La “unidad” del PP frente a la “división” del Gobierno. Es el principal hilo argumental con el que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, aspira a mantenerse al frente de las encuestas para que, cuando lleguen las generales, previstas para finales de 2023 o principios de 2024, la derecha recupere el Gobierno. El balance del curso político que está a punto de acabarse es, según Feijóo, que el partido que hace solo cuatro meses expulsó del cargo a su primer presidente elegido en primarias, Pablo Casado, tras un cisma interno sin precedentes, tiene una mayor “cohesión interna” que el Gobierno de coalición que ha aprobado dos Presupuestos y que, este mismo jueves, presentó los nuevos impuestos a la banca y las grandes empresas energéticas en un acto conjunto de PSOE y Unidas Podemos.
La tesis fue defendida este mismo jueves por Feijóo en la comparecencia sin preguntas para valorar el curso en el que, tras 13 años de mayorías absolutas, dejó la Presidencia de la Xunta de Galicia para desplazarse a Madrid y sustituir a Casado. Pero también la planteó el martes, ante la Comisión Ejecutiva Nacional –el máximo órgano de dirección del PP entre congresos–, en la que pidió a todos sus cargos no relajarse para intentar seguir encabezando los sondeos durante el año y medio que queda hasta las generales.
“Si hacemos balance no podemos obviar que este ha sido un curso muy complejo también para nuestro partido porque hemos de reconocer que hemos vivido una crisis interna en el PP. Pero también es cierto que hemos sabido salir fortalecidos, que lo hemos hecho en tiempo récord, y que los ciudadanos vuelven a percibir un partido del que fiarse y, lo más importante, que es la única alternativa real al Gobierno de España”, defendió Feijóo en el acto de este jueves, que tuvo lugar en la plaza del edificio antiguo del Senado, y al que asistieron parlamentarios y cargos del PP de todo el país.
Frente a ese PP “unido”, su líder dibujó un Gobierno en descomposición. “Salvo continuar en el poder, les ha dividido todo”, señaló, y mencionó las diferencias entre PSOE y Unidas Podemos en política exterior, de inmigración y defensa, las medidas para hacer frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania o las leyes audiovisual y de vivienda. “Hacer balance del curso político de este Gobierno es hacer un repaso de una división constante”, añadió.
“Un 'derby' a dos vueltas”
Feijóo considera que España “no merece un Gobierno en conflicto permanente, más ocupado de los problemas con sus socios que de los problemas de los españoles” y que es noticia, según él, “más veces por los desacuerdos entre ministros” que por los acuerdos que adopta. “España necesitaría un gobierno para avanzar y lo que tiene es un desgobierno que le frena”, remarcó. Para el líder del PP, cada Consejo de Ministros es “como un derby a dos vueltas”: una “entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, la otra entre Yolanda Díaz y el resto de Podemos”.
“Todos” los ministros, según Feijóo, se han visto envueltos en polémicas públicas con sus colegas, y han sido constantes, a su juicio, las colisiones del Ejecutivo con sus socios en torno a los proyectos presentados. “No ha habido semana en la que no hayan aireado sus disputas”, remarcó. En la misma línea que su predecesor en el cargo, Pablo Casado, el actual líder del PP considera que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con sus acuerdos parlamentarios con independentistas “ha erosionado” las instituciones y “levanta sobre cada nombramiento y maniobra la sombra de duda del control y el desprestigio de cada una de ellas”.
El presidente del PP considera a ERC y EH Bildu los “verdaderos líderes” de un “desgobierno en descomposición económica, social e institucional”. “Sánchez ha convertido a Bildu en el notario de la Transición, ha mantenido al independentismo catalán como guía de la política territorial y elevado a Podemos a máxima inspiración de la política económica”, añadió. “Lo único imprescindible, lo único innegociable y lo único invariable de su proyecto es Sánchez”, concluyó.
Pese a esas duras acusaciones, Feijóo también quiso aprovechar su comparecencia de valoración del curso político para ponerse el traje de hombre de Estado y “tender la mano” a ese Ejecutivo “en descomposición”. Se trata del mismo líder del PP que mantiene bloqueada la renovación del Poder Judicial desde 2018 y que se niega, por tanto, a cumplir con esa obligación con una de las principales administraciones del Estado recogida en la Constitución.
“Sánchez tiene la oportunidad de corregirlo, de abandonar su deriva autoritaria y de enmendarse en su último curso político como presidente, volviendo a la senda de los grandes acuerdos de país, de la moderación y de la estabilidad que España necesita. El PP está ahí si decide moverse y volver al lugar que el PSOE nunca debió abandonar”, apuntó, instando al líder socialista a romper con Unidas Podemos.
“¿No sería mejor incluso para el PSOE un Gobierno sin Podemos?”, se preguntó, antes de recordar, además, que nada más llegar a la Presidencia del PP tras echar a su predecesor, Pablo Casado, sugirió a Sánchez “la posibilidad de girar el rumbo” y le tendió “la mano”. Ahora considera que el jefe del Ejecutivo debe “recuperar la centralidad” y prescindir “de los apoyos que han servido para radicalizar y dividir el país”.