Los candidatos a la Presidencia de Brasil estrenaron hoy sus propagandas electorales en la radio y en la televisión en medio al vuelco que supuso el fallo de la Justicia que impide la participación en las elecciones de octubre del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, preso por corrupción.
El Partido de los Trabajadores (PT) inauguró su campaña televisiva sin Lula como candidato y con la afirmación de que “la decisión está tomada” y que seguirá con el exmandatario “hasta el fin”. Insistió también que entrará con “todos los recursos” para revertir el fallo del Tribunal Superior Electoral.
“La decisión está tomada. Nosotros vamos con Lula hasta el final”, dijo el exministro Fernando Haddad, aspirante a la Vicepresidencia en la fórmula encabezada por el expresidente, preso y condenado por corrupción y cuya candidatura a las elecciones de octubre fue impedida por haber sido condenado en segunda instancia.
El Tribunal Superior Electoral decidió por una mayoría de seis votos frente a uno que la ley conocida como “Ficha Limpia”, que fue sancionada por el propio Lula en 2010, cuando aún gobernaba, impide que encare la que habría sido su sexta candidatura presidencial, que ha intentado aún cuando está en prisión desde el pasado abril.
El veredicto de la Corte en la madrugada de este sábado prohibió además que el exmandatario aparezca en la propaganda electoral como candidato, pero autorizó la presencia de su figura en la campaña desde que no se presente como tal.
Así, el PT apostó por enseñar “la persecución política” de Lula, donde Haddad, su compañero de fórmula, se impuso más como defensor del exmandatario que aspirante a la Vicepresidencia de Brasil.
Aunque el partido aún no lo ha confirmado, el veto a la candidatura de Lula deberá encumbrar como abanderado de esa formación a Haddad, una alteración para la cual tendrá un plazo de diez días.
Los demás candidatos presidenciales optaron por centrarse en discursos puntuales y orientados a audiencias específicas.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, quien encabeza los sondeos con casi el 20 % de las intenciones de voto en un escenario sin la presencia de Lula, abogó en los pocos segundos que le cabían por “la defensa de la familia y de la patria”.
La ecologista Marina Silva, quien aparece en segundo lugar en las encuestas con un 15 % de las simpatías, orientó su discurso a las mujeres y afirmó que “juntas somos más fuertes” y que trabajará “todos los días para que nadie diga a una (mujer) que no es capaz”.
Ya el socialdemócrata Geraldo Alckmin, el candidato con más tiempo de propaganda electoral pero con tan solo entre un 6 % y 9 % de los apoyos, apostó por acercarse al electorado con una presentación biográfica del “hombre por detrás del político”, en la que enseñó su trayectoria personal y profesional.
Finalmente, el laborista Ciro Gomes, técnicamente empatado con Alckmin, reiteró su promesa de ayudar a que los ciudadanos brasileños puedan sanar sus deudas y limpiar sus nombres.