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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Bruselas, epicentro de la investidura

La investidura de Pedro Sánchez, si recibe el encargo del rey, se votará en la Carrera de San Jerónimo, la calle de Madrid donde se encuentra el Congreso de los Diputados. Pero la clave de su negociación está a 1.500 kilómetros de distancia: en Bruselas. Los resultados del 23J dejaron claro que la llave de la gobernabilidad de España la tiene Carles Puigdemont y este lunes, tras el parón estival, se evidenció más que nunca. Yolanda Díaz sacó al expresidente catalán del ostracismo al desplazarse hasta la capital comunitaria para reunirse con el dirigente de Junts y abordar el proceso de investidura. 

Puigdemont quiere gestos y, por el momento, los tiene. El primero fue arrancar a los socialistas un compromiso por escrito para impulsar las lenguas cooficiales tanto en el Congreso como en las instituciones europeas. Lo consiguió y, a cambio, inclinó la balanza en favor de las fuerzas progresistas para convertir a la balear Francina Armengol en la tercera autoridad del Estado.

El segundo ha sido la visita de Díaz en Bruselas. ¿Por qué la Eurocámara y no Waterloo, donde tiene su residencia? “Tenía que ser aquí”, señalaban desde el entorno del expresident en la Eurocámara. Puigdemont tiene precisamente una lucha con el Estado español por mantener su acta de eurodiputado, que es la que le ha protegido de la extradición con la que se enfrenta a la prisión.

La aritmética de la pasada legislatura permitió a la coalición del Gobierno en funciones obviar a Junts. La división en el antiguo espacio convergente salvó a Sánchez en algunas votaciones clave gracias al 'sí' de la parte más moderada representada por el PDeCAT, pero ese equilibrio de fuerzas ha saltado por los aires. Ahora necesita el 'sí' de los siete diputados de Junts, la fuerza política con la que ha comenzado el deshielo en las relaciones. 

Pero Yolanda Díaz ha dado un paso más que los interlocutores socialistas. En su viaje a Bruselas ha conocido al expresident catalán, con el que no había tenido relación previamente. Aunque Sumar y Junts han tenido contactos desde las elecciones, la formalidad se ha culminado este lunes: “La reunión ha sido fructífera y permite establecer una relación normalizada y estable entre ambas formaciones políticas”. 

Sumar y Junts, cerca en la amnistía

Desde Sumar explican que fue el propio Puigdemont quien se interesó por la visita de la vicepresidenta en funciones. Mientras que el líder de Junts niega que haya una negociación en marcha y la limita a un “diálogo”, en el equipo de Díaz sí consideran que hay una negociación en curso. “El problema es que el PSOE no ha hablado con Puigdemont de la votación de la Mesa del Congreso”, se quejan en Sumar.

En la reunión entre Díaz y Puigdemont se trataron varios temas, pero sobre todo se habló sobre la amnistía. En este momento es la cuestión que más sintonía genera entre las dos fuerzas. El exdiputado Jaume Asens hace de enlace entre ambos mundos, gracias a su buena relación con Puigdemont y los suyos. Asens, experimentado jurista, es además una de las voces que más han insistido en la constitucionalidad de una eventual amnistía. 

Con todo, en Sumar saben que el olvido judicial no agota las peticiones de Junts, que quiere avanzar también en cuestiones como el catalán y, a más largo plazo, la posibilidad de celebrar un referéndum o, al menos, que se reconozca la necesidad de que los catalanes voten sobre su futuro. 

El PSOE se desmarca

Puigdemont vuelve así al epicentro de la política española tras meses vagando por los pasillos de la Eurocámara sin foco más allá de días puntuales para reaccionar fundamentalmente a las noticias que afectan a su futuro judicial. El expresident catalán reaviva el nivel de popularidad que tuvo en 2017, cuando llegó a Bélgica huyendo de España, y su primera aparición en público superó el cartel de lleno en el Press Club al que se acercó incluso la prensa internacional. 

A esa cita –a la que siguieron incluso persecuciones por la capital belga– se remiten en su equipo a la hora de preparar la conferencia que pronunciará este martes, en la que desvelará su visión y exigencias para una eventual investidura. La propia formación reconoce en la convocatoria que el “actual contexto político la sitúa en el centro del escenario político”. 

A la capital europea se ha desplazado una delegación de ERC y de la CUP, así como de algunas organizaciones civiles independentistas. El interés de los republicanos es importante, pues ellos también son necesarios para una investidura de Sánchez.

Moncloa, sin embargo, se desmarca completamente del viaje de la vicepresidenta segunda, del que recibió información el domingo por la noche. Y también marca distancias con lo que hayan hablado Díaz y Asens en ese encuentro. En el ala socialista del Ejecutivo recalcan que tienen su propia hoja de ruta hacia la investidura. 

El PP recoge cable tras levantar el veto a Junts

Y en la ecuación está Junts, partido al que incluso el PP ha levantado el veto en su pirueta para presentar a Alberto Núñez Feijóo como presidenciable a sabiendas de que es un camino fallido. “Junts es un grupo parlamentario que más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda”, expresó el vicesecretario de Relaciones Institucionales, Esteban González Pons.

Pero en Génova, donde escuece haberse quedado a un puñado de escaños de gobernar con el apoyo de la extrema derecha, no han dudado en criticar la reunión de Díaz con Puigdemont y han recogido cable respecto a la reunión que aspiran a mantener con Junts. “Sabemos lo que tenemos que hacer pero no lo vamos a hacer. Nos vamos a reunir con las fuerzas políticas representadas en el Congreso para decirles que las prioridades del país según nosotros y quien aspira a ser presidente del Gobierno, que es Alberto Núñez Feijóo, son la economía, la fiscalidad, los servicios públicos, la reforma de la educación, la universidad y el impulso a la Formación Profesional”, expresó el portavoz del PP, Borja Sémper. 

“Yolanda Díaz no va a título particular como dirigente de una formación política porque uno no puede ser dirigente de una formación política los días pares y vicepresidenta del Gobierno los días impares”, ha arremetido el portavoz contra Díaz, a pesar de que el PP ha manifestado su voluntad de sentarse con el grupo parlamentario que, aunque desde la distancia, pilota Puigdemont.