La relación personal entre la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, y la presidenta de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel, es motivo suficiente para que la magistrada no integre el tribunal que va a juzgar el primer gran proceso contra la trama Gürtel, la red de corrupción ligada al partido de Mariano Rajoy. Así lo cree la defensa de Luis Bárcenas, uno de los principales imputados en la causa denominada 'Primera Época', que va a solicitar la recusación de Espejel, informaron a eldiario.es fuentes jurídicas.
El artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece 19 motivos por los que los jueces deben apartarse de un proceso. En noveno lugar habla de “amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes”. En este caso, una de las partes personadas es el Partido Popular, al que el juez Pablo Ruz señaló como “partícipe a título lucrativo” de 245.000 euros de dinero procedente de la trama corrupta. No se sentará en el banquillo como acusado, pero tendrá un representante legal en la vista. Una sentencia condenatoria podría obligarle a pagar la cantidad señalada.
Eso, en cuanto a la relación de Espejel y el PP. Por otra parte, la número dos del Partido Popular mantiene un enconado enfrentamiento con Bárcenas y, al tiempo, una relación personal con la magistrada, como quedó de manifiesto el 28 de enero de 2014. Ese día, la entonces presidenta de Castilla-La Mancha impuso la Gran Cruz San Raimundo de Peñafort a Espejel. La secretaria general del PP conocía a la magistrada de mucho antes, ya que ésta fue presidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara.
De ese trato, surgieron sus palabras el día de la condecoración, que publicó El País: “Haber participado en este acto para la imposición a Concha Espejel de la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, créanme que para mí es un honor y un privilegio. Es el acto de reconocimiento y de homenaje a una gran mujer —se ha dicho aquí, pero yo lo quiero reiterar—, pero también a una gran jurista que ha acumulado muchos e importantes méritos en su carrera. No solo ha velado siempre por el correcto ejercicio de sus funciones que como juez le corresponden, sino que además, Concepción Espejel —que para todos es Concha y lo va a ser siempre— ha tenido un compromiso firme y una vocación profunda con la dimensión más social de la administración de justicia”.
Igual de manifiesta es la tendencia conservadora del resto de miembros del tribunal. Solo una remota posibilidad podía colocar a un juez progresista en este juicio a la Gürtel, ya que la Sección Segunda, a la que el caso llegó por reparto, está considerada como la más escorada ideológicamente de la Audiencia Nacional. Unicamente José Ricardo de Prada está encuadrado, dentro de la Sección, en el sector progresista.
Así, acompañarán a Espejel, Enrique López y Julio de Diego. El primero es, probablemente, el juez de la Audiencia Nacional del que mayor afinidad con el PP ha trascendido. De hecho, el partido protagonizó una batalla durante años por su insistencia en aupar al Tribunal Constitucional a un magistrado que, según la oposición, no reunía los requisitos.
Finalmente, el PP lo consiguió, pero López se vió obligado a dejar el puesto hace un año, después de ser sorprendido por la policía conduciendo una moto de madrugada, borracho y sin casco. Habitual colaborador de FAES, fue miembro del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta del PP, del mismo modo que Espejel antes de regresar a la Audiencia Nacional en 2014. Desde que llegó a la Sección Segunda, la magistrada cambió las normas para no dejar a ninguno de sus otros miembros presidir un juicio y hacerlo ella siempre. Sin embargo, la defensa de Bárcenas considera que solo hay motivos para recusar a Espejel. “Es lo único que se puede hacer con la ley en la mano”, aseguran las fuentes consultadas.
Diferente criterio mantiene una de las acusaciones populares, Adade. La asociación estudia solicitar que sean apartados Espejel y López. La primera, por su proximidad a Cospedal. El segundo, por los vínculos con el Partido Popular, demostrados, sobre todo, en la apuesta del partido para que ocupara una plaza del Tribunal Constitucional.
Al Pleno de la Sala de lo Penal
En el caso de que las partes recusen a uno o dos magistrados del tribunal será el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el que decidirá. En la actualidad resulta imposible adelantar un posicionamiento del Pleno, partido en dos bloques. Decantaría la balanza el voto de algunos magistrados que en el pasado se han posicionado indistintamente con uno u otro bloque. El Pleno está compuesto en la actualidad por veinte magistrados. Un empate a diez obligaría al presidente de la Sala de lo Penal, el conservador Fernando Grande-Marlaska, a imponer su voto de calidad.
Pero si alguna de las partes decidiera recusar a los tres miembros del tribunal, entonces sería la Sala del 69 la encargada de examinar los motivos y decidir. Esta Sala está compuesta por el presidente de Auidiencia Nacional, el presidente de las tres salas (Penal, Social y Contencioso-Administrativo) y el magistrado más antiguo y el más reciente de cada una de ellas.