Han coincidido en decenas de actos, son compañeros del Consejo de Ministros y lideran dos formaciones que han alcanzado más acuerdos territoriales que nunca para las autonómicas y municipales del 28 de mayo y que comparten, además, un espacio, el de Unidas Podemos, que es fuerza de gobierno. Aún así, la reconfiguración de la izquierda estatal en torno al liderazgo de Yolanda Díaz y su plataforma Sumar hace que la presencia de Ione Belarra y Alberto Garzón en un mismo espacio público encierre una lectura política repleta de matices.
Los líderes de Podemos e Izquierda Unida compartieron este martes escenario durante el acto de precampaña de sus candidaturas en Madrid en la festividad del 2 de mayo. Fue en la céntrica plaza de San Ildefonso, en el corazón del barrio de Malasaña, donde los candidatos de Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde se dirigieron a en torno un centenar de asistentes repartidos entre la treintena de sillas de la organización y otras tantas de las terrazas de los bares aledaños, entremezclados con la clientela del barrio en plena hora del aperitivo y con toda la predisposición para exigir a los líderes de izquierdas altura de miras.
“¡A ver si es verdad y alcanzáis la unidad para las generales!”, gritó una mujer desde la parte del público situada de pie frente al escenario, entre los asientos oficiales y los veladores, durante la intervención de Alejandra Jacinto, nada más arrancar el acto. La candidata a la Comunidad de Madrid había reivindicado su lista como la “candidatura de unidad”.
Durante los turnos de palabra, solo hubo una intervención que hiciera mención de manera explícita a la unidad de las izquierdas en plena tormenta política entre Podemos y Yolanda Díaz. Fue la de Alberto Garzón, el líder de Izquierda Unida, que quiso trasladar un mensaje de reconocimiento expreso a la formación de Ione Belarra y el compromiso de un trabajo conjunto en el futuro.
“Podemos es un partido fundamental en la historia, en el presente y también en el futuro político de este país”, dijo Garzón al dar paso a la secretaria general de los morados, a la que definió como una “amiga” con la que seguirá “trabajando juntos en el futuro durante mucho tiempo”. En ese momento, los congregados corearon al unísono: “¡Unidad, unidad!”. Ione Belarra repitió al micrófono la proclama de “unidad” y no volvió a hacer mención al tema de las izquierdas su intervención.
En Podemos agradecen “el gesto” de Garzón y aseguran que con Izquierda Unida, lejos de haber problemas, existe una cooperación política de cara a la campaña del 28 de mayo “como nunca antes”. Pero admiten abiertamente que la “distorsión”, para el 28M y también para después, tiene que ver con el papel de Yolanda Díaz. Los de Belarra insisten en reclamarle a la vicepresidenta segunda y también líder de Unidas Podemos en el Gobierno que se implique en los actos de las formaciones que precisamente componen ese espacio. Y le piden además a la política gallega que se inhiba de apoyar a candidaturas competidoras de ese espacio, como el caso de Compromís en Valencia, por mucho que hayan mostrado su adhesión a Sumar.
Por el momento, Yolanda Díaz aún no ha hecho oficial cuál será su nivel de implicación en una campaña de la que siempre ha rehuido alegando que “Sumar no llega”, pero de cara a la cual no ha escondido sus simpatías por candidaturas como la de Joan Baldoví, de Compromís, en la Comunidad Valenciana, o incluso de manera más o menos velada por la de Mónica García, de Más Madrid, uno de sus más estrechos apoyos políticos en Sumar junto al de Ada Colau.
Garzón arremete contra Ayuso y Belarra acusa el PSOE de “timorato”
Hubo matices también en el contenido de los mensajes más políticos de Belarra y Garzón durante el acto. El líder de Izquierda Unida y ministro de Consumo centró sus críticas en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que llegó a acusar de implantar una “política criminal” de destrucción de lo público. “Representan la herencia reaccionaria y su verdadero lema es que 'vuelvan las cadenas' y el absolutismo”, dijo en referencia al levantamiento popular del 2 de mayo.
Garzón no hizo mención alguna a su socio de Gobierno, el PSOE, para el que la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sí dirigió buena parte de sus críticas. “No se frena a la derecha asalvajada siendo timorato”, dijo Belarra en alusión a los socialistas. Y pidió seguir avanzando en derechos comprometiéndose a “dejarse la piel” para limitar el precio de la cesta de la compra al igual que ya se hace con el de los alquileres o para abrir el debate de una nueva jornada laboral. “Tenemos que trabajar menos horas”, reivindicó.