a toda España contra el secuestro, chantaje y posterior asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, en 1997.
Aznar ha ofrecido un duro discurso durante la inauguración del 'Campus Faes', organizado por la fundación que él mismo preside. “Está en marcha una operación de desmantelamiento de la Constitución, de destrucción de su legitimidad”, ha dicho en el inicio de unas jornadas centradas en los retos provocados por la guerra en Ucrania y que clausurará el viernes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
“El secesionismo motorizado por el Partido Socialista -sea lo que sea ahora este partido- cree haber encontrado su momento, aquel que marca el punto de no retorno hacia la destrucción de la Constitución”, ha dicho Aznar. Las referencias al hipotético final de la ley fundamental han sido continuas en su alocución. Y también las apelaciones al movimiento que a finales del siglo pasado movilizó a la ciudadanía contra el terrorismo etarra: “España acumula energía cívica, institucionalidad y masa crítica nacional para impedir que este proyecto de deconstrucción constitucional, que este proyecto de disolución nacional se consume”.
“No será la primera vez que la fortaleza de la sociedad española se pone a prueba”, ha afirmado. “España no puede volver y no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación. Ni el grotesco y ridículo cantonalismo, ni las políticas del sectarismo, ni la España de vencedores y vencidos”, ha apuntado.
Aznar ha señalado al PSOE directamente: “Debemos tener la idea clara de que el peligro no viene de fuera; está inducido por una fuerza política, el Partido Socialista, que se ha convertido en el desencadenante de un síndrome en el que los que tienen que defender la Constitución desde el Gobierno se convierten en sus principales atacantes”.
El expresidente ha apelado en varias ocasiones a la población: “Nadie, insisto, con sentido de responsabilidad, comprometido con el acuerdo histórico entre españoles puede quedarse al margen de una tarea que nos debe convocar para asegurar el futuro”.
“Unos quieren confirmar nuestra peor historia, confirmar que, efectivamente, en España tarde o temprano termina aflorando el mal de la división y el fracaso”, ha zanjado.
El Gobierno lo acusa de “golpista”
El Gobierno ha replicado con dureza a las palabras del expresidente. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha comparado esas declaraciones con “comportamientos antidemocráticos y golpistas”.
“Estamos hablando del presidente que mintió a los españoles, que utilizó el mayor atentado terrorista a nuestro país; quien hizo todo eso tiene poca credibilidad y sus declaraciones no tienen valor político o moral”, ha dicho preguntada por el tema en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La portavoz del Gobierno ha reclamado a Feijóo que pida a Aznar una rectificación. “Por lo que representa su figura y su ascendencia en el partido, requeriría de una petición inmediata de Feijóo de que la rectificara en aras a los valores democráticos que nos son propios y no se corresponden con comportamientos propios de sistemas antidemocráticos y golpistas”. “¿Qué sería lo siguiente -se ha preguntado- ¿La llamada a un alzamiento?”.
En defensa de Aznar ha salido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha señalado en un mensaje en TWitter: “España no callará ante su inmoralidad”.