El extesorero del PP, Luis Bárcenas, sí regularizó con Hacienda los fondos que ocultaba en un banco suizo, donde llegó a acumular 22 millones de euros. Al menos, esa es la versión de su abogado, Alfonso Trallero, quien horas después de que el Ministerio de Hacienda desmintiese que Bárcenas había regularizado sus cuentas suizas al amparo de la amnistía fiscal, se ratificó en lo dicho. El letrado explicó a este diario cómo se hizo la operación: fue una sociedad, de nacionalidad desconocida pero obviamente con bienes ligados a España y por tanto sujeta a tributación la que acudió a la Agencia Tributaria para ponerse al día fiscalmente en las ventajosas condiciones ofrecidas por el Gobierno.
Esa sociedad pertenece a Bárcenas, pero su nombre no figura en ella: es decir, opera controlada por testaferros o por otras sociedades extranjeras y en las que sí constaría Bárcenas. Y esa sociedad no es ninguna, según el letrado, de aquellas que constan en la documentación aportada por la justicia suiza al juez del caso Gürtel, Pablo Ruz. Ni los fondos opacos que maneja “proceden de la trama Gürtel, que es lo que investiga el juez”, subrayó el representante legal de Bárcenas. En resumen, sostiene que el juez no tiene ningún motivo para intervenir en ese asunto a menos que emprenda una investigación de todo el patrimonio de Bárcenas.
En teoría, Hacienda ignoraba que el hombre que manejó las cuentas del PP es el titular real de la empresa. Pero, lo supiera o no, lo ocurrido con el extesorero del partido en que milita el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pone en evidencia un aspecto escandaloso: que la amnistía no solo garantizó manga ancha a los evasores fiscales sino que abrió una puerta falsa de gran calado: la que ha permitido a un imputado por delito fiscal acogerse a la regularizacdión, algo que la letra del decreto prohibía de forma expresa. Ese dato alimenta asimismo el debate sobre la moralidad de una amnistía que premia a los grandes defraudadores en un país con más de cinco millones de parados y una escalada impositiva constante para asalariados. autónomos y pequeños empresarios.
El abogado de Bárcenas entiende que no hay contradicción ni triquiñuela porque el juez investiga operaciones de 2006 presuntamente conectadas a la trama Gürtel y, según su versión, no indaga sobre años posteriores. Pero la comisión rogatoria cursada por Suiza y cumplimentada por la justicia helvética no indica eso: los papeles reflejan los movimientos y el historial delas cuentas hasta 2009.
También en teoría, si Hacienda hubiera sabido o tenido indicios de que Bárcenas se encontraba tras la misteriosa sociedad debería haberlo comunicado al juez de inmediato. Y a la Fiscalía. Ninguna de las dos cosas han ocurrido. Ayer, la noticia de que los fondos habían sido regularizados fue recibida con estupefacción en medios jurídicos cercanos al caso Gürtel. Si el paso dado por Bárcenas le ayudará o no a investigación dudan que la Fiscalía Anticorrupción y el juez estén dispuestos a tirar la toalla con facilidad.