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Las elecciones del 28 de mayo repartirán todo el poder municipal y buena parte del autonómico apenas medio año antes de los comicios generales. Según las encuestas, en muchas plazas importantes el ganador se decidirá por un puñado de votos. Pero el 28M también es importante por lo que ocurra en sitios pequeños pero relevantes para la composición de organismos supra municipales, como las diputaciones, o para la simple competencia entre partidos por ver quién tiene más alcaldes. Más de 8.000 municipios están en disputa, y no todo el mundo juega limpio para retenerlos.
Esa España pequeña, que no sale en los titulares ni recibe los millones de euros de los Fondos Next Generation, pierde población. De norte a sur, localidades de apenas unas decenas o cientos de habitantes languidecen y ven cómo aquellos que pueden hacen la maleta y parten en busca de un futuro digno. ¿Todos? No. Algunos núcleos sufren un curioso fenómeno cuando se acercan las elecciones: fuertes incrementos del censo. Según los análisis de elDiario.es, 134 municipios han visto cómo sus empadronados en edad de votar han aumentado de forma anómala en el semestre previo al cierre del listado de personas con derecho al voto.
Algunas de estas localidades, todas de menos de 1.000 habitantes, están identificadas y advertidas por la Oficina del Censo Electoral, dependiente del Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo autónomo encargado de elaborar y controlar un documento clave en cualquier proceso electoral: el censo. Pero no todas. El INE pide a los municipios donde detectan estos incrementos inusuales o estadísticamente significativos que justifiquen lo ocurrido. Unos lo consiguen; pero otros, no. Y esos acaban ante la Junta Electoral Central.
Este año, el INE ha trasladado a la Junta Electoral 54 de estos 134 municipios desvelados por el análisis de elDiario.es. Otros 80 han visto cómo su censo se incrementaba de forma anómala, pero sus explicaciones sí han convencido a la Oficina del Censo Electoral, según explican desde la propia institución a este medio. elDiario.es ha optado por publicar los 134 municipios que han incrementado su censo en más de un 10% entre agosto de 2022 y febrero de 2023, cuando se cerró el plazo legal. El incremento, además, tuvo que ser superior a cinco personas para ser considerado.
La mayoría de los 134 municipios identificados están ubicados en el interior peninsular y la España Vaciada: hay 46 en Castilla y León, 36 en Castilla-La Mancha, 14 en Aragón y 10 en Andalucía.
Entre todos destaca Sacañet (Castellón), con un incremento del censo del 83% en seis meses. El municipio, que no superaba los 60 habitantes desde 2019, ha pasado de tener un censo de 51 habitantes en septiembre de 2022 a 94 en febrero de este año. En 2003, la Junta Electoral Central (JEC) abrió un expediente al municipio por inflar el censo y lo remitió a la Fiscalía, sin que haya tenido ninguna repercusión. Este año vuelve a estar en el listado de la JEC.
Castilla-La Mancha: pugna por los pueblos pequeños
Los municipios de Castilla-La Mancha en los que se sospecha que se ha inflado el censo electoral de manera injustificada son, en realidad, muy pequeños y no ayudarían a decantar las diputaciones, excepto en casos muy extremos. La Junta Electoral Central ha puesto el ojo sólo en siete de los 36 que han visto su población crecer en más de un 10%.
Hoya Gonzalo (Albacete) es un caso de libro, donde el número de personas empadronadas ha crecido en un 13% en los seis meses previos al cierre del censo. Ya en diciembre el PP advertía de lo que estaba ocurriendo. Su candidato, Juanjo Fuste, recalca en conversación con elDiario.es, que es “una manera como otra cualquiera de adulterar y manipular el censo de un pueblo de apenas 600 electores”.
Desde el PP acusan al alcalde socialista Antonio Calero de haber llevado a cabo una “clara maniobra” que se ha repetido en otras ocasiones. “Sospechamos de mucha gente que no tiene ninguna relación con el pueblo. Y es algo que se viene haciendo con frecuencia en otras elecciones, son muchísimas personas las que vienen y se empadronan sólo con la idea de votar”, resalta Fuste. “Pasadas las elecciones, cada uno vuelve a su sitio hasta que pasan cuatro años”, remata. El PP impugnó el censo, pero se desestimó.
De los 36 pueblos bajo sospecha en la comunidad, la mayoría están en Cuenca y Guadalajara, y se trata de localidades con una población realmente pequeña. Algunos son reincidentes, como es el caso de Mazuecos: en 2007 el alcalde denunció al candidato del PSOE a la Alcaldía por haber sustraído el censo y haberlo sustituido por el de 2003. En Peralveche (Guadalajara) no ha habido más de 50 habitantes durante años y ahora ya tiene 80 personas empadronadas.
Algo muy similar ocurre en la localidad de Narboneta, en Cuenca, donde se ha pasado de 32 a 47 electores en sólo tres meses. En 2003, en este mismo pueblo, la Junta Electoral Central recibía una solicitud para tomar medidas, porque se observaba que “muchos habitantes censados” en la localidad no residían en la misma. “Lo que supondría fraude electoral”, señalaba la petición.
Varias son las curiosidades en las localidades donde se ha detectado este crecimiento del censo electoral: por ejemplo, Retamosa de la Jara, en Toledo, es una localidad que está gobernada por una gestora desde 2021. Otro lugar en el que el aumento ha sido detectado por la Junta Electoral Central es Campisábalos (Guadalajara), que tiene 14 habitantes más en sólo un año, pasando de 66 a 80. En este pueblo, un concejal del PP, con el apoyo de otro del PSOE, llevó a cabo una moción de censura contra el antiguo alcalde de su mismo partido, al que llamó “viejo chocho”.
Castilla y León: hasta el 63%
La provincia de Burgos es la que más denuncias tiene de la Junta Electoral Central en toda España. En concreto, nueve municipios están bajo sospecha. Lidera el aumento de población Padrones de Bureba, un pueblo gobernado por el PSOE que pasó de 43 habitantes en agosto de 2022 a 63 en febrero de este año.
El incremento en este caso es del 40%. Pero hay un municipio de Castilla y León que es el tercero de toda España con mayor aumento en el censo: en Navaquesera (Ávila), con una alcaldesa del PP, hay una subida del 63% al pasar de 24 a 39 habitantes. Le sigue Rello, en Soria, gobernado por el PSOE, que sube un 54% con un censo que pasa de 13 a 20 electores. En este caso, es destacable el hecho de que Rello tuvo 12 electores censados desde enero de 2018 pero desde septiembre de 2022 el censo creció hasta los 20 votantes.
Por provincias, Ávila tiene 11 censos sospechosos, con sólo un municipio, Castellanos de Zapardiel denunciado por la Junta Electoral. León cuenta con dos censos en investigación, Castrillo de Cabrera, denunciado por la JEC, y Candín, Palencia con ninguno, Salamanca con 7, Segovia con 5, dos de ellos denunciados; Soria con 3; Valladolid con 2 y Zamora con 3.
Andalucía: perder población hasta que llegan las elecciones
La mayoría de los municipios que han registrado crecimientos anómalos del censo en Andalucía están gobernados por alcaldes socialistas (6, frente a 4 del PP). Pero de los 4 que destacan por encima del resto, se reparten al 50%. Más de la mitad de estos municipios se concentran en la provincia de Almería (6), frente a Granada (2), Málaga (1) y Jaén (1).
Quizás el caso más llamativo es el de Somontín, en Almería (gobernado por Luis Francisco Reche Pozo, del PSOE). En los últimos seis meses ha sumado 143 electores, lo que supone un incremento de casi el 50% (+42%), esto es, el mayor incremento de los últimos cinco años. Es más sorprendente si cabe porque desde enero de 2018 la tendencia ha sido a la baja, de los 377 de entonces, hasta descender a los 338 de agosto de 2022. Una pérdida que se compensó, con creces, en apenas seis meses.
Códbar (Almería) es un caso similar, pero bajo mandato de José Fuentes Fernández (PP). Desde agosto ha sumado 37 nuevos empadronados, un incremento del 25%. Si se analiza la curva de evolución de este municipio, se puede identificar un patrón similar al actual (un crecimiento de 29 personas entre agosto de 2018 – 139 – y febrero de 2019 – 168 –, también año electoral). Desde ahí se produjo una caída que ha vuelto a contrarrestarse a medio año de la cita electoral.
Otro crecimiento notable es el que ha experimentado Lucainena de las Torres, también en la provincia almeriense y bajo mandato del popular Juan Herrera. En los últimos 6 meses, ha visto incrementado su censo en un 17%, lo que se traduce en 76 electores más. A diferencia de Somontín, Lucainena de las Torres sí llevaba una tendencia al alza desde diciembre de 2020 que se consolidó en agosto de 2021 y, desde ese momento, no ha dejado de crecer.
En Pujerra (Málaga), donde gobierna Francisco Macías Guerrero (PSOE), el censo ha crecido un 15% (36 habitantes más) tras años de tendencia descendente desde el máximo de enero de 2019 (262 habitantes).
*Con información de Francisca Bravo, Sara Rojas, y Laura Cornejo.