La mesa, este sábado en la fiesta del PCE, era sobre “convergencia para la revolución democrática”. Pero más que de convergencia, el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, se replegó y apeló “al patriotismo de organización”, a la “dignidad” y la “identidad” de IU, “que no está en venta”, en un momento en el que se están tejiendo alianzas en todos los municipios con vistas a las próximas elecciones municipales y autonómicas, y se está participando en los diferentes Ganemos diseminados por España.
Lara, quien intervino después de Yolanda Díaz, coordinadora de IU Galicia; Alberto Garzón, diputado de IU y responsable de pilotar la convergencia y el proceso constituyente; y Anabel García, secretaria general de las juventudes, se distanció de sus predecesores: reivindicó con vehemencia las siglas de IU, hacia dentro y hacia fuera de la organización. “Cada vez que superamos el 10% surge algún problema [La Izquierda Plural llegó al 9,99% en las europeas]. En 1996, con el mejor resultado de la historia, el 40% de la organización [la Nueva Izquierda de Diego López Garrido y Cristina Almeida] se fueron al PSOE. Y, ahora, después de haber triplicado los resultados en las europeas, hay compañeros que piensan y dicen que es un fracaso”, en alusión a quienes piensan que IU debe renovar discursos y cargos y profundizar en la apuesta por converger con otras fuerzas, incluso concurriendo con otras siglas, como es el caso de AGE, la suma de IU y Anova en Galicia, que se ha convertido en tercera fuerza, por encima del BNG, tras las últimas autonómicas.
Pero, para Lara, el problema no es que, “oh, casualidad”, ironizó, cada vez que IU logra el 10%, como ha ocurrido el 25 de mayo, surjan “problemas” internos que puedan llegar a desembocar en escisiones del 40%, también es externo: los medios de comunicación. “¿Es que los medios de comunicación no tienen propietarios?”, se preguntó Lara, apuntando a que hay medios interesados en perjudicar a IU y beneficiar a otras fuerzas de izquierda.
Después de señalar los dos peligros que, a juicio de Lara, tiene IU -externo, los medios de comunicación, que benefician a fuerzas competidoras; interno, los que piden una renovación en IU, y que llegó a comparar con lo que acabó en escisión en 1996-, y de marcar el camino de la convergencia con las directrices del “patriotismo”, “la identidad” y “la dignidad”, Lara aludió, sin mencionarlos, a Podemos: “Nosotros no nos tenemos que mirar al espejo para saber quiénes somos. Lo que no consiguió el franquismo, derrotarnos, no lo van a conseguir las encuestas. Nosotros sabemos quiénes somos, y defendemos al inmigrante, y lo decimos, y somos republicanos, y lo decimos. Otros, no”.
Lara, en un mensaje tanto interno como externo, interpretó la unidad como una orquesta que toca una sinfonía llamada “socialismo”. Es decir, pidió a su organización que todos toquen lo mismo y, también, que se toque lo mismo si se confluye con otros: “Hay que crecer, sumar, pero con la identidad de cada uno, respetando la dignidad y la identidad de cada uno”. Y, ¿cuál es el lema de Lara?: “Pan, techo, trabajo, cultura y salarios dignos, ese es nuestro proyecto de país”.
“Unidad popular”
Tanto el diputado de IU Alberto Garzón como Yolanda Díaz, que intervinieron antes que Lara, hablaron, en cambio, de “unidad popular”. González puso el ejemplo de AGE como un modelo de convergencia que, además, “está siendo superado por un sujeto nuevo, las mareas gallegas que se están conformando con vistas a las municipales, en las que está IU, pero también nacionalistas e independentistas que comparten el objetivo de derrotar al régimen, de no sólo tomar los gobiernos sino tomar el poder”.
Un análisis muy similar hizo Garzón: “Hay que derrotar a los que nos gobiernan pero no han pasado por las urnas. Y para eso no basta con ganar, hay que tomar el poder, y una herramienta fundamental es la unidad popular con otras fuerzas, con audacia y altura de miras”. Garzón es el encargado de la convergencia en IU, -aprobada por los órganos de dirección, de una manera u otra, desde 2008, cuando se comenzó a hablar en IU de “bloque político y social”-.
Garzón avanzó unas líneas para la convergencia, que pasa por un “proceso constituyente basado en la soberanía popular, la abolición de la monarquía, la democratización del poder y la economía, la prohibición de privatización de servicios públicos... En el ADN de Izquierda Unida y el PCE está la construcción de bloques populares”.