“No vamos a ir a las calles a generar crispación”. Con estas palabras, el líder del PP, Pablo Casado, trataba este jueves de desmarcarse de la estrategia de Ciudadanos un día después de que Albert Rivera e Inés Arrimadas se lanzaran a retirar lazos amarillos de las localidades catalanas. “El PP ha optado por una política de responsabilidad, por no llevar a la calle la confrontación, pero sí de exigir a las instituciones que actúen de manera inmediata e impidan que un conflicto legal y político llegue a ser un conflicto entre ciudadanos en la calle”, ha asegurado el presidente de los conservadores.
No obstante, durante un acto en Mérida, Casado se ha preguntado: “¿A qué espera el Gobierno de España para poner orden en Cataluña, a qué esperan el Ministerio de Interior o el de Justicia o el presidente del Gobierno para poner freno a la crispación social que está viviéndose en Cataluña. Es que tienen que seguir pegando a mujeres; es que tienen que seguir saliendo personas con el rostro oculto a quitar emblemas totalitarios de las calles; es que están viendo con tranquilidad que hay dos bandos en las calles, en las playas o en las plazas y, sin embargo, no hacen nada?”
El líder del PP ha explicado que no sabe “lo que responde el Gobierno sobre las noticias del espionaje de los Mossos o que fueran obligados a no retirar una pancarta contra el rey de España el día que se homenajeaba a las víctimas del atentado terrorista de Barcelona”. “Hemos conocido que había un chat donde los directores de área de los Mossos recibían órdenes del Mayor Trapero el día de la infamia del 1 de octubre, donde en vez de aceptar la resolución judicial que impedía llevar a cabo las votaciones, lo que hacían era ir dando las ubicaciones de Policía Nacional y Guardia Civil”, ha manifestado.
“Exigimos a las instituciones que actúen, son ellas las que deben velar por la seguridad de todos los españoles y no podemos permitir que los ciudadanos confronten en la calle. También protegemos a los ciudadanos que muestran su desolación en las calles. Llevamos demasiados años aguantando escraches a nuestra gente. Pero tenemos que garantizar que Mossos e instituciones velen por retirar la propaganda independentista de las calles y edificios oficiales”, ha sentenciado.
La pasada semana, el secretario general del PP, Teodoro García, había animado a los ciudadanos a retirar lazos amarillos de los espacios públicos y ha dicho, además, que “a título particular” él está dispuesto a sacarlos con sus manos. “Si alguien quiere sacar lazos amarillos, que cuente conmigo”, dijo.
Según el número dos de Pablo Casado, los lazos amarillos representan “la exclusión” y “no gustan a la inmensa mayoría de los españoles”. “Si están colocados en espacios públicos, a mí me asiste la misma legitimidad que a los que los han puesto”, manifestó. Según García, estos símbolos representan “la ruptura de la igualdad de oportunidades de los españoles”.