Las autoridades de Baréin interrogaron hoy al jeque Ali Salman, secretario general del partido Al Wefaq, el principal de la oposición, por supuestamente insultar a la policía, informaron opositores.
Salman, que estuvo acompañado de cuatro abogados, fue sometido a un interrogatorio durante más de seis horas antes de ser puesto en libertad bajo fianza.
El secretario general de Al Wefaq fue citado a declarar sobre los “insultos a la policía”, después de que el miércoles pasado las fuerzas de seguridad irrumpieran en una exposición artística organizada por esa formación sobre supuestas violaciones de derechos humanos contra manifestantes detractores del régimen.
Grupos opositores describieron hoy la acción de las autoridades de “chantaje político”, mientras que los abogados del opositor dijeron que el interrogatorio fue “ilegal” y que en él no se especificaron los cargos contra Salman.
En un comunicado difundido anoche, la portavoz del Gobierno bareiní, Samira bin Rayab, señaló que el secretario general de Al Wefaq está acusado de “denigrar” al ministerio del Interior.
La polémica exposición, titulada “El museo de la revolución”, mostraba supuestas violaciones de derechos humanos llevadas a cabo por las autoridades desde el inicio de las protestas contra el régimen, en febrero de 2011.
La policía dañó parte del material de la muestra, así como se incautó de ordenadores de Al Wefaq, según los opositores, que denunciaron la redada ante el relator especial de la ONU para la libertad de expresión.
La oposición bareiní suspendió su participación en el diálogo nacional tras la detención el pasado 17 de septiembre del subsecretario general de Al Wefaq, Jalil al Marzuq, que fue puesto en libertad provisional al mes siguiente tras el inicio de su juicio por supuestamente incitar al terrorismo.
Por otra parte, una corte de apelación condenó hoy a cuatro personas a cadena perpetua y a otras seis a quince años de prisión, al tiempo que absolvió a otras catorce en un caso relacionado con la supuesta creación de una milicia, informó en un comunicado la Sociedad de Jóvenes de Baréin para los Derechos Humanos.
Baréin, un pequeño reino de mayoría chií gobernado por una elite musulmana suní, es escenario desde febrero de 2011 de continuas protestas populares que han sido reprimidas por la fuerza.
Más de cien personas han muerto en estas protestas y miles han sido detenidas, según los datos de la oposición.