La valoración política de Carme Chacón está completamente marcada en sentido negativo por la idea de que representa ideas ya defendidas antes por José Luis Rodríguez Zapatero. A menos de un año de su salida de La Moncloa, el expresidente no es una buena referencia en casi cualquier comentario aparecido en Internet.
“Similar a Zapatero” es el valor más citado en los comentarios sobre la exministra, y no con una intención elogiosa. “Sin ideas propias” es otra de las calificaciones que inspira. Excepto en las primarias socialistas y en las campañas electorales, Chacón no se prodiga mucho en declaraciones públicas, en especial desde que fue derrotada por Rubalcaba, y eso contribuye a minar su imagen.
Ese desdén hace que, en un porcentaje mayor que otros políticos, se tache a Chacón de “producto de marketing”. Llama la atención de que en la valoración personal el rasgo más citado es el de la “poca preparación política” cuando Chacón ha sido vicepresidenta del Congreso, ministra de Vivienda y ministra de Defensa.
No parece una trayectoria menor, pero a Chacón le tiene que perjudicar que en al menos dos de esos puestos (en el Congreso y en Defensa) tuviera un perfil bastante bajo en el que no se prodigaba en declaraciones a los medios de comunicación.