En una entrevista concedida a Europa Press, Carmena ha señalado que el Ayuntamiento hará todo lo posible para que no moleste el ruido a los vecinos en este “Día Grande”, que considera “muy emblemático de Madrid y es muy importante”.
“Nos gustaría muchísimo que tuviera una gran resonancia y que fuera una fiesta de Madrid, que nos identifiquemos como que forma parte de Madrid”, ha dicho.
La primer edil también ha destacado que “reducirá mucho” su participación y asistencia en actos puramente oficiales --entre los que se incluyen los religiosos en las fiestas de Madrid-- porque considera “la gestión es mucho más importante que la representación”.
“En líneas generales tendré una política de actos que iré valorando poco a poco, pero creo que en muchas ocasiones se recurre a que estén presentes las autoridades en determinados actos y uno se pregunta para qué. Entonces intentaré preguntarme para qué voy a ir a ese acto si a cambio de eso puedo hacer otra cosa. Intentaré hacer política de actos con el 'para qué'. Haremos ruedas de prensa cómodas. Quiero estar en la gestión, lo institucional es la gestión”, ha dicho.
Manuela Carmena se ha mostrado “desbordada” con el “muchísimo cariño” que le han trasmitido durante todas estas semanas. “Las manifestaciones de cercanía me encantan. Doy muchísimos abrazos y eso me va a llenar de energía positiva, porque tener 3.000 abrazos en el cuerpo eso tiene que ser fantástico y me encanta. Pero esto pasará, todo el mundo se acostumbrará y volveremos a bajar ese nivel que ha provocado esa enorme ilusión por el cambio en Madrid”, asegura.