Los mejores bachilleres de España han tenido esta semana la oportunidad de hacer sus “primeros pinitos” como alumnos universitarios, en un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que les ha servido para reconocer la importancia de la universidad pública y defenderla sin reparos.
“El hecho de que la universidad pública en España esté tan extendida es un logro, aunque a veces se infravalora”, asegura a Efe Ángel Pérez, un estudiante tinerfeño que, tras terminar el Bachillerato con un 10 de media, aspira a convertirse en médico.
Y su compañera, la murciana Inmaculada Ros -que también se ha decantado por Medicina con su 9,77 de media en Bachillerato-, defiende que en España se “invierta mucho” en Educación, porque cree que es la “base” de cualquier país.
Ángel e Inmaculada son dos de los cien bachilleres de España que esta semana han sido alumnos del Aula Ortega y Gasset, un curso que organiza cada año la UIMP en Santander para orientar a los futuros universitarios del país en su llegada a la Educación Superior.
Los futuros universitarios han recibido clases magistrales de profesores de referencia como la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, o el responsable de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica, Juan Mulet, entre otros.
Ha sido Mulet uno de los que “mas huella” ha dejado en estos estudiantes, porque, como el experto en innovación, creen que el sistema educativo debería adoptar la idea de, en vez de enseñar muchos conocimientos, abordar las aplicaciones que pueden tener esos conocimientos, y así lo expresa, en un encuentro con Efe, el vallisoletano Pablo Lorenzo, quien se prepara para iniciar la carrera de Matemáticas.
“La educación debería estar al alcance de todos”, opina también Ángel Pérez en referencia a los recortes en el apoyo económico a los estudiantes, con los que añade que “se está discriminando a la gente con menos recursos económicos”.
Incluso, Inmaculada asegura que le “entristece” que alumnos con preparación se queden a las puertas de la universidad por falta de recursos.
También los futuros universitarios alzan la voz para reivindicar cambios en el sistema educativo, sobre todo en lo que se refiere a las prácticas y a los idiomas, para incrementarlos, y, el alumno de Tenerife pide, además, eliminar la asignatura de Religión.
Y sobre el sistema educativo, estos “sobresalientes” no creen que durante el Bachillerato se deba “diferenciar” a los alumnos por sus resultados académicos, ya que compartir pupitre con todo tipo con personas fomenta el “compañerismo”. Aunque Inmaculada Ros matiza, en una entrevista con Efe, que sí podría haber clases “avanzadas”.
Sin embargo, estos jóvenes “excelentes” niegan ser “bichos raros”, afirman que su vida es como la de cualquier otro adolescente, pero reconocen que en la UIMP, donde se han reunido los “mejores”, han podido hablar de temas que no tratan con otros compañeros como la política, la cultura o la educación.
“Aquí puedo decir estoy leyendo 'Rayuela' (de Julio Cortázar) y comentarlo con otros alumnos, mientras que en el instituto me dirían que solo lo leerían por obligación”, pone como ejemplo Inmaculada.
En cuanto a su futuro laboral, algunos creen que tendrán que dejar España para progresar, como Alicia Jurado, la sevillana con la nota más alta en Selectividad en esta provincia y que en septiembre comenzará a estudiar Biotecnología. “Cualquier estudiante de ciencias tiene que pensar en irse fuera, por lo menos los primeros años, porque es donde más oportunidades hay”, añade la andaluza.
El aspirante a matemático, Pablo Lorenzo -que logró un 9,82 de media en Bachillerato-, ve también su futuro fuera de España, pero piensa que si esa “riqueza” de conocimiento que sale del país se aprovechara, “no tendríamos crisis”.
Por Daniel Bermejo