Carolina Punset (Washington, 1971), es diputada del Parlamento Europeo en representación de Ciudadanos desde febrero de 2016, tras ser nombrado Juan Carlos Girauta portavoz en el Congreso de los Diputados. Punset, que iba en tercer puesto de la lista, ocupó su escaño por lo que tuvo que abandonar el que había logrado, tras pasar por primarias, en Les Cortes Valencianas, así como la portavocía autonómica de Ciudadanos. Desde entonces vive a caballo entre Bruselas y Valencia, donde vive y ha echado raíces.
Punset fue una de las fundadoras del Movimiento Ciudadano, la plataforma formada por políticos y miembros de la sociedad civil que en 2013, liderados por Albert Rivera, impulsó la expansión del partido naranja a nivel nacional. Ahora lamenta que la nueva dirección haya decido enterrar este movimiento.
Su dimisión como responsable del área de Medio Ambiente del Comité Ejecutivo al no estar de acuerdo con la estrategia del partido, supuso una sorpresa para Rivera. Desde entonces, la eurodiputada ha denunciado que el líder es excesivamente complaciente con el “nacionalimo moderado”, que está escorándose hacia la derecha y ha convertido a Ciudadanos en “la marca blanca y mala del PP”.
En esta entrevista, en la que insiste en que sus críticas no van dirigidas a Rivera sino contra el “aparato”, Punset abunda en esa idea. Una idea que a su juicio ha quedado certificada en la reciente Asamblea General que celebró el partido hace unos día en Coslada (Madrid) y a la que ella no asistió, entre otras cosas, porque se casaba ese mismo fin de semana.
Aunque no ha participado usted en la IV Asamblea de Ciudadanos, imagino que habrá hecho su propio análisis de los resultados.
Pues, no, no participé porque entre otras cosas me temía que iba a terminar como terminó, como un congreso a la búlgara. Para mí, este congreso ha sido el entierro de la pluralidad, de la transversalidad y de la democracia interna, si es que alguna vez la hubo en Ciudadanos.
Pues Albert Rivera ha salido muy contento. ¿Ha hablado usted con él?
No, no he hablado con él. No hablo con él desde el día que dimití como miembro del Comité Ejecutivo. Pero yo, como afiliada del partido y como miembro fundador del Movimiento Ciudadano, que fue el germen que dio origen a la expansión nacional del partido, no puedo estar contenta porque para mí este congreso ha sido el fin de mi partido entendido como un movimiento ciudadano. De hecho, lo han borrado de la web.
En mi partido, antes pensar diferente sumaba en vez de restar. Y a mí, que provengo del activismo social, lo que más me gustaba precisamente era eso, que no se comportaba como un ejército, sino como un movimiento ciudadano que se había revuelto contra el nacionalismo al que se habían vendido los dos grandes partidos. No funcionábamos ni como un ejército ni como en este congreso a la búlgara con un 99% de votos. Eso está bien para los partidos comunistas marxistas leninistas. A mí tanta unanimidad me da escalofríos.
¿Y a qué la achaca?
Pues desde luego no es producto del espíritu crítico. Tanta unanimidad en los partidos políticos siempre es producto del miedo, miedo a ser excluido de las listas y de la actividad política del partido si se disiente.
¿Cree que habrá cambios después de esta Asamblea y que le puedan afectar a usted en sus responsabilidades como eurodiputada?
Sí, creo que habrá cambios. Pero lo que me ocurra a mí no es lo que más me preocupa. A mí lo que me preocupa es la ausencia total de discrepancia porque al final lo que pierde calidad es la política y los políticos en nuestro país. Lo más penoso y lo menos generoso que puede haber es que en nuestro partido, después de este congreso, no se haya incorporado a ninguno órgano directivo, a ninguno, y cuando digo a ninguno es a ninguno, de los que no piensan como tú. Y eso ha sido así.
Tampoco hubo listas alternativas. La dirección del partido alega que se les dio la oportunidad y no las presentaron.
¿Pero cómo va a haberlas? Si es que el sistema de votos y de elección de compromisarios que se montó… es que el aparato es muy efectivo, si yo lo reconozco, que los aparatos de los partidos son normalmente máquinas de matar. No hubo listas alternativas porque no había opción y eso lo sabían los críticos. En los grupos de trabajo, y eso que ya había habido una purga previa a través de la elección de compromisarios, había un 25% de votos a favor que pensaban que la socialdemocracia no tenía que ser eliminada del ideario. Es decir, como mínimo, uno de cada cuatro pensaba así.
La candidatura catalana de Mejor Unidos, de Jordi Cañas, defendió esas tesis pero fue derrotada.
Exactamente, con un 25% de los votos a favor. Pues de esos críticos de Mejor Unidos ni siquiera uno ha sido incorporado a los órganos de dirección. No hay nada que me parezca menos generoso y menos enriquecedor para el partido. Porque incorporar distintos puntos de vista lo hacen incluso los viejos partidos. Uno no se imagina a un PSOE sin opiniones contrapuestas, sin un Bono, sin un Madina o sin un Pedro Sánchez. Es enriquecedor. Porque al final refleja la heterogeneidad que también tienen los votantes y nuestra sociedad.
Sin embargo, el propio Jordi Cañas aceptó sin protestas el resultado y alabó el alto nivel del debate. Incluso desveló que se había fundido en un abrazo con Rivera. Y tampoco presentaron candidatura al Consejo General.
Yo no estuve allí ni he hablado con Jordi y no puedo hablar por boca de ellos. Yo solo puedo decir que el aparato de los partidos es un rodillo que funciona muy bien. En un partido tienes dos opciones cuando no estás de acuerdo con el aparato: quedarte, y hacerlo significa pues quizá aceptar derrotas y ser complaciente con determinados puntos de vista, o irte. Y hay mucha gente que no está por irse y yo lo entiendo. Yo entre ellos. Yo creo que han hecho lo que han podido y que han perdido. Pero a lo mejor si hubiese la democracia interna que tendría que haber, no estaríamos en estas circunstancias.
¿Podría haber escisiones o una desbandada de bajas en Ciudadanos, especialmente en Valencia?
Puede ocurrir de todo. José Enrique Aguar, el diputado provincial, ha sido el primero que acaba de anunciar que ya no se queda en Ciudadanos.
¿Y usted no se ha planteado marcharse, dimitir de su escaño de eurodiputada?
¿Por qué? Yo hago mi trabajo con el máximo esmero, seriedad y profesionalidad. No soy yo la que ha cambiado de principios como Groucho Marx. Ni soy yo la que va a regalar el partido a los que han cambiado de partido en este congreso. Considero que no soy yo la que tiene que abandonar. Creo que tendrán que pensar el rumbo que le han dado. Las consecuencias las veremos más adelante. Oye, igual yo me equivoco y esto es un éxito sin parangón. Pero será un éxito sin parangón en el que muchos de los que estamos dentro nos sentimos huérfanos. Pero lo que tengo muy claro es que nosotros no somos los que tenemos que abandonar.
Rivera contestó a sus críticas invitándola a presentarse a las primarias. ¿Por qué no dio ese paso?
Primero, porque no tengo esa ambición. Y, además, ya se ha visto cómo el aparato arrasa con todo. Ni siquiera Mejor Unidos ha logrado imponer su punto de vista cuando en Cataluña habían ganado. Yo no aspiro a ser presidenta de nada, esa no es la ambición de mi vida. No me motiva. En cambio, sí me motiva el activismo político.
¿Cuáles son sus planes?
El primero es no dejar de trabajar. El segundo, no cejar en mi empeño de que no nos tomen por tontos. Y en tercer lugar, no regalar el partido a nadie. Considero que se nos ha hurtado en este congreso el proyecto de Ciudadanos, porque creo que una cosas es cambiar las propuestas de un partido en un congreso, que para eso se hacen los congresos, y otra es cambiar los principios. Cuando se cambian los principios de un partido lo que se está haciendo es cambiar de partido.
Nosotros de repente hemos pasado de ser de ser un partido en el que personas con una sensibilidad progresista, ecologista, nos sentíamos incorporados porque había una transversalidad y una pluralidad que se han enterrado, y ahora nos dicen que donde dije digo, digo diego y que ahora somos liberales. Pues, oiga, yo no. Yo era y soy liberal en ciertos aspectos de lo económico, pero absolutamente progresista en lo social.
¿No le gustó que Rivera proclamara al partido como heredero de los liberales de Cádiz de 1812?
Pues, hombre… Eso es como cuando dicen que vamos a gobernar cuando tenemos un 12% de los votos. Yo creo que precisamente este tipo de afirmaciones son las que alejan el discurso político de la realidad de la calle. Esa pretensión de representar grandes principios o de gobernar es la que hace pensar a la gente que estamos fuera de la realidad. Yo espero que no nos tomen por tontos ni a los afiliados ni a la ciudadanía. No creo que eso sea mucho pedir.
¿Tampoco cree que Ciudadanos sea el partido más democrático, unido y transparente, como ha proclamado Rivera?
Ya. Dicen que ha mejorado mucho la democracia interna. Pero antes teníamos primarias para todas las listas. Luego las redujeron a cinco (primeros puestos) y ahora solo a uno. ¿Es eso más democracia interna? Ellos te dicen que sí, tan campantes. Pues no, eso es más dedocracia interna y más control férreo del aparato en la designación de los candidatos. Y lo que es peor. Antes las primarias podían celebrarse en agrupaciones de hasta 150 afilados y ahora solo tendrán voz donde haya más de 400 militantes. El resto, callados, sin voz.
¿Sabe cuántas agrupaciones son las que tienen más de 400 militantes? Menos del 20%. Eso es tanto como decir que solo habrá primarias en capitales de provincia. En el resto va a estar en manos de la cúpula el elegir a dedo a los candidatos. Dicen, además, que eso va a dar origen a que se premie el mérito, el talento y la capacidad y aquí eso se ha premiado en muy pocas ocasiones. Aquí lo que se ha premiado sistemáticamente es la obediencia ciega. ¿O es que no hay gente con talento y capacidad entre los críticos? Claro, pero la discrepancia se paga como se ha visto en el congreso a todos los que han manifestado una discrepancia. No como yo en los medios de comunicación, sino en el propio congreso a la chita callando, a través de enmiendas, pues los han depurado.
¿Después de la Asamblea no sale el partido mejor preparado para ganar las elecciones?
Ya veremos. Falta mucho, casi tres o cuatro años y a saber entonces dónde estamos.
Quizá en Cataluña pueda haberlas antes.
En Cataluña somos la primera fuerza de la oposición. Allí solo hay dos partidos que defienden que se respete la ley. Uno es Ciudadanos y otro el PP. Yo sigo pensando que entre un 'no' a la independencia reformista y más moderno como el de Ciudadanos y el 'no' del PP, pienso que Ciudadanos va a seguir siendo allí una fuerza política muy importante, caiga quien caiga. El PSC está sumido en un marasmo de contradicciones y muy colonizado por los nacionalistas.
¿Qué le ha parecido que Rivera haya elegido a Inés Arrimadas como portavoz de la Ejecutiva?
Creo que es una persona muy capaz, muy formada y no tengo nada que objetar a ese respecto. En cuanto a lo que representa desde el punto de vista político, yo personalmente prefiero actitudes más combativas contra el nacionalismo y menos complacientes con lo que se viene llamando nacionalismo moderado.
Su nombramiento creo que consolida una elección que ha hecho Ciudadanos hace año y medio que es llevar a cabo ese discurso más complaciente con el nacionalismo moderado para poder ampliar su base de votantes en Cataluña.
¿Sigue opinando que no hubo suficiente transparencia en las primarias con el voto telemático? Los dos candidatos rivales tuvieron interventores en el recuento.
El voto electrónico nunca sabremos si es limpio o no es limpio. Y esos candidatos que fueron presentados 24 horas antes todos sabemos que no tuvieron ninguna oportunidad de ser elegidos. Con ellos solo dieron apariencia de democracia interna a un proceso que no la tuvo. El voto electrónico rompe con el secreto de voto. No llega a una empresa ni a la Fábrica de Moneda y Timbre. Llega al partido. Y Organización lee y ve el voto de todos y cada uno de los afiliados y eso condiciona la decisión y el voto de muchísimos militantes que saben que ante la más mínima discrepancia son erradicados de cualquier órgano o lista, ahora o en el futuro.
Hubo una baja participación y han ido rebajando el censo. ¿Ha descuidado Rivera a la militancia?
Sí, hubo muchos afiliados que de esa manera manifestaron su descontento. Y los números son clarísimos. Primero empezaron diciendo que teníamos 30.000 afiliados, luego que solo dejaban votar a 23.000 y al final solo a algo más de 20.000 que estaban al corriente de pago. Hay militantes que han abandonado, pero otras personas, y eso es evidente porque lo han contado los medios de comunicación, han sido expulsadas por motivos indiscriminados.
Creo que por parte de Organización se ha utilizado a la militancia para aplaudir en los mítines y repartir folletos pero no se ha contado con ellos como se debiera ni se le da a la militancia la voz que merece.
¿El endurecimiento de sanciones a aquellos que la dirección considere que con sus manifestaciones públicas hacen “daño al partido” va a hacerla callar?
Ya ha visto que no.