Las conversaciones del capitán Bonilla de la UCO: favores a un empresario, datos confidenciales y un enchufe para su mujer

El ruido que envuelve en las últimas semanas la actividad de la UCO, la unidad de élite de la Guardia Civil, ha sacado del anonimato a algunos de sus altos mandos. Uno de esos nombres que hasta hace nada permanecían ocultos al gran público es el del capitán Juan Vicente Bonilla, un antiguo oficial que desde 2023 está a sueldo del Ejecutivo madrileño de Isabel Díaz Ayuso. Su nombre ha salido a escena después de que trascendieran parte de los mensajes que se cruzó durante cinco años cuando estaba en activo con un confidente y que revelan un intercambio de favores cuya trascendencia política y judicial está todavía por determinar.
La mayor parte de esos mensajes son intercambios para fijar citas entre ambos, decenas de ellas durante esos años, para compartir información y pedir favores. Casi siempre a petición del confidente. Pero a veces se habla de otras cosas: de contactar con jueces y fiscales para ayudar a un amigo detenido, de rebuscar en los antecedentes penales de posibles socios comerciales. En sus largas horas de conversaciones repite que el Gobierno está formado por “unos putisimos inútiles”, a los que habría que deportar. Y también se preocupa por buscar hueco en alguna empresa a su expareja. A tenor de las conversaciones, lo hubo: Bonilla pidió a su confidente un trabajo para su exmujer y el empresario se lo consiguió.
En otro mensaje el guardia civil afirma que sería “gozoso” dar “un achuchon de ese tipo” tras supuestamente recibir información sobre Koldo García, el exasesor de José Luis Ábalos e investigado junto al exministro por las presuntas irregularidades en el Ministerio de Transportes. El agente también le asesora en sus actuaciones y le hace diversas recomendaciones, como cuando le avisa de que sería “forzado” presentar una denuncia. Todas las conversaciones que figuran en esta información se han reflejado tal y como aparecen en el documento incorporado a la Audiencia Nacional, con sus expresiones y faltas de ortografía. En ese documento Bonilla aparece bajo el seudónimo de Roberto Alcázar, el popular personaje de comic español que encarnó a un investigador durante el franquismo.
El antiguo oficial declinó responder a las preguntas que elDiario.es trató de formularle. Un portavoz de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se limitó a explicar que su contratación como gerente de seguridad corporativa del Servicio Madrileño de Salud en octubre de 2023 se debe a una ley estatal que obliga a tener un responsable cuando hay infraestructuras críticas y evitó dar más detalles sobre su proceso de contratación. Su salario es de 84.268,32 euros anuales.

El intercambio de mensajes que figuran en la documentación empieza con varias alusiones a Rodríguez Estepa, detenido en diversas ocasiones por fraudes de hidrocarburos. El confidente y el agente comentan el segundo arresto del empresario –con el que el guardia civil tiene relación– y que se produce en 2016. El agente, de hecho, se ofrece a hacer gestiones para su salida de prisión: “Hola. Antes no pude seguir hablandote. 2 entrevista con el de negro. Dice q demasiados clientes tiene antonio” (sic).
El de “negro” es el juez del caso, al que el agente Bonilla también llama “cuervo”. Y por “clientes” se refiere a que hay mucha gente interesada en el empresario detenido y que han ido a ponerse en contacto con el juez, como los agentes de Aduanas. También le informa de que con la fiscal no hay nada que hacer y no se va a contactar con ella.
Rodríguez Estepa, que había sido detenido en diciembre de 2016 acusado junto a otros empresarios de un fraude masivo de IVA en los hidrocarburos, salió en libertad en abril de 2017 con una fianza de 60.000 euros.
Además de pedirle ayuda con su amigo, el confidente también pide al agente que investigue algunas cosas. A lo largo de los años, le va pasando nombres de gente con la que tiene relación, bien por esa causa primigenia de los hidrocarburos o bien por sus negocios. Le envía nombres y le pide comprobaciones, como cuando un hombre se ofrece a ayudarlos con la causa diciendo que trabaja con el CNI. “Lo has podido contrastar?” pregunta el confidente; “Es administrativo en el Senado”, “O Bedel”, le contesta el guardia civil.
También le comprueba en diversas ocasiones antecedentes policiales de diversas personas: “Valentin: Antecedentes por contrabando hidrocaeburos en varias operaciones, por estafas, falsificaciones, farmacia y blanca aunq ninguna activa”. Sobre otro, después de darle su dirección, le añade: “Limpio y sin antecedentes ni azules, ni de vascos o catalanes ni nuestros”. Sobre otra persona, le da también la dirección de su casa: “no tiene ni una multa de tráfico, ni tiene ni coche a su nombre, ningún seguro de vehículo a su nombrr”, “No le ha parado nunca la gc”.
Ambos comparten documentos de manera constante, aunque en la mayoría de las ocasiones es imposible comprobar de qué se trata. El confidente le pide ayuda en muchas ocasiones con las causas de hidrocarburos en curso donde tiene a socios implicados y le reclama también asesoramiento en sus denuncias.
Los comentarios contra el Gobierno: “Unos putisimos inútiles”, “Mentirosos” y “Felones”
A lo largo de los cinco años de conversaciones que constan en el documento se puede comprobar cómo se va forjando una relación de confianza. De saludarse con un “Hola JL” a llamarse “chaval” o “míster”, compartir fotos de sus vacaciones, hablar de la familia, de la marcha de diversas empresas o hacer comentarios sobre política. Estos se intensifican a partir de las elecciones de abril de 2019, cuando el PSOE gana y Podemos obtiene 33 diputados.
El empresario lamenta ese resultado: “No hemos ganado”. “Este pais no tiene remedio; ademas huele a pucherazo”, señala el agente Bonilla, hablan sobre la posibilidad de investigar lo que ha pasado y concluyen que no habrá consecuencias: “Esto es como los sms del 11 m”, apostilla el guardia civil, quien también lamenta que vaya a haber “Indepes y etarras al congreso” con “los del pp y vox a por uvas” y llegan a fantasear con darle “plomo” a Josu Ternera: “Pues ya era hora q probase su propia medicina”, añade el agente.
Los comentarios contra el Gobierno se suceden a lo largo de las conversaciones. Confidente y guardia civil comentan los posibles ministerios para Podemos y el empresario indica que “son capaces de disolver el cuerpo”, en referencia al instituto armado. “Lo llevan en programa y se lo han exigido a sanxhez en los acuerdos”, responde Bonilla. Esos comentarios se trufan con stickers de Abascal, Jiménez Losantos o Franco, y otros que dicen “Rojo hijo de puta vas a morir”.
Cuando la crisis del coronavirus es incipiente, vuelven a repetirse los comentarios contra el Gobierno y sobre la posibilidad de una cuarentena: “Se concentraron en mad feminazis de toda dspaña”, dice el agente, que comenta poco después “los inutiles de sanches y coletas a su puta casa”, e insiste: “Unos putisimos inútiles”, “Mentirosos” y “Felones”. Aunque ambos comparten críticas al Gobierno, Bonilla es el más activo en esos comentarios, y sugiere también desterrar a Pedro Sánchez a China y “al coletas a Ucrania” o a “korea del norte. Que sepa lo q es el comunismo de berdad”.

El inicio de las pesquisas contra Koldo: “A esos los vamos a matar nosotros”
En abril de 2021, el agente y el empresario comentan lo tediosa que ha sido su Semana Santa. “Me va bien aunque ha sido la Semana Santa mas aburrida de los últimos años”, dice el empresario“. ”Es lo q quieren los rojomorados....que nos mate el aburrimiento“, contesta el agente. ”A esos los vamos a matar nosotros. Ya te contaré cuando te vea. Búscame un hueco en tu agenda“, responde el confidente.
Ambos tratan de buscar una fecha para verse y el empresario le adelanta que quiere hablar de “Koldo”, a lo que el agente le responde si es “algún euskaldun”. El empresario le dice que es “Mano derecha de los que trincan” y añade que el asunto es “delicadísimo”. Ambos mantienen un encuentro presencial un día después.
Un par de días más tarde, el agente Bonilla escribe al empresario: “Muy estimulante lo que nos contaste. Ve manteniéndome informado pq sería gozoso un achuchon de ese tipo, que nuestras hostias siempre se las llevan los mismos tontos y habría que cambiar de bando de vez en cuando y yo creo q es el momento idóneo”. El empresario le contesta: “Estoy con ello con los 5 sentidos”.
Se suceden varios encuentros presenciales. En junio de 2021, el empresario le dice: “Nuestro nuevo tema está cogiendo proporciones épicas”, y añade que “De esta te dan la Laureada De San Fernando”, una condecoración militar. “O una bomba lapa en los bajos”, contesta el guardia civil. Seis días después de esa conversación, el 14 de junio de 2021, vuelven a quedar presencialmente, y ahí se acaban las conversaciones aportadas a la Audiencia Nacional.

Un enchufe para la exmujer del agente: “Se va a colocar a dedo”
El intercambio entre el agente y el empresario versa sobre los negocios de las empresas de hidrocarburos, hay una colaboración entre ambos para ayudar al confidente en diversos aspectos y para proveer de información al Guardia Civil. Pero más allá de los comentarios contra el Gobierno, hay un episodio que evidencia que la colaboración entre ambos rebasa los límites de la relación entre un agente de la autoridad y su fuente: el guardia civil le pide un trabajo para su exmujer y el empresario se lo consigue.
Hay multitud de mensajes sobre este asunto en el documento incorporado a la Audiencia Nacional, siempre con una insistencia constante del agente. “Pásame el CV, creo que la he colocado”, le dice el empresario en febrero de 2020, aludiendo a que podrá entrar a trabajar en un despacho de abogados de su confianza. El agente se lo envía y le insiste en los días siguientes, porque esa vía no se acaba de concretar.
El empresario le ofrece entonces otras opciones para meter a la mujer en otra empresa: “Te aviso para la entrevista”, le dice, y advierte de que “vaya entrenando el inglés”. El agente se impacienta en algún momento porque la entrevista no llega, hasta que consigue que se fije una fecha: “Acuerdate miercoles entrevista. Alguna directriZ consejo o recomendacion? Q va de tu parte es lo q me dijiste y 1500 de expectativa retributiva..... mas?”. El empresario le tranquiliza: “Se va a colocar a dedo. Pero no se lo digas. Que sea natural. Nada más”. “Pero entonces está hecho?”, pregunta el guardia civil; “Sí”, responde el empresario. El agente le da las gracias en repetidas ocasiones.

Una vía para buscar la nulidad del ‘caso Gaslow’
Este cruce de mensajes es uno de los elementos a los que se acoge otro guardia civil, Juan Sánchez Yepes, para buscar el archivo del ‘caso Gaslow’, en el que está imputado por supuestamente facilitar información reservada a otros investigados a cambio de prebendas. La tesis de su defensa, que ejerce el abogado Jacobo Teijelo, es que esa investigación está plagada de irregularidades. Y que hay una intención de “proteger” a Bonilla por una “motivación política”, dado que en abril de 2021 recabó de su confidente información de Koldo García, el exasesor de José Luis Ábalos e investigado junto al exministro por las presuntas irregularidades en el Ministerio de Transportes.
“Muy estimulante lo que nos contaste. Ve manteniéndome informado pq sería gozoso un achuchon de ese tipo, que nuestras hostias siempre se las llevan los mismos tontos y habría que cambiar de bando de vez en cuando y yo creo q es el momento idóneo”, escribe Bonilla a su interlocutor el 8 de abril de 2021, después de que este le citara para hablarle de un tal “Koldo”, “del PSOE”, y al que también había definido como “mano derecha de los que trincan”. La denuncia que el PP presentó ante la Fiscalía Anticorrupción y que dio origen al caso está fechada el 10 de marzo de 2022. Bonilla fue fichado por Ayuso en octubre de 2023.
El juez Pedraz rechazó hace meses tramitar esa petición de nulidad. Entonces, la defensa de Yepes recurrió a la instancia superior, la Sala de lo Penal, que ha obligado al magistrado a analizar ese recurso de queja, por lo que el magistrado tendrá que decidir sobre el fondo del asunto. En una providencia fechada este lunes, a la que ha tenido acceso elDiario.es, Pedraz admite el recurso y da traslado a la Fiscalía para que se pronuncie.
El nombre del abogado Jacobo Teijelo también ha aparecido en los últimos días en los medios por su presencia en la reunión en la que una militante del PSOE, Leire Díez, y el empresario Javier Pérez Dolset buscaban información comprometedora contra la Guardia Civil, según la grabación desvelada por El Confidencial. Su defendido, el capitán Yepes, cobró 132.510 euros en criptomonedas del empresario Antonio Rodríguez Estepa, según un informe de Asuntos Internos de la Guardia Civil desvelado por El Periódico.
La labor de los captadores de fuentes
En el caso de las informaciones sobre hidrocarburos, Bonilla tenía que informar al teniente coronel Antonio Balas, que está al frente del Departamento de Delitos Económicos y Anticorrupción y que es el mando citado por Leire Díez en la citada grabación en la que buscaba información comprometedora sobre él. Balas es el teniente coronel que realiza los atestados de las causas contra el hermano y la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del caso que afecta al exministro Ábalos.
El trabajo de Bonilla, que entró en la Guardia Civil en 1988, es cultivar las relaciones en ambientes que pueden facilitar información sobre relevantes casos. En el caso de los hidrocarburos, los empresarios son su principal objetivo. La relación de los captadores y las fuentes no ha estado exenta de polémica. Los agentes tienen que entablar una relación de confianza que facilite que el colaborador entregue información valiosa, pero el problema son los límites de esa relación.
En algunos casos, los policías han facilitado a su fuente información de acceso restringido, lo que supone un delito de revelación de secretos. En otros, el confidente ha hecho regalos o favores al policía o su entorno, lo que determina un delito de cohecho. En casi todos los casos, los confidentes resultan clave para avanzar en la investigación.
96