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Pablo Casado centra su estrategia en “restaurar” el bipartidismo para anular a Ciudadanos y Vox
El Partido Popular no quiere un adelanto de las elecciones generales. Desde el día siguiente al 28A, cuando el partido encajó el peor resultado de su historia, su líder, Pablo Casado, reclamó al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que formara su Ejecutivo “cuanto antes” para evitar nuevas elecciones en pleno hundimiento de los populares, que mantienen una guerra abierta con Ciudadanos y Vox por la hegemonía de la derecha y los votantes conservadores.
Una vez constatados los problemas que está teniendo Sánchez en su negociación con su socio preferente, Unidas Podemos, para lograr un acuerdo de investidura, desde la dirección del PP han asumido, sin embargo, que ese adelanto de las generales es una posibilidad real a la que llegarían en uno de sus peores momentos, con todas las encuestas en contra. Por eso, fuentes cercanas a Casado reconocen que solo una “cuadratura del círculo” podría hacer que los populares recuperaran la Moncloa.
Ese alineamiento que en Génova consideran “difícil, pero no imposible” y que les devolvería al poder estatal previsiblemente con la ayuda de Ciudadanos y Vox –sus socios en ayuntamientos y comunidades tras el 26M– menos de dos años después de la salida de Mariano Rajoy, pasa, según explican miembros de la máxima responsabilidad de la dirección del PP, por “la desmovilización” de la izquierda y la “pérdida del miedo a Vox” en el electorado progresista.
Pero como una de las condiciones clave en ese hipotético giro a las encuestas que daría el Gobierno al PP los dirigentes consultados citan la posibilidad de que el fundador de Más Madrid y exdirigente de Podemos, Íñigo Errejón, extienda su proyecto a nivel nacional y decida presentarse a las generales, haciendo competencia a los sectores más izquierdistas del PSOE y a los más moderados de Unidas Podemos.
“El factor Errejón puede ser muy positivo para que pudiéramos gobernar, porque dividiría a la izquierda y ya jugaríamos al mismo nivel: tres partidos de derechas –PP, Ciudadanos y Vox– frente a tres de izquierda”, explican desde el entorno más próximo a Pablo Casado.
Además de en esos movimientos en la izquierda, en la dirección del PP confían en que de cara a un adelanto electoral se produzca una “fidelización del voto 'popular”. Es decir, Génova cree que habrá un regreso de muchos votantes “decepcionados”, especialmente con Vox, por su “actitud ante las negociaciones” en las comunidades autónomas donde realizan exigencias desproporcionadas. También esperan recuperar a electores que el 28A optaron por Ciudadanos, aunque su principal objetivo son aquellos que apoyaron a la extrema derecha.
Aunque en privado los dirigentes del PP reconocen que un adelanto electoral puede suponer un nuevo varapalo del que difícilmente podría recuperarse Casado, el mensaje oficial es que, en cualquier caso, el partido está preparado para volver a las urnas. Así lo verbalizaba este mismo lunes el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del partido.
El 'número dos' del PP señalaba que su partido lleva un año “engrasando la maquinaria para lo que pueda venir”. No obstante, a su juicio fue un “error” convocar generales y municipales y autonómicas con menos de un mes de diferencia, por lo que advertía que la convocatoria electoral “permanente” es algo que los españoles “no entienden” y podrían “acabar hartándose de los políticos”. Pese a todo, García Egea insistía: “Estamos preparados”.
Donde la dirección del PP no espera adelantos electorales es en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia, pese a las dificultades que están teniendo para lograr acuerdos de investidura con Ciudadanos y Vox. Génova confía en que las investiduras de Isabel Díaz Ayuso y Fernando López Miras puedan producirse esta misma semana o la próxima a más tardar.
El equipo de Casado no descarta la posibilidad de que los debates en Murcia y Madrid puedan coincidir en el tiempo con el debate de investidura de Sánchez que se celebrará en el Congreso. Lo que remarca la dirección del PP es que están esperanzados porque hay “avances importantes” en las negociaciones.
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