- El diputado autonómico escribe, en la Carta del Director de este miércoles en diarioprogresista.es, el día en que la encuesta de El País otorga un batacazo a Ana Botella y el estancamiento de Jaime Lissavetzky, que “si el PSOE fuera incapaz de rellenar el vacío que deja la ausencia de un gobierno municipal significa que aún no se ha presentado como alternativa creíble”.
- El derrumbe electoral del PP en las encuestas, las luchas internas en el socialismo madrileño y la euforia contenida de IU han marcado la recepción municipal por la entrega de las medallas de oro de la ciudad en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento
Quedan dos años para las elecciones municipales y autonómicas, una eternidad en términos políticos, pero los dos principales partidos políticos no pueden ocultar su preocupación. Las encuestas de Metroscopia para El País publicadas recientemente evidencian varios datos: el PP se desploma y pasa su peor momento en 20 años, el PSOE se ve incapaz de capitalizar ese derrumbe, que sí lo captan en diferente medida IU y UPyD. Eso sí, con unos niveles de abstención rondando el 50%, inéditos en España en este tipo de comicios.
En el PP culpan al desgaste de sus siglas a los recortes de Mariano Rajoy, al tiempo que miden las fuerzas entre los afines a Génova y Esperanza Aguirre, y Ana Botella lo apuesta todo a los Juegos Olímpicos, aunque es sabedora de su debilidad interna, y esperan, muy a la escuela de Rajoy, a que el tiempo lo cure todo. A la alcaldesa este miércoles la han arropado el presidente del Senado, Pío García Escudero; los ministros Ana Mato y Alberto Ruiz Gallardón (quien dijo que “es la mejor alcaldesa”); el presidente madrileño, Ignacio González, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Faltaba la presidenta del PP regional, Esperanza Aguirre.
En Cibeles, con las cervezas metálicas de Heineken en la mano, patrocinador del acto, este 15 de mayo de San Isidro, todo eran sonrisas que no ocultaban una preocupación nueva para el partido: desde que José María Álvarez del Manzano llegó a la alcaldía en 1991 no se habían visto en una situación tan comprometida, agravada por los recortes municipales y autonómicos y la ausencia de referentes claros e indiscutibles tras la marcha de Gallardón y Aguirre.
En el PSOE esa preocupación por no ser capaces de capitalizar el desgaste y sacar buena nota en las encuestas ha subido un peldaño este miércoles. Antonio Miguel Carmona, diputado autonómico afín al secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, ha aprovechado la encuesta de El País para torpedear a su partido y reclamar “una alternativa seria y candidatos nuevos”. Carmona, al que muchos en su partido prefieren como cartel electoral para la alcaldía en sustitución de Lissavetzky, amigo de Alfredo Pérez-Rubalcaba y que aterrizó en la capital por deseo de José Luis Rodríguez Zapatero, se explaya en la Carta del Director en diarioprogresista.es: “Si se diera el caso de que apareciera una encuesta municipal en la que se derrumba el PP y el PSOE fuera incapaz de rellenar el vacío que deja la ausencia de un gobierno municipal, significaría que la oposición aún no se ha presentado ante los ciudadanos como alternativa creíble”. Y sigue: “Para devolver a su origen el sufragio perdido, las organizaciones políticas deben presentar una alternativa seria y candidatos nuevos. Necesitamos una alternativa potente”. Continúa: “Necesitamos que nos vuelvan a mirar como mayoría para evitar una atomización constante en beneficio de partidos tan respetables como Izquierda Unida o Equo. Atomización, al fin y al cabo, que se alimenta de la falta de respuesta del PSOE ante la debacle del Partido Popular”. Para concluir: “En un ayuntamiento la excusa es menos defendible en el preciso instante en el que el PP se derrumba de forma inexorable. Como ahora. Todo vacío en política es susceptible de llenarse de mierda. Salvo que presentemos una alternativa y llenemos el vacío, ése que genera la desesperanza de la gente, en proyecto. En un auténtico proyecto”.
Eso sí, Carmona no se postula, pero deja claro lo que él cree que debe hacerse: otra alternativa y otro candidato. En el equipo de Lissavetzky no ha gustado nada esta irrupción del diputado autonómico. “Es ventajista, y además emplea un tono macarra”, explicaban algunos en Cibeles. “Esto es como si fuera el Tour de Francia. Quedan muchas etapas de montaña, queda contrarreloj y pocas etapas llanas y en ese sentido, a dos años vista, no hay nada decidido. Queremos llegar a la última etapa con posibilidades de ganar”, ha aseverado el propio Lissavetzky, exsecretario de Estado para el Deporte.
Otra cara tenían en Izquierda Unida, a quienes las encuestas les conceden el doble de porcentaje de voto tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento. “La caída del PP es lógica por su incapacidad de rebelarse contra la tiranía y la dictadura de la economía, pero sería temerario dar las encuestas por buenas. Queda mucho recorrido y nos quedamos simplemente con la tendencia”, ha afirmado el portavoz municipal de IU, Ángel Pérez, quien no repetirá como candidato en 2015.
A UPyD le sonríen las encuestas, pero no tanto los datos de aprobación de su portavoz municipal, David Pérez, entre sus votantes (-67). “Es muy probable que seamos clave para la gobernabilidad de la capital. Vamos en la línea de la seriedad y la credibilidad. La tendencia clara es hacia el fin del bipartidismo y del ciclo del PP en Madrid”, reflexionaba.