El fuel procedente del depósito del petrolero Prestige, hundido el 19 de noviembre de 2002, continuó llegando a varias playas de la Costa da Morte en pequeñas cantidades aunque de forma continuada al menos hasta 2011, según un estudio de un grupo de investigación de la Universidad de Vigo.
El trabajo recoge los resultados de las campañas de seguimiento anuales llevadas a cabo desde 2004 y 2011 en las playas de Nemiña, en Muxía, y O Rostro, en Fisterra, y confirman la presencia de chapapote de forma persistente, informó la Universidad de Vigo en un comunicado.
En la investigación, liderada por la profesora Ana Bernabéu, han participado miembros del grupo de Geología Marina y Ambiental de la Universidad de Vigo, de la Universidad de Montpellier (Francia) y del grupo de Química Ambiental del CSIC.
Los resultados obtenidos en este estudio aconsejan, según sus autores, a diseñar un protocolo de actuación que no debería suponer “un gran esfuerzo” en recursos humanos ni económicos, a tenor del limitado volumen de fuel que alcanza la costa y la localización concreta del mismo controlado por las olas.
Con todo, los investigadores muestran su preocupación por que estos vertidos puedan constituir una “fuente importante” de contaminación en el océano.