Todos los favores acababan en la bandeja de entrada del correo de Miguel Blesa. El presidente de Caja Madrid atendió desde su cargo solicitudes de toda índole y procedentes de los más destacados dirigentes o exdirigentes de la vida política y social de nuestro país.
Según la información a la que ha tenido acceso eldiario.es –unos correos electrónicos trasladados a esta redacción por una fuente anónima que se puso en contacto con la Comisión Anticorrupción del Partido X–, el presidente de Caja Madrid recibió peticiones de favores del exministro socialista José Barrionuevo y del actual presidente del Senado, Pío García Escudero.
Dación en pago para los amigos de Barrionuevo
El exministro José Barrionuevo se dirigió a Miguel Blesa para pedir su mediación a favor de una inmobiliaria con deudas en Caja Madrid. En un email que llegó a Blesa el 18 de septiembre de 2009, Barrionuevo explica el problema de “unos amigos de La Coruña”, una pequeña promotora inmobiliaria que había desarrollado una promoción de 7 viviendas en Oleiros (A Coruña). Según los datos que Barrionuevo hace llegar a Blesa, la empresa se había declarado en concurso de acreedores y pretendía encontrar en Caja Madrid la solución a su situación financiera.
Según Barrionuevo, la pretensión de los empresarios era que Caja Madrid perdonase parte de su deuda a cambio de quedarse con las 7 viviendas ya finalizadas y tasadas en 1,6 millones de euros, una suerte de dación en pago. Barrionuevo, en una comunicación posterior, se permite la confianza de decirle a Blesa: “Estaría bien que pudierais asumirla”. Blesa reenvía esta recomendación y toda la información a su número dos en la caja: “El exministro Pepe Barrionuevo, con quien tengo buena relación, me pide este favor para unos amigos suyos. ¿Qué podemos hacer?”. Es 20 de septiembre de 2009, las indicaciones de Blesa han sido dadas, aunque nada de lo escrito en los emails demuestra que finalmente Caja Madrid aceptara la propuesta de beneficiar a los amigos del exministro.
Desde esta redacción hemos intentado recabar la versión de José Barrionuevo, pero el exministro no ha contestado a las llamadas ni ha dado respuesta a los mensajes enviados por eldiario.es. También hemos preguntado a Bankia si la dación en pago para los amigos del exministro llegó a realizarse, pero no hemos obtenido respuesta sobre este punto por parte de la entidad bancaria, que aclara que este tipo de información no se difunde.
Los problemas del hermano del presidente del Senado
El presidente del Senado, Pío García Escudero, también se encuentra en la nómina de personas que se dirigían a Blesa para pedir favores. Los intercambios de correos entre García Escudero y Blesa se producen en 2007, cuando el dirigente popular era portavoz del PP en el Senado.
La intermediación del dirigente del PP tiene relación con los problemas que Caja Madrid había detectado en el desempeño laboral de uno de los hermanos de García Escudero. Blesa fue advertido de que el hermano del veterano político estaba generando problemas de conducta como director de una de las sucursales. El presidente de Caja Madrid recibe de sus colaboradores informes que señalan que el hermano de García Escudero desaparecía de su puesto de trabajo sin previo aviso, además de protagonizar episodios de mala conducta con los compañeros de la oficina y con comerciantes del entorno.
En ese relato de los hechos, Blesa es informado de que el hermano de García Escudero aparecía en la oficina acompañado de un perro de su propiedad que encerraba en el despacho para luego desaparecer sin que el resto de los trabajadores supiesen dónde estaba el director ni qué hacer con su perro. “La situación es insostenible”, se lee en los informes que acaba recibiendo el presidente. “A ver si lo centramos”, concluye el informe principal.
Según los emails de Blesa, el presidente de Caja Madrid pone a Pío García Escudero en conocimiento del conflicto y de su intercambio de correos se desprende que finalmente lo hablan directamente. Pío García Escudero acaba por remitir a Blesa una carta redactada por su hermano en la que se deshace en justificaciones médicas para explicar las quejas de Caja Madrid con respecto a sus funciones profesionales.
Ese envío le llega a Blesa el 9 de enero de 2008 a través de una colaboradora de García Escudero en el PP y desde un correo corporativo de la formación política. El contenido de ese correo es el siguiente: “Querido Miguel: Adjunto le remito de parte del Sr. García Escudero la carta que le ha comentado telefónicamente”.
eldiario.es se ha puesto en contacto con Pío García Escudero, que ha declinado hacer declaraciones.
“El camino reglamentario soy yo”
Otras muchas personas escribían a Miguel Blesa con el objetivo de obtener ayuda profesional o encontrar un puesto de trabajo. Pero no todas las peticiones eran para ocupar altos cargos, sino que los correos de Blesa revelan ruegos de favor de distinto escalafón.
En algunos casos, el presidente de Caja Madrid era muy espléndido y hacía gestiones por las personas del entorno que se ponían en contacto con él a modo de agencia de colocación. Es el caso, por ejemplo, del hijo del entonces vicepresidente de Mapfre, Alberto Manzano. “¿Cómo va el asunto del hijo de Alberto Manzano”, pregunta Blesa en otro de los correos. “Le están entrevistando en recursos humanos. Todo sigue en marcha [...]. Cuando termine el proceso habitual, lo fichamos”, responde a Blesa uno de sus directivos.
Sin embargo, Miguel Blesa no mostraba la misma sensibilidad ante todas las peticiones: “¡Qué cosas me pasan! No sabe dónde acudir y de pronto descubre que el camino apropiado y reglamentario soy yo”, le dijo Blesa a su director financiero tras recibir una petición de un empleado que le hacía llegar el CV de una persona con discapacidad por si “la Caja tiene algún programa de integración laboral o formación para este tipo de personas”. En esta ocasión, Blesa indicó que lo “oportuno” era remitir ese currículum vítae a Recursos Humanos.