El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores denunció hoy que el trato que se está dando en Turquía al activista pro derechos humanos alemán Peter Steudtner, encarcelado en Estambul y acusado de pertenecer a una organización terrorista, es “difícil de soportar”.
En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio, Martin Schäfer, aseguró a Steudtner y a los otros ocho alemanes encarcelados por su presunta relación con el fallido golpe de estado registrado en Turquía hace un año que su Gobierno hará todo lo posible para que “no se conviertan en rehenes” del Ejecutivo de Ankara y para que, al menos, su juicio se celebre cuanto antes.
Steudtner, señaló el portavoz, “no sólo está en la cárcel siendo inocente” y ha visto cómo se prolonga su prisión preventiva de forma indefinida sin que haya “acusaciones sustanciales”, sino que la prensa turca ha publicado extractos y fotocopias del interrogatorio al que fue sometido.
Es algo “difícil de soportar”, reiteró el portavoz tras señalar que el hombre no sabe turco y tuvo que responder a un interrogatorio “muy desagradable” contando aparentemente con un intérprete “mediocre”.
Denunció además se acuse formalmente a Steudtner de asociación terrorista y que las autoridades le señalen también como “espía” de Alemania.
El Gobierno alemán está coordinando sus pasos con Suecia, ya que en el grupo de activistas que fueron detenido también había un ciudadano de ese país nórdico, además de ocho turcos, entre ellos la directora de la rama turca de Amnistía Internacional (AI), Idil Eser.
El Gobierno alemán anunció la semana pasada que va a revisar sus relaciones bilaterales con Turquía y advirtió a sus ciudadanos y empresas de que, en las actuales circunstancias, no puede garantizar su seguridad en aquel país, por lo que endureció la recomendaciones de viaje y analizará las ayudas económicas.