China y Arabia Saudí estudiarán proyectos conjuntos en diferentes áreas por valor de unos 65.000 millones de dólares (unos 60.500 millones de euros), según acordaron hoy durante la visita del rey Salman bin Abdulaziz a Pekín.
El octogenario monarca comenzó hoy una visita a China como parte de una gira asiática que ya le ha llevado a Indonesia y Japón en busca de nuevos motores para su economía.
El presidente chino, Xi Jinping, recibió este jueves al rey saudí en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, sede del Legislativo, con la tradicional ceremonia para visitas de Estado y en la que ambos dirigentes estuvieron acompañados de una gran comitiva empresarial y ministerial.
Xi y el rey Salman mantuvieron una reunión y presidieron la firma de catorce memorandos de entendimiento en múltiples áreas, desde comercio a energía o cultura, que podrían resultar en proyectos de un valor de unos 65.000 millones de dólares (unos 60.500 millones de euros), precisó a la prensa el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Zhang Ming, sin dar más detalles.
Entre los acuerdos brevemente anunciados durante la firma, destaca un memorando de entendimiento entre la china Norinco y la saudí Aramco, la gigantesca empresa estatal que controla la industria petrolera saudí y que busca diversificar sus activos.
Además, la petroquímica SABIC y la principal refinería de China, Sinopec, acordaron estudiar el desarrollo de proyectos en ambos países.
“Xi y el rey Salman son viejos amigos. Tienen muy buena relación”, destacó el viceministro chino a los medios presentes en el Gran Palacio del Pueblo, y auguró que la lista de proyectos bilaterales “se ampliará” ya que existe un “gran potencial”.
Durante su encuentro, ambos mandatarios comentaron asuntos de interés internacional y hablaron sobre los principales conflictos regionales, destacó Zhang, en referencia a la guerra en Siria o en Yemen.
“Xi y el rey Salman estuvieron de acuerdo en que la vía para resolver estos conflictos es el diálogo”, remarcó.
China ha estrechado su relación con Arabia Saudí en los últimos años, en coincidencia con el distanciamiento entre Riad y Washington, e incluso ha tratado de actuar como mediador en sus disputas con Irán, aunque hasta ahora de manera muy discreta.
Tras el monarca saudí, se espera que China reciba la semana que viene al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, si bien la visita aún no ha sido anunciada oficialmente.
El líder saudí realizó hoy una visita al Museo Nacional de Pekín y mañana tendrá un encuentro con el primer ministro, Li Keqiang, y el presidente del Legislativo, Zhang Dejiang.
Su visita a China remarca, en opinión de analistas locales, la voluntad de Pekín por aumentar su rol en Oriente Medio, región de la que se nutre de petróleo y que ocupa un lugar primordial en el ambicioso plan de infraestructuras que impulsa el presidente Xi Jinping, popularizado bajo el nombre de la nueva Ruta de la Seda.
El rey saudí reafirmó a Xi su compromiso con su proyecto de infraestructuras y el viceministro chino consideró que, aunque aún no ha terminado la visita del monarca, “ya podemos decir que ha sido un completo éxito”.
Preguntado por si Pekín busca jugar un papel mediador en Oriente Medio por su creciente número de intercambios con líderes de esa región, el viceministro Zhang se limitó hoy a señalar que China “busca promover la paz”.
“Hemos contribuido mucho a ello y vamos a seguir esforzándonos para lograr ese objetivo”, zanjó.