Bustinduy, un dirigente del primer Podemos para reemplazar a Belarra en el Gobierno
Pablo Bustinduy será el nuevo ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Yolanda Díaz ha elegido a este doctor en Filosofía para que herede la cartera que deja la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. El nuevo ministro fue, de hecho, una de las caras destacadas de ese partido desde su fundación en 2014 y hasta 2019, cuando dejó la política por motivos personales, poco después de que la ruptura del sector 'errejonista' para fundar Más Madrid.
Bustinduy dejó el partido sin hacer ruido y, aunque siempre estuvo vinculado a la corriente liderada por Íñigo Errejón, el dirigente se quedó un tiempo más. Decidió volver a la universidad y no incorporase a Más Madrid. Desde entonces, optó por continuar su carrera académica en Estados Unidos hasta que recientemente se acercó a Sumar, la plataforma política de Yolanda Díaz. Bustinduy participó en la campaña electoral, asesorando a la coalición en temas internacionales, aunque su perfil público durante esas semanas fue más bien secundario.
El nuevo ministro asume una cartera que en las últimas semanas ha arrastrado cierta polémica. Díaz pensó inicialmente en Nacho Álvarez para ese puesto, aunque el hasta ahora secretario de Derechos Sociales no quería asumir esas funciones sin el apoyo de Podemos, el partido político en el que militaba hasta el pasado viernes. Ione Belarra rechazó la oferta que le hizo Sumar in extremis para que Álvarez fuese ministro como parte de su cuota. Tras la negativa, Álvarez dimitió de sus cargos en el partido y le trasladó a Díaz también su 'no' a asumir esa cartera.
La líder de Sumar tenía ya en la cabeza a Bustinduy como segunda opción, a pesar de que su formación es fundamentalmente sobre temas internacionales. El ministerio que hereda mantendrá también una secretaría de Estado para la Agenda 2030 y sumará Consumo, cartera que durante la pasada legislatura tenía carácter de ministerio propio, en manos del líder saliente de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Pablo Bustinduy es doctor en Filosofía por la universidad estadounidense New School for Social Research de Nueva York. Bustinduy comenzó su carrera universitaria en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en Ciencias Políticas y de la Administración y luego amplió sus estudios por medio de diversas becas y programas de investigación en Francia, donde obtuvo un máster en Historia y Pensamiento Político en el Instituto de Estudios Políticos de París. Completó su doctorado más tarde en Estados Unidos.
El nuevo ministro ha ejercido desde entonces como investigador y profesor de Filosofía, Relaciones Internacionales y Políticas Sociales en varias universidades estadounidenses y europeas, como el City College de Nueva York, la New York University y la Universidad de Milán. También ha sido profesor invitado en la Universidad de Columbia y Research Fellow en el Center for American Political Studies de la Universidad de Harvard. Es autor de dos libros que verán la luz en los próximos meses: Política y Ficción (Península, Enero de 2024) y Space and Political Universalism (Edinburgh University Press, marzo de 2024).
Díaz pensó en Bustinduy primero para la campaña y después para el nuevo gobierno por su “vocación internacionalista y por la férrea defensa de una Europa social”. Ha trabajado como investigador en política social europea en la Universitá Statale di Milano y algunos de sus trabajos más recientes se han centrado precisamente en la reformulación del concepto de bienestar y la defensa de un nuevo contrato social para afianzar la democracia en tiempos de crisis de la globalización.
Estos trabajos, aseguran en Sumar, entroncan con las competencias y políticas públicas que dirigirá desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, “donde asumirá el reto de ampliar y fortalecer el Estado del Bienestar y avanzar en la consecución de los objetivos de Desarrollo Sostenible que incluye la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades o la lucha por la paz y la justicia a nivel global”.
Hijo de la exministra de Sanidad con el PSOE Ángeles Amador, Bustinduy se involucró de lleno en la política a través de Podemos, partido en el que participó desde su fundación en 2014. Por su perfil internacional, fue uno de los principales asesores de Pablo Iglesias durante su etapa en el Parlamento Europeo, donde se convirtió en una persona de extrema confianza para el entonces líder del partido.
Todo ello a pesar de que siempre fue más cercano a las tesis del sector errejonista del partido, antes de la ruptura definitiva. En Vistalegre 2, el Congreso en el que Iglesias y Errejón se enfrentaron por el control del partido, fue como número tres en la lista del segundo. Tras los resultados, fue uno de los tres miembros de ese sector que Iglesias incorporó al Consejo de Coordinación, la ejecutiva del partido.
Aunque mantuvo divergencias con las tesis del entonces líder del partido, Bustinduy siempre mantuvo esas diferencias en silencio, con la excepción de su posición en aquella Asamblea Ciudadana. La salida de Íñigo Errejón del partido em 2019 para fundar Más Madrid lo pilló por sorpresa y a pesar de su cercanía ideológica con el cofundador del partido se mantuvo un tiempo más en Podemos y de hecho llegó a participar en las primarias para las elecciones europeas, en una lista de consenso junto a Sira Rego, de IU, y Ernest Urtasun, de los comuns, con quienes ahora compartirá Gobierno.
Bustinduy, sin embargo, no llegó a ser elegido en esas elecciones porque renunció poco después de que se conformara la lista, dos meses antes de los comicios. Entonces, explicó que no se sentía con “la entereza y las fuerzas necesarias para asumir una responsabilidad pública tan importante con el rigor, la dedicación y el compromiso absoluto a largo plazo que requiere en este tiempo político nuevo”.
Salió de ese momento de la arena política para volver a su carrera universitaria. Hasta que Díaz lo recuperó para Sumar, en la pasada campaña electoral. Una vuelta a la política que confirma ahora con la asunción de la cartera que hasta ahora dirigía la secretaria general del partido que ayudó a lanzar y que abandonó hace cuatro años.
Los retos pendientes en Consumo
Un área que integra Derechos Sociales con el nuevo organigrama del Gobierno es la de Consumo. Entre los hitos del equipo saliente, con Alberto Garzón al frente, están la regulación de la publicidad de los juegos de azar. Pero el gran choque, dentro del propio ejecutivo, fue por el impulso de una normativa más estricta respecto al etiquetado de los alimentos y limitar también los anuncios de productos insanos para niños. Una medida que defendía Unidas Podemos, que llegó a elaborar un borrador de ley, pero que el PSOE frenó, defendiendo la “autorregulación y corregulación”.
El acuerdo de los socialistas con Sumar incluye ahora que se “garantizará la protección de los menores frente a la publicidad de alimentos no saludables”, sin mayores detalles.
Una de las últimas medidas de calado del ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con Ione Belarra al frente, fue la reversión de los recortes en dependencia de 2012. En julio de este año, la líder de Podemos anunció un aumento de estas ayudas para 750.000 personas. El gran reto de su sucesor en el cargo será cumplir con el compromiso de Pedro Sánchez de que estas prestaciones lleguen a sus destinatarios en el plazo máximo de 30 días.
Durante su intervención en el debate de investidura, Sánchez anunció también que el Ejecutivo va a “facilitar la conciliación” de padres y madres mediante la ampliación del permiso por nacimiento a las 20 semanas y la consideración de las familias monoparentales con dos hijos como numerosas. Esta última es una reivindicación histórica de este colectivo, formado principalmente por mujeres.
En materia de conciliación, el adelanto electoral dejó a punto de aprobarse la nueva ley de familia. Aunque la norma no salió adelante, algunas de las mejoras que incorporaba se aprobaron por decreto a principios de verano. Por ejemplo, un permiso retribuido de cinco días para el cuidado de familiares o convivientes, otro que permite a padres y madres ausentarse del trabajo para atender urgencias relacionadas con sus hijos o hijas o un permiso parental de ocho semanas que podrá tomarse de manera seguida o discontinua hasta que el menor cumpla ocho años.
Y ya en vigor está también la Ley de Bienestar animal, que busca “luchar contra el maltrato, el abandono y el sacrificio de animales”, con sanciones que van de un año a 36 meses de prisión. La norma prohíbe el uso de determinados accesorios, como pinchos o collares que ahorquen, prevé que los zoológicos se reconviertan progresivamente en centros de recuperación, prohíbe los animales en circos e impide la comercialización en tiendas de gatos, perros y hurones, entre otras medidas.
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