La izquierda derrumba el poder absoluto del PP
Todo cambia. Nada será igual tras las elecciones del 24M que reservaban para el PP un agujero de 2,4 millones de votos y la pérdida de casi todas sus mayorías absolutas en comunidades autónomas y ciudades importantes. La hecatombe es de tal magnitud que se lleva por delante a la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, seguida de una larga lista de víctimas probables: Esperanza Aguirre, José Antonio Monago, Alberto Fabra, Luisa Fernanda Rudi o Alberto Núñez Feijóo.
El parte de bajas en el PP es tan elevado que de poco sirve a los de Génova 13 agarrarse a la idea de que han sido los más votados en el cómputo general. Ada Colau en Barcelona y Manuela Carmena en Madrid han conseguido con sus victorias empañar cualquier excusa. El tiempo político ha cambiado por cada una de sus aristas.
Rajoy, como era previsible, no ha comparecido ante los medios de comunicación tras el recuento electoral. En su lugar, Carlos Floriano se encargó de transmitir la consigna a seguir en los próximos días: “La opción mayoritaria de los españoles es el PP”. Ninguna familia dentro de la formación se escapa a la debacle, lo que garantiza al presidente del Gobierno mayor tranquilidad y garantías a su candidatura a las próximas elecciones generales.
Más allá del desastre general de los populares está la derrota de Esperanza Aguirre. Tras una campaña bronca y alarmista, la veterana líder del PP ve reducidos sus apoyos 14 puntos y tiene que digerir cómo su oponente, a la que vinculó con ETA, será la nueva alcaldesa de Madrid. Aguirre compareció ante los medios rodeada de oscuridad. La luz de la primera planta de Génova 13 decidió abandonarla momentáneamente cuando empezó a arrastrar las primeras frases.
El PP ha fracasado en su discurso del miedo y deberá replantearse la estrategia dialéctica de cara a unas generales que están ya a la vuelta de la esquina. Si era “o yo o el caos”, solo hay dos opciones: o el votante ha preferido el caos o no se ha dejado afectar por el susto que pretendían provocar Rajoy y los suyos en los mítines.
En el anverso de Génova 13 está el éxito de Colau y Carmena. Las dos candidatas al frente de listas de confluencia tienen ante sí la responsabilidad de gobernar Barcelona y Madrid. Colau será alcaldesa sin tener que preguntar a nadie. Carmena necesita el apoyo del PSOE, pero Pedro Sánchez ya se ha encargado de marcar el rumbo a seguir: “Vamos a articular gobiernos de izquierdas”. Atrás queda aquel tiempo en el que el político del PSOE decía que nunca pactaría con gobiernos populistas. El 24M también ha cambiado eso.
La distancia en votos entre el PSOE y el PP queda reducida a dos puntos porcentuales y poco más de 400.000 votos de diferencia. Los socialistas consiguen salvar los muebles de Pedro Sánchez pero para ello tendrán que pactar y reinventar su posición política con respecto a los nuevos partidos de izquierda.
Sánchez tienen ante sí dos escenarios en su nueva disposición al pacto. En Extremadura y Castilla-La Mancha solo necesita a Podemos para gobernar. En Aragón y la Comunidad Valenciana también pueden hacerse con el poder, pero con más complicaciones y acuerdos a varias bandas.
La estrategia del PSOE pasa por conseguir poder autonómico a cambio de poder municipal. Pedro Sánchez podrá facilitar nuevos gobiernos de izquierda en Madrid con Manuela Carmena, en Zaragoza con Zaragoza en Común o en Valencia con Compromís.
Los socialistas tampoco pondrán problemas para los gobiernos que lideran las mareas en Galicia, otra de las grandes sorpresas anunciadas para este 24M. Martiño Noriega en Santiago (Compostela Aberta) y Xulio Ferreiro en A Coruña (Marea Atlántica) han conseguido ganar las elecciones frente al aviso de Feijóo de que convertirían Galicia en Venezuela. José María Hernández en Ferrol (Marea Ártabra) podrá, si el PSOE lo permite, gobernar la ciudad y desbancar al PP de las principales ciudades gallegas. Los resultados en Galicia dejan a Núñez Feijóo en posición comprometida para casi todo y sin opciones de ser ese delfín de Rajoy que muchos pronosticaban en Madrid.
Dos resultados para dos estrategias en IU
Los resultados de IU en este 24M tienen una lectura evidente: a los de Cayo Lara les va mayoritariamente mal allí donde se presentaron en solitario y cosechan éxitos donde, como pidió Alberto Garzón, han participado en listas de confluencia.
La situación diversa en IU debilita aún más a Lara ante Garzón, candidato a las generales y cuyas tesis se ven ahora refrendadas por el éxito de las confluencias frente a la defensa de las siglas. Izquierda Unida participa de los triunfos de las listas de confluencia fuera de Madrid y se queda fuera del éxito de Manuela Carmena en el Ayuntamiento al haber presentado lista propia, al margen de Ahora Madrid.
Ciudadanos pierde las llaves
El partido de Albert Rivera se había presentado en campaña como la gran fuerza que habría de decidir dónde sí y dónde no gobernaba el Partido Popular. Pese a los buenos resultados, Rivera no tendrá tantas llaves como esperaba atesorar.
Además, el 24M deja a la nueva formación en una encrucijada de cara a las elecciones generales. Rivera debe decidir si apoya el gobierno de Cifuentes en la Comunidad de Madrid, y esa decisión puede marcarle de aquí hasta la próxima cita con las urnas.