Casado mantiene el suspense sobre su voto en la censura de Vox a Sánchez y sectores del PP presionan en direcciones opuestas

El aznarismo, la corriente ultraconservadora del Partido Popular que tiene como referente al expresidente José María Aznar, y de la que proviene el actual líder, Pablo Casado, se encuentra dividida sobre la postura que debe adoptar el Grupo Parlamentario Popular ante la moción de censura presentada por Vox contra Pedro Sánchez que se debatirá y votará en el Congreso de los Diputados el miércoles y el jueves.

La dirección del PP se sigue debatiendo entre el 'no' y la abstención y no tiene previsto aclarar su posición hasta que comience la sesión en el Congreso. Y ese suspense ha disparado el debate interno: distintos sectores e incluso miembros de una misma corriente presionan en direcciones opuestas. Aznar ya se ha posicionado y pide votar contra la iniciativa de Vox, la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre considera que existen razones para el sí y la exportavoz de los populares en el Congreso y patrona de FAES, Cayetana Álvarez de Toledo, ha grabado otro de sus vídeos para pedir que no se vote contra Vox.

La dirección del PP sostuvo desde el primer momento que no apoyaría la iniciativa de la extrema derecha, pero el propio Casado sigue sin explicar si la directriz que dará a sus diputados será que voten 'no' u opten por la abstención. Este lunes el presidente de los populares quiso esquivar el asunto durante la rueda de prensa que ofreció tras la reunión del Comité de Dirección, que Génova 13 intentó centrar en la presentación de la proposición de ley para reformar el método de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuya renovación está bloqueada por el PP desde 2018.

Ante el aluvión de preguntas sobre cuál será el voto del PP en el Pleno de esta semana, Casado se limitó a señalar que la moción de Vox ni siquiera fue uno de los temas que se abordó en la reunión de la cúpula de su partido. En su comparecencia, el dirigente popular trató asimismo de restar importancia a la iniciativa con la que la extrema derecha trata de robar al PP el papel de principal fuerza de la oposición al menos durante esta semana, en un contexto en el que los dos partidos pugnan por la hegemonía de la derecha española, compitiendo además por el mismo electorado.

Casado: “Son cuestiones menores”

“Es un tema que a mí no me importa nada y en el que no voy a gastar ni un solo minuto. El PP no va a perder el tiempo en cuestiones menores”, aseguró, ante la insistencia de los periodistas. Su falta de claridad, sin embargo, no hará más que prolongar el suspense sobre una decisión, la del voto de los populares a la moción, que puede ser determinante en el rumbo de la formación conservadora a lo largo de la legislatura. Prácticamente desde que Casado llegó a la presidencia del partido combinó un giro a la derecha, que no ha sido respaldado en las urnas, con distintos intentos por situar al PP como una fuerza moderada, tal y como le han exigido los principales barones del partido.

En Génova 13 asumen que un 'no' a la iniciativa de Vox podría poner en riesgo los gobiernos autonómicos que preside gracias a sus coaliciones con Ciudadanos pero con el apoyo necesario de la extrema derecha. También teme la dirección popular que esa negativa les enfrente a las terminales mediáticas que apoyan la moción de Santiago Abascal, y entre cuyo público están exvotantes o potenciales futuros votantes del PP. La abstención, en cambio, cuestionaría el enésimo intento por girar al centro emprendido por Casado en verano con la destitución como portavoz en el Congreso de Cayetana Álvarez de Toledo, y arrinconaría al partido a un bloque extremista en el que existe el riesgo de que Vox marque cada uno de los pasos de la dirección popular.

En medio de un debate interno en el que, según varios dirigentes populares consultados por elDiario.es, la mayoría de los barones abogan en privado por el 'no' –el gallego Alberto Núñez Feijóo aseguró este lunes que la iniciativa de Vox “le viene muy bien al Gobierno y muy mal a la unidad de la alternativa que es la oposición”–, Aznar, padrino político del actual líder de los populares –Casado fue su jefe de Gabinete en FAES–, también se ha posicionado pidiendo el voto en contra de la moción. “Votaría que no, no tengo ninguna duda al respecto. Me parece una moción absolutamente inoportuna, está condenada al fracaso y solo va a servir para consolidar el proceso de fragmentación en el centro derecha y para consolidar a la coalición existente en el Gobierno”, aseguró el expresidente el pasado día 5 durante un desayuno informativo.

Álvarez de Toledo, que es patrona de FAES y una de las más fervientes defensoras de Aznar, se ha mostrado en cambio totalmente en contra de la postura del expresidente del Gobierno, en un desmarque inédito ante el que fue su referente, el exmandatario, que durante lustros ha sido uno de los grandes defensores de la polémica diputada. Bajo el lema “no al no”, la diputada por Barcelona publicó el domingo un nuevo vídeo en su perfil de Youtube –el canal con el que pretende mantener el protagonismo perdido tras su cese como portavoz por parte de Casado, en agosto–, en el que pide en cambio tener en cuenta que la “inevitable derrota numérica” de Vox en la moción “no es argumento suficiente para rechazarla” al señalar que un “no” del PP “debilitaría su condición de alternativa” y “reforzaría” a Sánchez.

Sin aventurar si su postura es una abstención o un 'sí'. la exportavoz popular, reconoce durante la grabación que “no hay combinación realista” para que la propuesta del partido de Santiago Abascal prospere, pero avisa de que el “argumento aritmético inhabilitaría” al PP “para presentar su propia moción de censura” u otras iniciativas contra el Ejecutivo. “Hay motivos en este caso”, añade, al tiempo que recuerda que el PP “pudo adelantarse” a Vox y “registrar una moción alternativa”, tal y como establece el reglamento del Congreso.

Aguirre: “No hay un Gobierno más censurable que el de Sánchez”

Otra de las continuadoras de la trayectoria política de Aznar, la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, también mantiene una posición enfrentada a la del expresidente del Gobierno, animando a Casado a que vote a favor de la moción de la extrema derecha. “La moción de censura es un instrumento constructivo, no sólo para poner a otro presidente, sino que también está bien para censurar al que hay. Por tanto, es muy respetable que Vox lo haga aunque no cuente con los votos suficientes para sacarla adelante”, aseguró a finales de septiembre en una entrevista en El Independiente.

La semana pasada Aguirre rechazó directamente la postura de Aznar y aseguró que el PP debía moverse entre el 'sí' y la abstención porque, a su juicio, “no hay un Gobierno más censurable en el mundo entero que el de Sánchez.

Vox ha conseguido desunir por primera vez al aznarismo que desde que Casado ganó las primarias se ha visto premiado con la reintegración de FAES en el partido –la fundación vuelve a participar en los congresos del PP– tras lustros de diferencias entre Aznar y Mariano Rajoy, su sucesor en el cargo, al que eligió a dedo en 2004. Los afines a Aznar copan ahora puestos de la más alta responsabilidad en Génova 13 y en gobiernos autonómicos como el de Madrid. Hasta ahora, lo que mantenía cohesionada a esta corriente ultraconservadora había sido la presidencia de Casado y su rechazo al Gobierno de Rajoy, al que siempre acusaron de alejarse de “los principios” y “las esencias” de la derecha española.