Casado no girará al centro tras el fracaso del 12J: “Nadie nos tiene que llevar a la moderación porque siempre hemos estado en ella”
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, no moverá un ápice su estrategia derechista después de que su principal apuesta el 12J, la coalición de PP+Cs encabezada por Carlos Iturgaiz, sufriera una fuerte derrota en las urnas al perder cuatro de los nueve escaños que logró en 2016, cuando los populares se presentaron en solitario. “A nosotros nadie nos tiene que llevar a la moderación porque siempre hemos estado en ella”, ha recalcado Casado este miércoles, desoyendo a los barones que en los últimos días le han reclamado un giro al centro por fracaso en Euskadi y el contundente triunfo en Galicia de Alberto Núñez Feijóo, un candidato con un perfil más moderado y centrista, que siempre ha defendido su independencia orgánica y un discurso propio frente a las tesis de la dirección nacional del PP.
Casado ha anunciado que su objetivo es realizar una “oposición firme y responsable, moderada en el tono y contundente en el contenido”. “Un partido que se define por estatutos de centro, reformista y liberal pocas lecciones puede recibir de la izquierda radical”, ha remarcado, durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional, y después de que Feijóo hiciera todo un alegato a favor de la moderación y en contra de la “descalificación”, justamente la que ha practicado la dirección del PP en los últimos meses.
En respuesta, el líder del PP ha asegurado que no tiene previsto cambiar sus planes y ha refrendado su apoyo a coaliciones como la suscrita en Euskadi con Ciudadanos, porque “el centro derecha solo gobierna cuando la derecha se une en torno al PP”.
Durante su discurso, Casado se ha atribuido la victoria de Feijóo. “Tu victoria es nuestro mejor aval para llegar al Gobierno”, le ha dicho. Y ha manifestado su “total apoyo” a Iturgaiz pese a la derrota en Euskadi. La idea del líder del PP es que el candidato se haga ahora con la presidencia del PP vasco, pese al rechazo interno que genera esa postura en las filas de los populares vascos, controladas aún por la facción afín a su expresidente, Alfonso Alonso, de un perfil más moderado y al que Casado fulminó en febrero.
En su lectura de la debacle en Euskadi, Casado la ha vinculado a que “150.000 vascos que han tenido que exiliarse por el zarpazo del terrorismo”. “Convendría saber a quién votarían”, ha dicho. “El repliegue del constitucionalismo es consecuente a la deriva a favor del nacionalismo del PSOE y la legitimación de Bildu con el pacto de investidura”, ha zanjado. Finalmente, ha dicho lo siguiente: “Prefiero perder votos a perder el alma”.
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