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Bárcenas: “Mariano se ha portado muy bien conmigo. Me mantiene el coche y la escolta”

Luis Bárcenas es un hombre tímido. Al menos, en la corta distancia. El extesorero del PP, a punto de tambalear al partido que sustenta al Gobierno, realiza sus desplazamientos en un coche de cristales tintados: un Audi A6, que le proporciona el Partido Popular, porque así lo ha decidido Mariano Rajoy. A veces, Bárcenas prefiere usar su coche particular, un Audi Q7. En esta circunstancia también es el chófer del PP el encargado de abrir puertas, conducir, aparcar y llevar a Bárcenas donde éste estime oportuno.

Fuentes de eldiario.es, que han alternado con Bárcenas en la corta distancia, reproducen una conversación de hace apenas unos meses producida en el interior del vehículo. “Mariano se ha portado muy bien conmigo. Me mantiene el coche y la escolta”, decía Bárcenas a escasas semanas de que el “Asunto Suiza” saltase por los aires. Al volante, y en silencio, un chófer con pistola (su chófer de toda la vida). El coche, el chófer, la pistola y la comodidad de los cristales tintados de Bárcenas se pagan con fondos públicos.

En los Presupuestos Generales del Estado se contempla una partida para sufragar los gastos que a los partidos políticos les genera sostener una infraestructura de seguridad. Estos equipos cubren los huecos que dejan las coberturas de escoltas que ordena el Ministerio de Interior, y que se coordina desde la comisaría madrileña de Canillas. El gasto siempre ha parecido razonable, sobre todo en los años más duros del terror de ETA. Sin embargo, las inversiones en materia de seguridad han registrado un notable descenso en los últimos años: Interior ha recortado su lista de “protegidos”, retirando vigilancia a personas como el exjuez Baltasar Garzón. Paralelamente, los principales partidos políticos han decidido a quién mantenían entre los privilegiados de “coche y escolta”. Bárcenas, a quien ahora nadie en el PP dice conocer, continúa en esa lista.

Fuentes de Interior en los gobiernos de Zapatero y Rajoy, consultadas por eldiario.es, reconocen que Bárcenas nunca estuvo amenazado y, por tanto, no fue uno de los protegidos de Interior. “La decisión de proteger a Bárcenas es exclusiva del Partido Popular”, señalan estas fuentes.

Las informaciones publicadas a lo largo del proceso Gürtel aclaran quién tomaba las decisiones en materia de seguridad en el seno del PP y que esa persona era Luis Bárcenas y su entorno. La Cadena Ser publicó en 2009 que la empresa a cargo de la seguridad en el partido de Rajoy era el cuñado de Bárcenas, un tal Antonio de la Fuente. En aquel momento se supo que la familia Bárcenas no solo controlaba coches y escoltas sino que incluso era la responsable de guardar los datos informáticos del partido. Toda la información de los servidores del PP estaba controlada por el tesorero.

Ya en 2013 y, al calor de las noticias sobre cuentas en Suiza y sobres de dinero negro, parecería imposible pensar que la influencia de Bárcenas se mantiene el edificio de la calle Génova 13, donde el PP tiene su cuartel general. Sin embargo, como publicó eldiario.es el pasado jueves, si una llamada a la centralita del PP pide un contacto con la secretaria de Bárcenas, al otro lado responde Estrella. Bárcenas mantiene secretaria a sueldo en la sede del PP. Se llama Estrella y atiende llamadas, contactos y solicitudes de entrevista.

El PP y su extesorero se encuentran ahora inmersos en una guerra de estrategias que tiene su punto álgido en el enfrentamiento directo de Bárcenas y María Dolores de Cospedal. Tras la dimisión de Bárcenas, ni siquiera la secretaria general del partido pudo poner fin a su control sobre el funcionamiento interno del PP. Como fotografía de esta situación está la confirmación que Estéban González Pons realizó esta misma semana al reconocer que las cosas de Bárcenas continuaban en su despacho de Génova 13 y reflexionar: “Supongo que por interés suyo y del partido se quedaron en la sede”.