El escrito de defensa de Luis Bárcenas ante la apertura de juicio oral por la financiación irregular del Partido Popular constituye un relato del funcionamiento de la caja B desde los tiempos de Alianza Popular hasta prácticamente la apertura de la investigación del caso Gürtel. Así, el último periodo es el que va de 2004 a 2008, en el que el extesorero afirma: “Siendo ya presidente Mariano Rajoy, secretario general el señor Acebes y tesorero el señor Álvaro Lapuerta, salvo algunos donativos importantes que recibía el presidente, el resto de la gestión para consecución de donativos la hacía el tesorero nacional, señor Lapuerta”.
A ese relato de los hechos no escapa el expresidente del Gobierno y del PP José María Aznar. “Durante los años 1989 a 1990, siendo presidente José María Aznar, secretario general el señor Álvarez Cascos y tesorero don Rosendo Naseiro, las donaciones las recibían el presidente y el secretario general, que se las entregaban al tesorero, que además gestionaba con empresarios aportaciones para el partido”, reza el escrito de defensa de Bárcenas, al que ha tenido acceso eldiario.es.
Con esta afirmación, Bárcenas confirma las anotaciones de los ‘papeles de Naseiro’. El pasao 5 de mayo, eldiario.es publicó en exclusiva un documento que el extesorero Rosendo Naseiro registró ante notario la mañana del 17 de abril de 1990, cuatro días después de salir de la cárcel, donde había dormido cuatro noches por el primer caso de financiación irregular del PP.
El propósito de Naseiro era registrar la entrada de “un sobre cerrado” que contenía varios documentos que demostraban la existencia de la caja B del Partido Popular. Incluía una declaración que había redactado el propio tesorero en la que acusaba a la dirección del PP de haberle elegido como “chivo expiatorio” y afirmaba que “allí donde haya adoptado alguna decisión lo ha sido siempre bajo la supervisión, directrices y criterios de Don José María Aznar”. Naseiro maniobraba para garantizarse que el entonces presidente del PP le ayudaría en su firme propósito de no volver a la cárcel.
El escrito de defensa de Bárcenas asegura ahora que en tiempos de Aznar se constituyeron tres sociedades (Ibérica de Firmes, Videosoluciones y Ediciones Conosur) para facturar a las empresas que aportasen donativos. Al tiempo, Naseiro comenzó a ingresar en “una caja ajena a la contabilidad oficial” los donativos que recibía en efectivo.
El remanente que deja en la caja Naseiro es el que inaugura los conocidos como 'papeles de Bárcenas', dice el autor de esos documentos. “Cuando el señor Naseiro deja la tesorería (1990) y se informa al señor Aznar, este da la instrucción al señor Álvarez Cascos de que se liquiden dichas sociedades, encar´gandose esa labor al despacho de don Miguel Blesa”, el expresidente de Caja Madrid imputado en la Audiencia Nacional por el caso Bankia.
El relato de la “existencia y funcionamiento de una Caja B” en el PP que hace Bárcenas comienza de la siguiente manera: “Con carácter general, los partidos políticos mayoritarios (PP, PSOE, CIU, PNV y otros), como se desprende de distintas causas judiciales y de múltiples informes del Tribunal de Cuentas, se han venido financiando históricamente al margen de la legalidad. En este sentido, el sistema de financiación del Partido Popular venía institucionalizado desde al menos el año 1982”.
En un primer periodo, comprendido entre 1982 y 1986, las “máximas instancias” de Alianza Popular habrían creado cuatro sociedades (Sipisa, Opisa, Hermógenes y Hernández Carretero) para “recibir ingresos por donativos”. En las sociedades, sin disimulo, figuraban como accionistas el secretario general, Jorge Verstrynge, el secretario electoral y el secretario de política municipal, entre otros. Fue Ángel Sanchís, dice Bárcenas, quien más tarde ordenó la disolución y liquidación de esas sociedades.
Fraga era el hilo directo con la CEOE
En esta etapa, la figura clave era Manuel Fraga. El presidente del partido era quien recibía “fundamentalmente” los donativos y llevaba “directamente” la relación con la CEOE. Los papeles de Naseiro señalan a tres personas como claves en el manejo de la caja B: Antonio Hernández Mancha, el exsecretario general Arturo García Tizón y el propio Naseiro. Ahora, Bárcenas confirma que fue García Tizón quien abrió una cuenta en el Banco de Fomento para el ingreso de los donativos y que esos fondos no integraban la contabilidad del PP. Era la época de Hernández Mancha al frente del partido. Cuando eldiario.es publicó los papeles de Naseiro, Hernández Mancha se lanzó a desmentir la caja B en sus tiempos y aseguró que este diario es “una hoja parroquial que no lee nadie”.
La dinámica continúa igual hasta 1996. Entre este año y 2004, con Aznar de presidente y Arenas de secretario general, “distintos empresarios andaluces comienzan a donar fondos a la sede central del partido”, dice Bárcenas. El acusado se defiende asegurando que los años en los que fue gerente, de 1982 a 2008, “se limitaba a cumplir las isntrucciones que recibía del secretario general o del tesorero, en su caso, anotando las cantidades que se le entregaban y entregando las cantidades que se le solicitaban, siguiendo instrucciones y sin capacidad de disponer de forma autónoma”.
Tras la derrota electoral de 2008, y con María Dolores de Cospedal como secretaria general, “disminuyen notablemente los donativos de empresarios que venían ayudando al Partido Popular”, escriben los abogados de Bárcenas. Este era el tesorero en esos seis meses y recibía, reconoce, “directamente los donativos”. En este punto, Bárcenas adjunta el comunicado del Partido Popular de julio de 2008 en el que la formación traslada su confianza en “la inocencia de Luis Bárcenas y en que se demostrará en los tribunales de Justicia”.