El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se reunirá este domingo en Barcelona con la consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, para tratar de atajar la crisis derivada del espionaje a políticos catalanes a través de la herramienta Pegasus, solo disponible para Gobiernos. Según han confirmado la Moncloa y el Govern en un comunicado, la reunión se celebrará a partir de las 10.00 horas en el Palau de la Generalitat y tanto el ministro como la consellera atenderán a los medios tras el encuentro.
Con este movimiento, el Gobierno central tratará de rebajar la tensión que ha escalado en los últimos días con la Generalitat, después de que se hiciese público el escándalo de espionaje a 66 líderes independentistas, entre los que se encuentra el president de Catalunya, Pere Aragonès. Este mismo sábado, el president ha exigido explicaciones urgentes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha cargado contra la ministra de Defensa, Margarita Robles, por sus declaraciones “insuficientes y contraproducentes”.
La cita llevaba días planteándose y no acabó de cerrarse hasta este viernes. Fuentes del Govern explican que fueron ellos quienes citaron al ministro a una reunión con Vilagrà y también quienes emplazaron a que se celebrara en Barcelona. El objetivo es que Bolaños ofrezca explicaciones de primera mano sobre el caso de espionaje. Con todo, estas mismas fuentes remarcan que el encuentro “en ningún caso sustituye la reunión que debe producirse entre presidentes” y que Aragonès lleva una semana demandando.
La tensión entre el Ejecutivo central y el catalán había crecido a lo largo de la semana. Mientras en un primer momento Aragonès evitó hablar de una ruptura de las relaciones, tras su viaje a Madrid para reunirse con los grupos parlamentarios en el Congreso que dan apoyo a la comisión de investigación el president amenazó con retirar el apoyo de ERC a algunas de las leyes claves del Gobierno. Además el jefe del Govern exige la citada reunión “cara a cara” con el presidente Sánchez para tratar el asunto, petición que por el momento no tiene respuesta por parte de la Moncloa.
La exigencia de Aragonès y los suyos era obtener explicaciones inmediatas del Gobierno sobre las intromisiones en teléfonos móviles, conocer si el CNI está detrás de éstas, su alcance y también quién las ordenó. Sin embargo, desde el Ejecutivo hasta el momento se habían negado a informar de estos detalles, alegando que las informaciones que afectan a los servicios de inteligencia están protegidas por ley.
El viaje de Bolaños a Barcelona intenta rebajar esta tensión creciente y reconducir el escándalo por la vía del diálogo. “Para el Gobierno es muy importante seguir manteniendo la misma voluntad de diálogo que se ha venido practicando hasta ahora con el Govern de Catalunya desde que Pedro Sánchez es presidente”, indican fuentes del Ejecutivo, que destacan que esta reunión se ha producido tras contactos entre ambas partes a lo largo de la semana.
Junts ha salido al paso del anuncio para desmarcarse de la reunión. “El único anuncio que esperamos del Gobierno español es la apertura de una investigación sobre el espionaje”, ha indicado el partido en un comunicado. “De lo contrario, y tal y como se pactó entre los dos socios de Govern el pasado martes, mantenemos congeladas las relaciones y por tanto reuniones políticas bilaterales”, añaden.
Según un análisis de un laboratorio canadiense, al menos 65 terminales de dirigentes soberanistas, sus abogados o familiares fueron infectados entre 2018 y 2020 por el sistema israelí de ciberespionaje Pegasus. Entre los espiados figuran, además de Aragonès, sus antecesores Quim Torra y Artur Mas así como estrechos colaboradores de Carles Puigdemont, como su abogado Gonzalo Boye o Joan Matamala, así como uno de sus asistentes en el Europarlamento y su esposa, Marcela Topor. En el caso de Boye, su teléfono fue atacado hasta en 18 ocasiones entre marzo y octubre de 2020, y en una de ellas el intento logró acceder al terminal.
Pegasus es una potente herramienta de hackeo y espionaje que puede convertir el móvil de su objetivo en una grabadora de toda su actividad. Es capaz de activar de forma remota el micrófono, la cámara o el GPS a petición del atacante y hacerle llegar todo lo que registren, así como acceder a los mensajes, fotos o cualquier archivo almacenado en el dispositivo. Dirigentes independentistas como Roger Torrent o Ernest Maragall ya habían sido espiados a través de este sistema.