La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha aprovechado este lunes su intervención en el acto de conmemoración del 43 aniversario de la Constitución para reivindicar el “carácter de acuerdo” de la Carta Magna, frente a la estrategia del “enfrentamiento” que cada vez más se vislumbra en la Cámara Baja, sobre todo por parte de las derechas de PP, Vox y Ciudadanos. Batet ha mencionado, de hecho, el “riesgo de trasladar una visión populista de la realidad”, en clara alusión a la extrema derecha, y el de la “judicialización de la política” que practican tanto Vox como el PP.
Durante su discurso, la presidenta de la Cámara Baja también ha exigido el cumplimiento “efectivo” de la Carta Magna en asuntos como la “igualdad efectiva”, el “reconocimiento de las personas con discapacidad, la lucha contra las discriminaciones y frente a desigualdades estructurales, el acceso a la vivienda, el impulso de un sistema educativo público de calidad y laprotección del medio ambiente”.
“Y también garantía de la vida y la seguridad de todas, de todas las mujeres frente a la violencia machista que en menos de veinte años nos ha robado por completo 1118 vidas y ha dañado enormemente muchas más. Todos estos son mandatos constitucionales que siguen exigiendo acción inmediata ante las cifras y las realidades que demuestran que todavía estamos lejos de alcanzar ese objetivo”, ha destacado.
“El comportamiento y la actuación de los representantes políticos se ha convertido en un factor fundamental para el refuerzo de la democracia, de nuestro sistema constitucional; pero también, al contrario, para su cuestionamiento y el alejamiento de parte importante de los ciudadanos, para la traslación a la sociedad del enfrentamiento y la crispación. En definitiva, para la deslegitimación de la propia democracia”, ha enfatizado durante el acto en el que sí ha estado presente el líder del PP, Pablo Casado, pero no el de Vox, Santiago Abascal, que en un tuit ha tachado el acto de “burla”.
En un contundente discurso contra la crispación, una de las características de la legislatura, Batet ha asegurado que “la deslegitimación del otro no se agota nunca en sí misma; por el contrario, siempre conduce a la deslegitimación de lo común”. Por eso ha defendido que “pactos y acuerdos exigen esencialmente un solo requisito, la voluntad de alcanzarlos; a nosotros corresponde aportar esa voluntad y hacerla prioritaria”. Ha sido esta última otra referencia velada al PP, que bloquea la renovación del Poder Judicial desde hace tres años
La presidenta del Congreso ha insistido en que “la Constitución despliega toda su eficacia general sobre la política, sin excepciones ni particularidades”. “Para los políticos la Constitución es expresión de un consenso fundamental, es referente de valores y principios, es norma que exige respeto y cumplimiento en nuestras acciones y decisiones y es programa de futuro cuya efectividad debemos perseguir en el desarrollo de las políticas que impulsamos”.
“Reconocer la legitimidad del otro”
“La Constitución es también proyecto de futuro. Igualdad efectiva, lucha otras contra las discriminaciones y frente a desigualdades estructurales, acceso a la vivienda, impulso del sistema educativo público, protección del medio ambiente, desarrollo de los servicios públicos, garantía de la vida y la seguridad de las mujeres frente a la violencia machista… Todos estos son mandatos constitucionales, que siguen hoy exigiendo acción inmediata”, ha añadido, refiriéndose así a la posibilidad de reformar la Carta Magna.
También en referencia a quienes cuestionan la Constitución, Batet ha reconocido que se puede “estar en desacuerdo con las obligaciones constitucionales y legales, y hasta intentar modificarlas, pero en tanto que vigentes no es cuestionable su cumplimiento”. “Quien discute el cumplimiento de la Constitución pretende situarse por encima de ella”, ha remarcado.
Para ella, “ser leal a la Constitución exige, ante todo, reconocer la legitimidad del otro y sus propuestas”. “Debemos evitar convertir el debate político en constante reproche de inconstitucionalidad, porque dentro de nuestra norma suprema caben múltiples opciones políticas”, ha añadido, sin citar por su nombre al PP, que lleva caracterizándose por esa misma estrategia. “Judicializar innecesariamente la política comporta politizar la justicia, pero sobre todo lleva a desconocer el espacio deliberativo propio de todo sistema político democrático”, ha destacado.
“Ser leal a la Constitución es también aceptar y asumir la propia posición en el sistema constitucional y la de los otros. Asumir que en ocasiones las opciones propias resultan mayoritarias y en otras deben limitarse a ser la alternativa minoritaria. Ser leal a la Constitución es aceptar la legitimidad del triunfo del otro y asumirlo, con el esfuerzo de llegar a acuerdos mediante la discusión y el debate”, ha remachado.
La “necesidad” del acuerdo
“La lealtad constitucional se reclama más a uno mismo que al otro. La lealtad es ante todo autoexigencia, reclama ser consciente de la propia responsabilidad y estar a su altura. Mi apelación hoy a la recuperación de la lealtad constitucional se dirige ante todo a aquéllos que creemos en el acuerdo, en la necesidad de actuar del modo más favorable para alcanzarlo, a quienes estamos comprometidos en exigirnos esa lealtad en nuestra propia conducta”, ha concluido.