Los consejeros de Caja Madrid disfrutaron del derroche de la entidad financiera. Entre los privilegios de los que gozaban: una estancia de cinco días con todos los gastos pagados en Cascais, una zona turística al este de Lisboa, para asistir a una reunión en enero de 2008.
El propio presidente de la entidad, Miguel Blesa, revisó la carta en la que se informaba a los asistentes de que disfrutarían de un hotel de cinco estrellas para cada uno de ellos y sus respectivos acompañantes, según revelan los correos electrónicos a los que ha tenido acceso eldiario.es a través de una fuente anónima derivada por colaboradores de la Red Ciudadana Partido X.
Es más, la organización les ofrecía una selección de actividades a elegir tras la reunión, que concluyó el 25 de enero. Podían escoger entre “copilotaje de coches en el Circuito de Estoril dirigido por un piloto profesional”, “sobrevuelo en helicóptero por la costa de Sintra y Cascais”, o una partida de golf. Algunos consejeros optaron por el automovilismo, según demuestran las fotografías que Blesa les hizo llegar unos días más tarde.
“Puesto que usted prolongará su estancia durante el fin de semana, me es grato informarle que los gastos generados durante su alojamiento en el Hotel Grande Real Villa Italia correrán a cargo de la organización”, explica la “carta informativa” que Blesa revisó. El hotel en el que se alojaron se inauguró en 2007, tiene un lujoso spa y está situado en un lugar privilegiado de la costa portuguesa. Reservar hoy una habitación para dos personas durante cuatro noches en las mismas fechas no baja de los 535 euros.
Caja Madrid también se ocupaba del traslado de cada consejero y de su respectivo acompañante al aeropuerto el día 27 de enero de 2008 –dos días después de finalizar la reunión prevista–. Los miembros del consejo debían confirmar al departamento de Relaciones Externas y Protocolo su asistencia, así como la actividad exclusiva que deseaban realizar y tras la que se les ofrecía “un almuerzo conjunto”.
“No está prevista ninguna agenda específica para el fin de semana; no obstante estamos a su disposición para el caso de que quisiera realizar alguna reserva particular”, añadía la misiva, a la que se adjuntaba “un ejemplar de la revista Traveler, en la que aparece un extenso artículo sobre Portugal”.
En el email que Blesa remite a una trabajadora con la “carta corregida” y la orden de que la “interlocutora debe ser la jefa de Protocolo”, Gema Martos, que ahora ocupa ese mismo puesto en Bankia, también se adjuntaba la lista de consejeros y directores generales que habían confirmado su permanencia en Cascais durante el fin de semana con gastos pagados.
“Consejera locuaz”
El correo interno de Caja Madrid también desvela que a la dirección no le sentó bien que la entonces consejera Mercedes de la Merced –dirigente del PP recientemente fallecida– revelara en una tertulia en la Cadena SER que se encontraba en Lisboa con motivo de la celebración de una reunión del consejo. “Ayer, por teléfono, Mercedes de la Merced estuvo locuaz. Intervino en el programa de Gemma Nierga, asegurando que el banco estaba muy preocupado con la situación económica y que el consejo se celebraba en Portugal para ir a ver las oficinas”, informó el director de Comunicación, Juan Astorqui, a Miguel Blesa el viernes 25 de enero.
Astorqui también se quejaba de que esa “locuacidad” tuvo como repercusión que el periódico El Economista publicara una información sobre Iberia en la que aseguraba que “el consejo de la entidad apoyó en la reunión de ayer la operación diseñada por su presidente”.
Efectivamente, Mercedes de la Merced entró en directo desde Portugal: “Nos hemos venido a Lisboa el consejo de administración de Caja Madrid. Todos los años tenemos una reunión para preparar lo que puede ser el ejercicio, normalmente era en Toledo, pero este año hemos venido a Lisboa, también a conocer cuál es la situación del banco y de las oficinas que tiene Caja Madrid en Portugal”, aseguró la dirigente popular a la presentadora, según la transcripción del programa que el jefe de prensa hizo llegar a Blesa. “¿Y cuál es la situación? ¿Es buena?”, preguntó Gemma Nierga. “Bueno, pues digamos que no es muy boyante. Hay un cierto temor a esa crisis económica anunciada y de la que el propio Almunia hablaba”.
Pocos días antes, Blesa se había quejado de la morosidad que atacaba a los bancos y que había sido del 31% en el caso de Caja Madrid. “Es verdad que Miguel Blesa en ningún caso dijo que la situación era preocupante, sí dijo que está llamando a la puerta y que, cuando entra, pues entra a tropel. Es verdad que está presupuestado para el ejercicio más previsiones de impagados y, sobre todo, hay un dato que preocupa y es que a fecha de hoy los que menos pueden hacer frente a sus obligaciones crediticias son los inmigrantes”, añadió Mercedes de la Merced.
Entre los asistentes al fin de semana con gastos pagados por la entidad financiera que luego fue rescatada con fondos públicos figuran: Enrique de la Torre, secretario del consejo de administración; Francisco Baquero y Pedro Bedia, representantes de CCOO; Gonzalo Martín Pascual, sentado en el consejo en representación de UGT; Antonio Romero, Ramón Espinar, José María de la Riva y José María Arteta, representantes del PSOE; Mercedes de la Merced, del PP; y, Juan José Azcona, de Izquierda Unida.
Los pendientes por confirmar eran José Antonio Moral Santín, de IU; Ignacio de Navasqües, de la Confederación de Cuadros; Matías Amat, lugarteniente de Blesa y director general de Negocio en Caja Madrid; y Mariano Pérez Claver. Los demás consejeros figuran como no asistentes a la estancia de lujo en Cascais. Gerardo Díaz Ferrán ni siquiera viajó a Portugal.