El expresidente del Gobierno y exlíder del Partido Popular José María Aznar se ha mostrado este domingo muy crítico con el rey Juan Carlos I por sus recientes regularizaciones fiscales ante Hacienda. La última de ellas, conocida el jueves, supuso un pago al fisco de cuatro millones de euros correspondientes a las deudas tributarias derivadas de los ocho millones de euros que el monarca recibió para vuelos realizados en una compañía de jet privados y que pagó hasta 2018 la fundación Zagatka, propiedad de su primo lejano Álvaro de Orleans.
“La ley está para cumplirla”, ha asegurado Aznar al ser preguntado por el rey emérito durante una entrevista en el programa Lo de Évole de La Sexta, el espacio dirigido y presentado por Jordi Évole. “Con la ley no se puede jugar”, ha añadido el expresidente que ha asegurado que las sociedades “se rompen” y “terminan” cuando se “deslegitiman las instituciones”. “Si el que representa a la institución no cree en la institución, ¿por qué la van a creer los demás? Si no la representa adecuadamente, por qué se va a pedir respeto a los demás?”, se ha preguntado.
Aznar ha querido destacar, además, que Juan Carlos I “Institucionalmente forma parte de uno de los poderes básicos de una nación y de un Estado” que es “la parte política”. Y por ello ha insistido: “Las normas hay que cumplirlas, las leyes hay que respetarlas”.
Preguntado por la actual división de la derecha en tres partidos políticos –PP, Vox y Ciudadanos–, Aznar la ha atribuido inicialmente al “fraccionamiento político general” de la política. No obstante, ha querido lanzar varios dardos a su sucesor al frente del PP, Mariano Rajoy, al que él mismo eligió a dedo en 2004 pero del que se distanció después. “Entre mis tareas históricas estuvo la de unir todo lo que estaba a la derecha de la izquierda. Lo hice. El PP ha sido el partido el más importante de España durante mucho tiempo, de los más influyentes de Europa algunos años y yo, cuando me marché, entregué un partido y un espacio electoral totalmente unido”, ha zanjado.
Preguntado por si la responsabilidad de la desunión actual de las derechas tiene su origen en la gestión de Rajoy, Aznar le ha respondido a Jordi Évole con las siguientes palabras: “Lo que ha pasado después, pregúntele usted a los que vinieron después”.
La marcha de Génova, una simple “mudanza”
Tras recordar que trabajó durante veinte años en la sede nacional del PP de la calle Génova de Madrid, Aznar ha querido restar importancia al hecho de que el actual líder del partido, su ahijado político Pablo Casado, anunciara el pasado 16 de febrero la marcha del histórico edificio para romper con el pasado corrupto de su formación política que se investiga en los tribunales y que atañe, en parte, a su etapa como presidente. “Unos dicen que es una cuestión de intendencia, otros sentimental, otros histórica, yo creo que es una mudanza. Si se quiere cambiar uno de casa, pues se cambia de casa”, ha señalado.
Pese a que en su última confesión ante la Fiscalía Anticorrupción el extesorero del PP Luis Bárcenas detalló prácticas corruptas por parte del partido cuando estaba dirigido por Aznar, incluido el cobro de sobresueldos, el expresidente ha querido desvincularse de esas actuaciones. “Yo no he recibido un sobresueldo nunca”, ha remarcado. También ha dicho que si hubiese conocido que alguien de su equipo los cobraba “evidentemente lo hubiese corregido”. “Yo no he recibido un sobresueldo jamás, nunca”, ha insistido.
Ante la acusación directa de Bárcenas de que Rajoy fue uno de los dirigentes que cobró esos sobresueldos, Aznar ha evitado poner la mano en el fuego de su sucesor en el partido. “Yo pongo la mano en el fuego por mí, los demás que pongan la mano en el fuego donde quieran. Yo digo que eso no lo sabía y estoy convencido que esas personas actuaron de la forma más correcta e íntegra que pudieron hacer”, ha concluido.