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Casado reconoce el “éxito socialista” que “no ha podido llevar al PP a la irrelevancia, pero lo ha dañado”

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha realizado este lunes todo un alegato contra el “laberinto socialista” en el que a su juicio ha introducido el PSOE a España. “Un laberinto que se resume en el hecho de no poder hacer, o no saber cómo hacer lo que España necesita”, ha dicho durante la inauguración de los cursos de verano de FAES ante el el presidente de la Fundación y su padrino político José María Aznar.

“El laberinto actual expresa el éxito relativo de la deriva socialista, que ha convertido la política española en un caos sin aparente salida. No ha podido llevar al PP a la irrelevancia, pero lo ha dañado. Y no ha podido completar las mayorías que pretende a un coste razonable, pero ha logrado algunos objetivos parciales por el camino”, ha considerado el líder de los populares.

Casado, que a diferencia de la improvisación que caracterizó sus primeros meses al frente del PP ha leído todo el discurso, ha culpado a los socialistas de la situación de bloqueo que vive la política española y que está dificultando la investidura del propio Pedro Sánchez.

El líder del PP ha señalado que “el PSOE ha creado la situación en la que estamos” porque “decidió volcar la política española hacia el extremo izquierdo, haciendo protagonistas decisivos a quienes antes no lo eran o lo eran secundariamente y en una versión mucho más templada que la actual”, en clara alusión a Vox, uno de sus principales competidores por la derecha.

A su juicio, esta deriva “comenzó en 2003 y se impulsó desde el gobierno a partir de 2004. Y ahora tiene que rectificar”. “Siempre estaré dispuesto a ayudar en esa tarea de fondo, que es la que verdaderamente importa”, ha señalado.

Lo que no hará el líder del PP es facilitar la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno. “No cooperaré ni activa ni pasivamente para que el PSOE siga igual”, ha zanjado. “Creo que mi tarea y la de mi partido es muy clara: reconstruir el pilar derecho de nuestro sistema. Y señalar el camino para la reconstrucción del pilar izquierdo, animando a que se haga”.

Para Casado, “la hora de la verdad” para el PSOE “fue la hora del Estatut, la crisis o el golpe contra la libertad en Catalunya. Y la hora de la verdad es hoy Navarra. Y en todas estas horas de la verdad y en otras muchas que se podrían mencionar, el socialismo ha actuado de una pieza, sin fisuras reseñables ni duraderas”. En su opinión, “todo el socialismo decidió y secundó la ruptura y la deslegitimación del Partido Popular, y todo él se ha sentido cómodo con esa posición”.

“La abstención que permitió la investidura de Mariano Rajoy mostró de inmediato dónde estaba realmente el alma orgánica e institucional del socialismo, que rápidamente se puso manos a la obra de una moción de censura injustificada, apoyada en una falsedad y en una alianza negativa más, como todas las que el socialismo ha forjado desde que decidió romper con el Partido Popular”, ha advertido.

El escenario parlamentario actual tras las elecciones del 28A no es, a su juicio, “un reparto más o menos caprichoso de escaños que dificulta un acuerdo de investidura”. Para Casado, “estamos ante las consecuencias de una operación política de fondo en la que el socialismo se embarcó hace quince años”. Por eso, a su juicio, “hablar en serio de alianzas alternativas a las de la moción de censura implica necesariamente hablar de una rectificación de rumbo histórico que ponga fin a lo que ha significado el socialismo para España a lo largo de todo lo que llevamos de siglo”.

Para Casado el PSOE es “un gran partido que ha elegido un mal camino”. “La capacidad de recuperación del PSOE como pilar izquierdo de un bipartidismo renovado y provechoso para España ha alcanzado ya su límite si se sigue alimentando la radicalidad y el rupturismo”.

El líder del PP ha asegurado ser consciente de que su posición hoy, “medida en escaños del 28 de abril, es más débil que la del PSOE”. “Nadie lo duda, yo tampoco. Pero también sé que la posibilidad de restaurar el pilar derecho del bipartidismo es hoy estructuralmente más clara y encara dificultades menores de las que se dan al otro lado del hemiciclo”.

“Esto no significa que la tarea que debo liderar vaya a ser fácil ni rápida, pero sí significa que carece de impedimentos estructurales insalvables. Es razonable que pueda llegar a salir bien. No lo creo así en el pilar izquierdo si nada cambia”, ha concluido.