Febrero de 2012. Los interventores y apoderados del Partido Popular en la provincia de Málaga reciben una carta en sus domicilios procedente del Congreso de los Diputados. La vicepresidenta primera de la Cámara Baja y diputada por dicha circunscripción electoral, Celia Villalobos, les agradece su “trabajo”, tres meses después del triunfo de Mariano Rajoy en las elecciones generales de noviembre de 2011. También pide respaldo para Javier Arenas, de cara a las elecciones andaluzas, a un mes vista. Todo el gasto de este mailing masivo corrió a cargo de las arcas del Estado con fondos públicos, no del Partido Popular, a falta de una explicación de Villalobos. La vicepresidenta del Congreso, a pesar de la insistencia de esta redacción, ha declinado por escrito responder a este medio de comunicación.
En la misiva objeto de polémica que obra en poder de eldiario.es, y que fue enviada a miles de personas en toda la provincia malagueña, la ex ministra de Sanidad con Aznar se dirige a cada agente electoral como “querido compañero/a” y habla de las pasadas elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 como unos comicios celebrados “en un momento muy delicado para nuestro País”.
“Gracias a tu apoyo y con tu desinteresada ayuda , conseguimos que Mariano Rajoy sea a día de hoy, Presidente del Gobierno”. Una vez cerrado el capítulo de agradecimientos tras la llegada del PP a La Moncloa Villalobos se centra en recabar el mayor respaldo para Arenas.
“Ahora, nos enfrentamos a unas elecciones aún más difíciles, en las que quiero pedirte una vez más, tu activa participación. El 25 de marzo es un momento muy importante para todos los andaluces y tenemos que conseguir que Javier Arenas sea el próximo presidente de la Junta de Andalucía (...)”
La diputada por Málaga enfatiza, con respecto a la candidatura de Arenas, que recaba el apoyo de sus compañeros de partido, a quienes se dirige por escrito, “para que nuestra tierra consiga los objetivos de crecimiento y empleo, que evite que seamos el farolillo rojo de la UE, donde nos ha situado 30 años de gobierno socialista”, concluye Villalobos. La misiva, de poco más de dos párrafos de extensión lleva el membrete de la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, así como su nombre completo como “diputada por Málaga”. Dentro del sobre, con franqueo de la Cámara Baja fechado el 2 de febrero de 2012, también se incluyó una tarjeta de visita de Celia Villalobos. Se trata de la que usa gracias a su cargo como vicepresidenta primera.
Personas vinculadas al PP que recibieron la carta de agradecimiento de Villalobos han hecho hincapié en el gasto que ha podido ocasionar a las arcas del Estado el mailing de la diputada por Málaga. De hecho, se mostraron muy sorprendidas ante el ahorro que supone para la formación política el envío de cartas a miles de personas, al menos en la provincia de Málaga, circunscripción de la exministra.
Una de las fuentes receptoras de dicho envío postal habla de una carta “dirigida a interventores y apoderados del Partido Popular de Andalucía”. A tenor de esta afirmación, proveniente de afiliados malagueños, cabría preguntarse si miembros del PP de las las siete provincias andaluzas restantes han podido recibir también la misiva firmada por Villalobos.
Las fuentes citadas recalcan que, según la Ley 30/1990 de 27 de diciembre, se estableció la supresión de la franquicia postal “a partir del 31 de diciembre de 1993”. Invocan que la legislación que entró en vigor el 14 de diciembre de 1993, establece la modalidad de “franqueo pagado oficial” para facilitar a las autoridades y organismos oficiales la remisión de su correspondencia. Dicho procedimiento-acotan- “queda regulado de manera similar al del franqueo postal ordinario, por lo que su uso queda restringido a los envíos oficiales”, advierten. Finalmente se preguntan si la actuación protagonizada por Celia Villalobos podría considerarse como “una forma ilegal de financiación electoral”.
Eldiario.es ha contactado por escrito con la Secretaría de la vicepresidencia primera del Congreso de los Diputados para recabar la versión de su titular. En una escueta respuesta una portavoz de Villalobos responde que “Doña Celia Villalobos no tiene más que añadir de este tema que ya salió publicado”, concluye.
La exministra se niega a responder si es un procedimiento habitual el que ella utilizó para dirigirse a sus afiliados, mediante los recursos y medios del Congreso de los Diputados y si guarda relación con su labor en la Cámara Baja. Por último, ante su negativa, tampoco ha sido posible conocer el gasto originado a las arcas del Estado.
Consulta íntegra la carta enviada por Celia Villalobos.