Un proyecto de “crowdfunding”, una especie de mecenazgo popular puesto en marcha por el círculo republicano del Alto Gállego, busca obtener fondos para localizar 51 tumbas de soldados republicanos en un terreno, a escasos kilómetros de Sabiñánigo (Huesca), donde se instaló un hospital de campaña durante la Guerra Civil.
Por ahora, según ha explicado a EFE el vicepresidente de esta organización, José Ángel Pérez, se han localizado 21 tumbas de madera, perfectamente alineadas, pero falta por encontrar otras 51.
Todas ellas se encuentran en un terreno ubicado junto al Molino Escartín, en el término municipal de Sabiñánigo, que estaba abandonado, ya que la familia propietaria no lo cultivó al conocer la existencia del cementerio.
Precisamente, han sido miembros de esta familia los que transmitieron al círculo republicano del Alto Gállego la información de que en dos campos, separados por un pequeño barranco, había enterradas 72 tumbas.
Corresponden a soldados republicanos que no lograron sobreponerse a las heridas sufridas en el frente de batalla tras ser trasladados y atendidos en el hospital de campaña, que se ubicó junto al molino.
Se trataba de hospitales “volantes” que se iban moviendo de ubicación en función de la línea de combate, ha indicado Pérez.
Desde el círculo republicano del Alto Gállego se cree, con “casi toda certeza”, que la mayoría de estos soldados republicanos eran catalanes, pertenecientes a Esquerra Republicana, UGT y CNT, originarios de la zona de Barcelona, ha afirmado Pérez.
Cada una de las tumbas portaba en origen la placa de identificación de los soldados, pero años después, ante el deterioro de la madera, el abuelo de la actual familia decidió retirarlos para conservarlos en el interior de la casa del molino.
Posteriormente, ha relatado Pérez, en uno de los cien robos que sufrió la casa del molino, por entonces cerrada, desaparecieron las placas, por lo que las tumbas se encuentran desde entonces sin identificar.
Con el sistema de “crowdfunding”, una especie de mecenazgo popular, se prevé recaudar 1.500 euros con los que financiar los trabajos, además de las lápidas y un monumento conmemorativo.