Berlín, 28 ago (EFE)- El líder de Alternativa para Alemania (AfD) en el estado regional de Turingia (este del país), Björn Höcke, ha sido calificado como el ultraderechista más conocido del país centroeuropeo y su celebridad se la ha ganado a pulso, con provocaciones calculadas y con una estrategia que ha llevado a la totalidad de la agrupación a posturas cada vez más extremas.
El hombre, a quien se le ha retirado la inmunidad parlamentaria en siete ocasiones, tiene grandes posibilidades de lograr un éxito electoral en Turingia donde AfD encabeza las encuestas de intención de voto para las elecciones regionales.
Parte del discurso de AfD se centra en el rechazo a la inmigración y ahora de cara a las regionales de Turingia y Sajonia el partido intenta explotar el reciente atentado de Solingen en el que murieron tres personas apuñaladas, presuntamente por un peticionario de asilo.
“Höcke o Solingen”, se puede leer en las redes sociales de AfD en medio del recrudecimiento del debate sobre la inmigración.
Un discurso revisionista
Höcke, desde su ingreso a la política en 2013, adelanta una especie de cruzada contra los partidos y los medios tradicionales -casi nunca da entrevistas- y a veces sus discursos públicos rozan el revisionismo histórico. También evita foros en los tenga que enfrentar contradictores y así, por ejemplo, este miércoles anunció que no participaría en el último debate televisivo alegando “razones de salud”.
El político ultraderechista nació en abril de 1972 en Lunen (oeste de Alemania), adonde sus abuelos habían llegado después de haber sido deportados de Prusia Oriental. La infancia de Höcke, según testimonios que han sido recogidos por medios alemanes, estuvo marcada por la nostalgia de la patria perdida.
El padre de Höcke estaba abonado a Junge Freiheit, una publicación ultraconservadora, y a la revista “Der Bauernschaft”, que varias veces tuvo que salir de circulación por posturas abiertamente antisemitas.
En su época de colegio se interesó por la historia y en especial en los bombardeos aliados a Dresde en 1945 sobre los que volverá de forma recurrente.
Durante sus tiempos de estudiante -tras prestar el servicio militar estudio historia para el magisterio- estuvo relativamente al margen de la política. Sus primeras declaraciones políticas son cartas a periódicos, ya cuando era profesor de instituto.
En una de ellas, de 2006, se queja de una presunta “dictadura de opinión”, en otra dice que el objetivo de los bombardeos de Dresde había sido tan sólo matar el mayor número de alemanes posible antes del fin de la guerra, con lo que se alineaba con revisionistas como David Irving.
Algunos alumnos suyos han presentado declaraciones juradas al diario berlinés “Der Tagesspiegel” en las que aseguran que a Höcke no se le permitió impartir las horas de clase que debían abordar el nacionalsocialismo.
Vínculos con un neonazi
En 2008, Höcke se mudó con su familia a Bornhagen (Turingia) donde parece haber entrado en contacto con el dirigente del Partido Demócrata Alemán (NPD), el reconocido neonazi Thorsten Heise.
Höcke ha asegurado después que su relación con Heise fue superficial y que se debió sólo a que los hijos de ambos iban al mismo colegio. Sin embargo, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) está convencida de que Höcke escribió para publicaciones dirigidas por Heise bajo el pseudónimo de Landof Ladig.
Otro actor clave del proceso de politización y radicalización de Höcke fue un curioso personaje llamado Götz Kubischek, dueño de la editorial Antaios donde difunde literatura de ultraderecha y fundador de un laboratorio de ideas.
Kubitschek vio en AfD una buena plataforma para su propia agenda política. Al comienzo el partido era ante todo una agrupación euroescéptica y Kubitschek dijo que el asunto del euro era una buena llave para abrir la puerta. “Ya nuestros temas irán entrando si ponemos el pie en el umbral”, dijo.
Esos temas fueron a partir de 2015 el rechazo a la migración que empezó a encarnar justamente Höcke desde Turingia. El fundador del partido, Bernd Lücke, quiso detener esos temas y se propuso sacar del partido a quienes se acercasen a movimientos como Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) o el Movimiento Identitario.
La respuesta de Höcke fue la llamada Declaración de Erfurt, firmada también por el entonces líder del partido en Sajonia Anhalt Andreé Poggeburg cuyo texto fue concebido por el propio Kubitschek.
Esa declaración fue el comienzo del fin de Lücke como jefe del partido y un momento clave en la radicalización de AfD.
Ahora, justo el ala más radical del partido está a punto de un gran éxito electoral aunque la posibilidad de que logre formar parte del Gobierno en Turingia o en Sajonia es remota, debido a la negativa de los otros partidos a aliarse con la ultraderecha.
Rodrigo Zuleta