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Los candidatos apuran la preparación del debate y Casado no logra tener la última palabra

Los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno que se enfrentan este lunes y este martes en sendos debates apuran la preparación de los enfrentamientos que pueden ser decisivos y marcar un punto de inflexión en la campaña electoral. Los equipos son conscientes de que cualquier error puede ser fatal y que buena parte de los electores indecisos pueden elegir su papeleta en los programas que emitirán RTVE y Atresmedia. Encerrados desde hace horas e incluso días, los aspirantes pulen su preparación mientras Pablo Casado ha tratado de tener la última palabra, si bien no lo ha conseguido.

El PP había recurrido ante la Junta Electoral Central el sorteo que ha hecho RTVE para repartir las intervenciones de esta noche. La pretensión del candidato conservador era abrir y cerrar el enfrentamiento, al entender que el turno de intervención debe responder a los resultados electorales de las últimas generales, en las que el PP obtuvo un 33% de los votos frente al 22% del PSOE, que quedó en segunda posición.

El máximo órgano electoral ha rechazado, sin embargo, ese recurso de los populares, según han confirmado a eldiario.es fuentes de la dirección del PP. “La organización del debate entra dentro del ámbito de autonomía del medio”, explica la Junta Electoral en su escrito, hecho público esta tarde. Apunta, además, que “en el presente caso la forma en que ha sido ejercida no resulta arbitraria ni de forma global contraria al principio de proporcionalidad”.

“En la televisión pública no debería haber un sorteo para el reparto de tiempo, sino que éste debería darse en función de la representación parlamentaria como ha pasado en otros debates que se han celebrado en la televisión pública”, argumentaban desde el PP.

Casado, que fue el único candidato que tuvo agenda este domingo, tiene como objetivo erigirse en alternativa a Pedro Sánchez, que quede claro que si alguien puede arrebatarle La Moncloa es él ante la competición de la derecha. Por eso insistió sin éxito en tener un 'cara a cara' con el presidente y pretende convertir los enfrentamientos de estos días en duelos.

Sánchez es consciente de que será la diana de los ataques de sus tres adversarios. La idea del presidente es ir “zen”, aunque es consciente de que Casado y Albert Rivera le atizarán especialmente con Catalunya y los indultos a los presos independentistas. Ese asunto, que el líder socialista evita concretar con el argumento de que aún tiene que pronunciarse la Justicia, es uno de los que más preocupa en las filas del PSOE.

El presidente lleva encerrado en Moncloa desde el sábado por la tarde, aunque ha mantenido sus carreras matinales, según informa su equipo. Ha trabajado en la preparación del debate especialmente con su jefe de gabinete, Iván Redondo, a partir de fichas que ha elaborado todo el equipo. Sánchez pretende presumir de su acción de Gobierno en los últimos diez meses. Acude “pertrechado de ideas y realidades”, según ha expresado la vicepresidenta, Carmen Calvo.

En el entorno del presidente creen que ser el objetivo de todos los ataques no le viene mal. De hecho, por eso pretendía hacer un debate a cinco con Vox, para visualizar a las derechas, incluida la extrema, contra él. Sánchez tratará de explotar, como en toda su campaña, su perfil moderado para arrancar votos en el centro. En Moncloa están convencidos de que la ausencia de Vox a quien perjudica es al PP porque ha victimizado Santiago Abascal mientras que Casado no tendrá la oportunidad de confrontar con él, según las fuentes consultadas.

Albert Rivera ha alquilado un escenario para practicar, incluso, con la posición que ocupará en los platós de televisión, informa EFE. Rivera y sus asesores han ensayado respuestas y gestos, la colocación y el uso del atril. Respecto al contenido, Ciudadanos atacará al presidente especialmente por el conflicto territorial y prevé sacar el tema de la “nación de naciones” que Sánchez ha dejado en el olvido en esta campaña para confrontarlo con su idea de “ciudadanos libres e iguales”.

El líder de Ciudadanos mantendrá la mano tendida a los 'populares' para formar un Gobierno de coalición tras el 28-A, pero en su equipo aseguran que eso no impedirá que Rivera también critique a Casado en los debates, informa Europa Press.

Pablo Iglesias lleva tres días recluido en su casa preparando los enfrentamientos que, para el candidato de Unidas Podemos, son imprescindibles porque considera que se mueve bien en ese terreno por lo que la posibilidad de poder confrontar dos días consecutivos les da esperanzas. De hecho, Unidas Podemos, que comenzó la campaña en mala situación, lo fía todo al sprint final.

Iglesias tratará de situarse como el candidato útil para los votantes de izquierdas, tal y como lleva haciendo en las últimas semanas, aireando la posibilidad de que Sánchez pretenda pactar con Rivera.