“¿Una persona que ha tenido que dimitir como ministro por Los Papeles de Panamá es el más adecuado para mandarlo al Banco Mundial? Pues yo creo que no porque entra en la institución bajo sospecha. Es cierto que es funcionario público y que la Administración Española tradicionalmente encomienda estos puestos a técnicos. Pero el exministro no parece el candidato más idóneo”.
La frase es de José Luis Puerta-Cózar, experto sanitario con un amplio currículum en el Banco Mundial, donde trabajó durante cuatro años -entre 1999 y 2003- para la institución, primero como Asesor de Desarrollo Humano para América Latina y Caribe y después como consultor externo. No es una voz sospechosa: entró en el Banco Mundial a propuesta del primer Gobierno de José María Aznar en el que también ejerció como director general de Educación y Cultura entre 1996 y 1999. Este experto en programas sanitarios internacionales, que trabajó en la sede del Banco Mundial en Washington, cree que el actual Gobierno del PP debería repensar su decisión y optar por otro perfil para esa alta responsabilidad. “No es la persona adecuada”, afirma convencido.
José Antonio Sanahuja se apunta a la misma tesis y además del pasado polémico del exministro de Industria apunta directamente a su falta de preparación. Sanahuja es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid y director del Departamento de Desarrollo y Cooperación del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI). El autor del libro El Banco Mundial y la lucha contra la pobreza asegura que el cargo al que aspira Soria “aprueba las operaciones de crédito, las propuestas que el staff y el presidente del Banco Mundial envían a los estados miembros. No debiera ser un premio político. El procedimiento debería premiar una trayectoria acompañada con el conocimiento de los programas de ahorro”.
Este investigador que ha analizado durante años las decisiones y las formas de operar del Banco Mundial califica la designación como “manifiestamente incorrecta e inadecuada, sobre todo porque además se trata de representar también a México, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Salvador, Guatemala y Honduras”. Asegura, no obstante, que la decisión de colocar a personas inadecuadas en organismos internacionales no es específica de España ni del Gobierno de Rajoy. Recuerda cómo Cristine Lagarde, involucrada en Francia en un grave caso de corrupción, fue colocada al frente del FMI, como antes lo fueron Dominique Strauss-Khan y Rodrigo Rato.