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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Barones del PP se enfrentan a Cospedal por los papeles de Bárcenas

Barones, cuadros intermedios y algunos dirigentes del PP no comparten la estrategia de la dirección del partido en torno a los papeles de Luis Bárcenas. Este sábado lo discutirán en el Comité Ejecutivo Nacional convocado de urgencia por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para poner orden y dar imagen de unidad.

Pero la preocupación y el nerviosismo no sólo se expresan en privado, también en público, aunque más suavemente, a pesar de las consignas que se envían desde Génova, fundamentadas en los argumentos de la secretaria general, María Dolores de Cospedal: tienen miedo a que cunda la sensación de que todos en el PP son corruptos si no se afronta el caso con claridad.

Echan de menos la aparición pública de Rajoy, quien no comparecerá hasta el sábado. Y no todos niegan la veracidad de los papeles como hace Cospedal. Al contrario, le dan valor, sobre todo tras reconocer el presidente del Senado, Pío García Escudero, que hizo un pago que figuraba en los papeles de Bárcenas: recibió un préstamo y lo devolvió, según recoge la documentación.

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, aseguró este viernes: “Soy de los que piensan que hay que dar un paso más y apoyar a la Justicia para que investigue”. Lo publicado, según este barón regional, tiene un soporte material que tiene que ser investigado por los tribunales. “No es bueno en ningún caso matar al mensajero”, ha dicho, después de que Cospedal anunciara medidas legales “contra personas y medios que difundan o reproduzcan la información”. Y añadió: “Tengo la lealtad y la pequeña autoridad, entre comillas, para pedirle al presidente como le he pedido celeridad y contundencia”.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, afirmó 24 horas después de la rueda de prensa de Cospedal: “El caso es muy grave. El PP en este momento necesita dar explicaciones y estoy convencido de que dará esas explicaciones. Hay que investigar más, auditar más y dar las explicaciones que los ciudadanos nos requieren”.

En términos semejantes se ha manifestado el presidente balear, José Ramón Bauzá. “Aquel que no haya hecho las cosas bien, que responda ante la Justicia”, términos que no se oyeron en boca de Cospedal el jueves. Celeridad ha pedido el presidente extremeño, José Antonio Monago: “Tiene que haber una máxima transparencia en este momento y se tienen que dar todas las explicaciones que se tengan que dar”.

“Que enseñen las declaraciones de Hacienda, que se cuente la verdad”, piden algunos desde dentro de la organización que prefieren no ser identificados. “Las declaraciones juradas que están haciendo en Génova no valen para nada”, cuentan otros, que apuntan que Cospedal fue forzada a respaldar la gestión de los anteriores secretarios generales al frente del partido durante la rueda de prensa del jueves.

Un mensaje al que, según miembros del PP, le faltó ingredientes de consumo interno, herramientas con las que responder a la ciudadanía en las calles donde son increpados por ciudadanos que les piden cuentas, incluidos sus propios votantes y militantes. Fruto del descontento con el rumbo de los acontecimientos, según sus protagonistas, es el abandono del PP y de su acta de concejal de dos ediles, uno en Gijón y otro en Galdakao (Vizcaya).

Mientras tanto, Esperanza Aguirre e Ignacio González –dos importantes líderes regionales que no aparecen en los papeles de Bárcenas, con conocidos encontronazos con Génova y célebres, sobre todo ella, por saber decir lo que los militantes quieren oír– permanecen en silencio y a la expectativa.