La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que preside la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, ha asegurado que la ley trans —que reconoce el derecho a la autodeterminación de género— “puede destrozar la potente legislación de igualdad de nuestro país”. Lo ha dicho en una entrevista en el diario El Mundo, en la que ha defendido que la norma, que asegura que “aún no existe” porque su trámite continúa en las Cortes, “puede tener problemas de interpretación y aplicación con este giro que se pretende”.
En la entrevista, Calvo defiende que al reafirmar el género se “construye una trampa de la que el feminismo quería salir”: “Cuando se reivindica el género por encima del sexo biológico no me parece un avance que vaya en la dirección transformadora, me parece un retroceso”, ha dicho al ser preguntada sobre si se puede ser feminista y defender la teoría queer, algo a lo que ha respondido que “no”. “Hemos sido excluidas del sistema por ser mujeres y lo que queremos es entrar y transformarlo”, ha expresado.
La exvicepresidenta del Gobierno ha asegurado que la Constitución “contempla el sexo” y “no el género”: “La teoría queer cambia todo eso y, en mi opinión, pone sobre la mesa problemas de seguridad jurídica muy importantes”, ha afirmado. Preguntada sobre si entonces no es posible defender la ley trans y ser feminista, Calvo ha insistido de nuevo en que “para el feminismo” del que ella proviene, “el de la revolución del Estado moderno, el del voto para la mujer y el de la Igualdad” esta ley “no es un avance”. La que fuera vicepresidenta del actual Gobierno ha recordado la ley de Violencia de Género de 2004. “Yo estaba en ese gobierno”, ha reivindicado. “Esa ley hablaba de mujeres, de sexo femenino y, con una revolución jurídica de esa naturaleza, no puedes introducir ahora categorías que la contradicen”, ha agregado.
Sobre si sus discrepancias con la ley dieron lugar a su salida del Gobierno, Calvo ha dicho que ese asunto solo lo saben el presidente y ella. “Que sepa, ni él ni yo lo hemos contado nunca. Y así seguirá”, ha añadido, para reivindicarse posteriormente como “parte de las miles y miles de mujeres que desde el feminismo quieren salir del género y que no aceptamos un debate, ningún debate, sobre lo que somos las mujeres”.
La norma suscitó duras discrepancias entre los socios del Gobierno
El Gobierno dio luz verde en junio a la 'ley trans', que continúa su trámite en las Cortes un año después de que fuera aprobada en primera vuelta en el Consejo de Ministros tras las duras discrepancias que suscitó entre los socios. La ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI no ha sufrido grandes cambios en las medidas clave, entre ellas la autodeterminación de género, una pelea histórica de las personas trans.
La norma reconoce que las personas trans podrán solicitar ante el Registro Civil la rectificación sin necesidad de tener que aportar informes psicológicos ni la obligación de hormonarse durante dos años, que son los requisitos que establece la legislación vigente. Tendrán, eso sí, que reafirmar la decisión a los tres meses. En general, se permitirá el cambio de sexo legal desde los 12 años, no antes, en diferentes tramos: a partir de los 16 sin requisitos, entre los 14 y 16 con consentimiento de sus representantes legales, y entre los 12 y 14 mediante autorización judicial.