El líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado este martes que el PP dejará la sede nacional del PP de la calle de Génova de Madrid por las investigaciones en los tribunales acerca de la supuesta financiación ilegal de las obras que se realizaron allí y que se está dirimiendo en el juicio de la caja B. No ha concretado, sin embargo, cuándo se producirá el traslado ni a dónde. “Considero que no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”, ha dicho.
“No podemos seguir pagando facturas de lo que no conocemos”, ha zanjado, en alusión a los casos de corrupción del pasado reciente del partido de los que, ha dicho, su dirección va a dejar de dar explicaciones. “Desde hoy esta dirección no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina”, ha asegurado el presidente de los populares durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido que ha reunido a la dirección de Casado con los principales barones autonómicos para analizar la debacle encajada el domingo, en las elecciones catalanas.
En ese empeño por despojar a su dirección de cualquier atisbo de relación con la corrupción del pasado del PP Casado ha anunciado también la creación de “un nuevo departamento de compliance que establecerá mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y un canal anónimo de denuncias con absolutas garantías, a semejanza de lo que sucede en las grandes empresas”.
Sus palabras de este martes defendiendo el cambio de sede contrastan con las que pronunció en 2018 y que ha recordado este mismo martes Maldita. “Lo que nos va a hacer conectar con nuestro electorado no es cambiarnos al edificio de en frente”, dijo entonces, al ser preguntado por un cambio de sede, ante las sospechas que existían sobre la financiación de las obras de Génova 13.
A su juicio, “el coste electoral” de la corrupción “es tremendo”, y así ha quedado en evidencia en esos comicios y en los que, por primera vez en las urnas, Vox sorpasó al PP triplicando los escaños logrados por los populares, después de una campaña marcada por la confesión de Luis Bárcenas y el juicio de la caja B. “Hay que dejar de preocuparnos por nuestro pasado”, ha zanjado Casado. “No podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos. Cualquier conducta no ejemplar no forma parte del patrimonio a defender del PP. Cambiaremos la sede del PP de ubicación. Crearemos un nuevo departamento con un canal anónimo de denuncias”, ha anunciado el líder de los populares.
Sin una mínima autocrítica tras haber encajado en Catalunya el peor resultado de la historia del PP en unas elecciones al Parlament, y ajeno a las voces que desde el centro y la derecha le exigen responsabilidades por la debacle, el líder del Partido Popular ha anunciado este martes ante su equipo directivo y los principales barones territoriales que no tiene previsto modificar su estrategia política. Todo ello pese al batacazo del domingo que dejó al partido con solo tres escaños en Catalunya –uno menos que en 2017– y que supuso el primer sorpaso de Vox a los populares en unas elecciones, ya que la extrema derecha triplicó en escaños al PP, logrando entrar en el nuevo hemiciclo catalán como cuarta fuerza, con 11 representantes.
“Para el PP los resultados han sido malos. Eso nos manda a tomar nota y a trabajar más”, se ha limitado a asegurar Casado, que ha defendido a su candidato en Catalunya, Alejandro Fernández, pese a la derrota, y también al secretario general del partido, Teodoro García Egea, al que muchas voces dentro del PP culpan de la estrategia fallida de los populares que les ha llevado a la derrota.
Casado ha hablado de una “tormenta perfecta” provocada por sus “adversarios” para dañar al PP en Catalunya, en la línea del “juego sucio” en el que ha enmarcado en los últimos días el hecho de que en plena campaña se hiciera público el escrito de Luis Bárcenas con sus acusaciones de corrupción al pasado del PP, y que el líder nacional de los populares atribuye a un “pacto con la Fiscalía”. A su juicio, “no se pueden extrapolar los resultados” de las catalanas “a nivel nacional”, por lo que ha encargado a su equipo directivo un “plan estratégico” para recuperar los votantes perdidos en Catalunya. De hecho, ha considerado que el PP está en una situación de “empate técnico” con el PSOE a nivel estatal.
Eso sí, Casado ha anunciado que en otoño el PP celebrará una convención con el objetivo de elaborar “un documento político estratégico” que tendrá como objetivo “que vuelvan” a las filas populares todos aquellos votantes y simpatizantes “que se han marchado” en los últimos años a Vox y Ciudadanos, dentro del contexto de una derecha española dividida en tres. El fin será “ampliar” la “base electoral” del PP aunque siempre “en el centro político”. “Debemos hacerlo manteniendo nuestra punta de compás donde ha estado siempre, pero abriendo más los brazos para albergar a más gente (vengan del proyecto político que vengan) siempre que compartan los principios y valores constitucionales y europeístas”, ha asegurado el presidente de los populares.
“Debemos mantener el rumbo. Las velas están bien orientadas, habrá veces que soplará menos viento, o que haya peor oleaje, pero tenemos el mejor barco de toda la política española y la mejor tripulación que sois vosotros. El cuaderno de bitácora lo hemos venido escribiendo a lo largo de dos años”, ha asegurado Casado. Durante su discurso, el líder del PP ha reivindicado “la regeneración y la honestidad, la libertad individual y la igualdad de oportunidades, el estado de derecho y la Nación, la propiedad privada y el libre mercado”, así como la “hoja de ruta” de su “proyecto de centro derecha moderado y transversal” que esbozó durante la moción de censura fallida que presentó Vox contra Pedro Sánchez en octubre y en la que el líder del PP escenificó su ruptura con Santiago Abascal.
El PP “no es el partido de las vísceras”
Pero, pese al sorpaso de Vox en Catalunya, Casado no tiene previsto girar a la derecha porque, según ha dicho, “el PP es el partido de la cabeza y el corazón, no de las vísceras. De los hombres y mujeres que ni gritan ni tienen miedo”.
“No solo debemos seguir en la centralidad, también debemos hacer que España lo esté, para que las elecciones vuelvan a ganarse ahí y no en los extremos”, ha zanjado el líder del PP. “Ni queremos ganar en la radicalidad, ni a España le serviría de nada que ganáramos desde la esquina de un campo de batalla. Como ya hemos dicho, el centro no es ausencia, es militancia; no es silencio, es un lenguaje común; no es quitarse de en medio, es ponerse en medio; no es estar de perfil, es dar la cara por lo de todos; no es desistir, es impulsar; no es dejar pasar, es abrir el paso a la sociedad; no es debilidad, es coraje”, ha zanjado.
Para Casado, “el rupturismo, de los radicales a izquierda y a derecha no es mayoritario pero está organizado y activo; por eso debemos activar y organizar a la mayoría silenciosa moderada y reformista”. En su opinión, “lo cómodo sería sumarse a las estrategias extremistas que están destruyendo” la “convivencia y dar rienda suelta a la polarización y a la confrontación por un puñado de votos. Pero el Partido Popular no busca eso, no existimos contra ningún español, sino a favor de todos”, ha concluido.