Los manejos del constructor Antonio Miguel Méndez Pozo en Burgos ni son nuevos ni están alejados de la órbita de influencia del Partido Popular. El nombre del empresario ha vuelto a las primeras páginas tras saberse que detrás del polémico rediseño del barrio de Gamonal está una de sus empresas, que dirige el proyecto, y que la construcción de la obra le había sido adjudicada a uno de sus principales colaboradores en materia de construcción. Como ha contado eldiario.es esta semana, nada de lo que ocurre en Burgos se debe a causas recientes.
En una de sus últimas declaraciones en la Audiencia Nacional, el 15 de julio, Luis Bárcenas aportó un detalle desconocido hasta la fecha sobre uno de los casos de corrupción más famosos de Burgos: el caso de la construcción, que en 1992 llevó al constructor Méndez Pozo a prisión e inhabilitó al alcalde de la ciudad, gobernada por el Partido Popular.
Según aseguró el extesorero del PP ante el juez Pablo Ruz, el partido de Rajoy pagó con 31.300.000 pesetas (188.000 euros) al exalcalde de Burgos José María Peña tras haber sido condenado por sus relaciones y trato de favor con el empresario Méndez Pozo. La revelación de Bárcenas se produjo después de que el juez le preguntase por un apunte en la contabilidad B del PP en el que se hacía referencia a una anotación de sus famosos papeles en la que se especificaba “entregado a Paco para Begoña”. Según publicó Vozpopuli.com, el apunte contable aparece en tres ocasiones, las tres en julio de 1992: dos son de 650.000 pesetas y otra más, la última, de treinta millones.
Bárcenas aseguró en la Audiencia Nacional que aquella entrega de dinero tenía como destinatario último al alcalde de Burgos, quien poco antes, en mayo de 1992, había sido condenado por su participación en uno de los primeros grandes escándalos de corrupción urbanística de la democracia, el caso de la construcción de Burgos.
La condena para Peña fue de 12 años de inhabilitación y, pocos días después, el 25 de mayo de 1992, se vio forzado a dimitir. En julio de ese mismo año, según la declaración de Bárcenas ante el juez Ruz, el PP le pagó 31 millones de pesetas del dinero de la caja B del partido, no se sabe a cambio de qué. Aznar ya era en aquel momento el máximo líder del PP, pero su relación con Peña venía de muy atrás: de los años en los que Aznar era el líder autonómico de Castilla y León.
José María Peña había sido clave en el ascenso político de José María Aznar. En 1987, el voto del único parlamentario de su partido de entonces, Solución Independiente, rompió el empate entre PP y PSOE y permitió que Aznar se convirtiese en presidente de la Junta de Castilla León. Cuando la justicia se fijó en los manejos de Peña con Méndez Pozo, el propio Aznar fue citado como testigo. El expresidente del Gobierno declaró por escrito –las ventajas de ser aforado– y lo hizo en favor de su aliado político. Pese al testimonio de Aznar, Peña fue inhabilitado y Méndez Pozo fue condenado a siete años de cárcel, aunque salió de prisión en tercer grado sólo nueve meses después.
El constructor que fue condenado junto con Peña sigue siendo hoy la persona clave en la ciudad. Es dueño del principal periódico de la provincia, el Diario de Burgos, y preside la Cámara de Comercio, la Fundación Atapuerca y la Fundación Silos. Su empresa de medios de comunicación, Promecal, gestiona también la televisión autonómica de Castilla y León y sus constructoras participan en la inmensa mayoría de las grandes obras de Burgos, también en el polémico bulevar de Gamonal.
José María Peña llegó a la alcaldía de Burgos en 1979 y consiguió ser reelegido en cuatro ocasiones. Encabezó candidaturas de UCD, AP, Solución Independiente –un partido que montó con el apoyo del constructor Méndez Pozo– y, finalmente, el PP. En 1994, el Supremo confirmó para él la pena de inhabilitación. En el año 2000, el Gobierno de Aznar le indultó. Peña pudo volver a la política burgalesa, esta vez como concejal.