“Una oposición no puede ser una patente de corso para que los mejores cobren lo mismo que los pocos que son peores”. Con estas palabras, el líder del PP, Pablo Casado, ha justificado este domingo una propuesta para reformar el método de selección de funcionarios de forma que estos sean sometidos a “evaluaciones” que puedan servir para promocionar a algunos de ellos con beneficios económicos respecto al resto del colectivo de la función pública.
Durante un acto sectorial en Toledo, Casado ha asegurado que el PP quiere que los derechos “legalmente adquiridos” por los actuales funcionarios se mantengan. Pero ha advertido de que si su partido llega al Gobierno “las nuevas oposiciones se tienen que modernizar”. “El funcionario tiene que tener la remuneración e incluso el estímulo de que la evaluación de su trabajo pueda tener un premio”, ha asegurado el líder de los populares sin concretar más cómo sería ese examen al que el PP quiere someter a los trabajadores públicos.
El objetivo, ha añadido Casado, es que se pueda consolidar una función pública “en la que los funcionarios se sientan prestigiados y bien remunerados”. Como ejemplo ha citado las comunidades gobernadas por el PP en las que existe “libertad de elección” de centro de salud o de colegio porque, en su opinión, “no puede ser que dé igual el médico que sea más elegido y trabaje dos horas más porque no tenga un estímulo”.
La propuesta del líder popular es una “reforma de la administración” que ha resumido en diez puntos y en la que también ha incluido que “el español sea la lengua vehicular” en la que se pueda tratar con cualquier organismo público en cualquier comunidad autónoma.
Gran parte de su discurso, centrado en la “cohesión territorial”, ha sido para abordar la situación en Catalunya. Una de sus propuestas ha sido, de hecho, “la presencia del Estado en toda España”. “Lo que no puede ser es que haya pueblos en los que lo único que suene a España sea la oficina de Correos”, ha ironizado Casado.
Su plan es “reforzar las subdelegaciones del Gobierno y las delegaciones del Gobierno”, para que la presencia del Estado sea más palpable, porque, en su opinión, “no se puede querer lo que no se ve”. “No se puede estar paseando por una provincia tan maravillosa como la de Gerona, yendo a la zona del Ampurdá y ver que no hay ni un atisbo, ni un rasgo, ni una bandera, ni una oficina, no hay presencia de España”, ha lamentado.
“¿Cómo se va a querer España? ¿Cómo vamos a establecer un relato alternativo a las mentiras independentistas? Tenemos que garantizar la presencia del Estado y recordar que incluso las competencias administradas por las comunidades autónomas son una función del Estado”, ha zanjado.
Casado también ha tenido palabras en contra del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha llegado a acusar de apropiación cultural por homenajear al poeta Antonio Machado junto al expresidente de la II República Manuel Azaña durante su visita al sur de Francia en la que ha rendido tributo al exilio español que llegó a Francia como consecuencia de la Guerra Civil y del franquismo. “Sánchez ha querido hacer política a costa de las letras de todos los españoles”, ha sostenido, que ha considerado a Machado como “un poeta de todos los españoles”.