El mundo rural en zonas de España como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia está en grave peligro. Los pueblos en estas comunidades autónomas se mueren. Estas han sido frases que se han dicho en Bruselas, en el Parlamento Europeo, durante unas jornadas sobre la despoblación, auspiciadas por el Partido Castellano (PCAS), la Chunta Aragonesista, Compromis o Equo. Unas jornadas que han concluido con la idea de que para luchar contra esta “lacra” hay que partir desde la propia sociedad civil, ya que el resultado de las políticas actuales ha sido nefasto.
El eurodiputado por Compromís, Jordi Sebastiá, que está en el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, dijo con claridad que el mundo rural en España está “en juego”, pese a que las ayudas que han llegado “se han destinado para grandes inversiones”, que “no han evitado que los habitantes de los pueblos hayan huido”.
La realidad ha sido tajante. Sobre todo porque el grupo de españoles, formado por miembros de los cuatro partidos, la descubrió en el propio Parlamento Europeo. En primer lugar, se supo, a través de la Dirección General de Política Urbana y Rural de la Comisión Europea, que la despoblación en España “no está en los primeros puestos de la agenda política de la Comisión”. Y, más tarde, se reveló que Europa tiene claro que “han fracaso las ayudas concedidas a España para las zonas rurales y, más concretamente, para la despoblación”.
Luis Marcos, como secretario de Organización del Partido Castellano, dijo que esas subvenciones se han destinado “a pagar el AVE o aeropuertos” sin que hayan ayudado “a establecer población en las zonas rurales”.
En estas Jornadas, bajo el lema ‘Áreas poco pobladas y severamente despobladas: un problema para el desarrollo de la Unión Europea’, no solo se han puesto sobre la mesa los problemas de despoblación. Sino que se han dado los primeros pasos para intentar luchar contra ella. Y todos los asistentes, tanto partidos políticos como representantes de agrupaciones rurales reconocieron que para evitar “esta lacra” hay que partir desde la propia sociedad.
Entre las conclusiones a las que se ha llegado durante los dos días intensos de reuniones en Bruselas es que “en el campo español hay futuro y oportunidades”, según se destacó desde Compromís. Pero para afrontar ese futuro hay que “poner en valor el factor humano de los pueblos de España” y ahondar “en la voluntad humana para hacer que las cosas funcionen”, añadieron desde el Partido Castellano.
A lo largo de dos días se han puesto sobre la mesa duros datos de la despoblación: Castilla y León y Castilla-La Mancha tienen hoy la misma población que en 1900; Castilla y León pierde 25.000 habitantes al año y perderá 200.000 en el decenio 2013-23; Castilla y León es la Comunidad más envejecida de Europa; el medio rural de las dos Castillas ha pasado de más de 4 millones de habitantes en 1900 a menos de un millón en la actualidad; en los últimos 50 años se han cerrado más de 4.000 escuelas rurales en las dos Castillas.
Ante ello, Luis Marcos arengó a todos a iniciar un camino para evitar la muerte total de los pueblos españoles, aunque dejó claro que “es complicado acudir al frente institucional nacional” y propuso llamar la atención de otros ámbitos, como “los comarcales o los más locales”, desde donde “se pueden hacer grandes cosas”. “Es importante que sensibilicemos a todos los gobiernos locales para que pongan la despoblación en sus agendas”, agregó.
Con estas jornadas, se han analizado las raíces de los procesos que han llevado a la despoblación en esas regiones, además de las causas de la ineficacia de las políticas para frenarla las iniciativas sociales para revertir este proceso tan perjudicial.
El objetivo se ha centrado en sensibilizar a la Comisión Europea con la intensidad y gravedad del problema de la despoblación, colocar este problema en el listado de prioridades de Desarrollo Local y Regional de la Unión Europea, analizar experiencias exitosas de desarrollo local en territorios poco poblados y habilitar medidas concretas para poner en vigor las disposiciones del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea que posibilitan acciones económicas para frenar la pérdida de habitantes en estas zonas.
El primer paso ya se ha dado desde los movimientos sociales, bajo la tutela de cuatro partidos políticos como el Partido Castellano, Equio, Compromis o Chunta Aragonesista. Ahora habrá que conocer la disposición de la Comisión Europea para incluir esta lacra en su agenda política.