El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) valora en casi 350.000 euros la encuesta preelectoral del 26J que erró en prácticamente todos los resultados. Solo acertó en PNV y ERC mientras que al PP le otorgó entre 118 y 121 escaños frente a los 137 que obtuvo en las urnas. También pronosticó el sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, que no se produjo. El 86% del coste está destinado la elaboración del trabajo de campo.
La campaña electoral arrancó con un terremoto: la publicación de la encuesta del CIS, a la que más credibilidad daban, al menos hasta ahora, los partidos políticos. El barómetro dibujaba un panorama insólito en el que Pablo Iglesias superaba a los socialistas en votos y escaños. La suma de las dos fuerzas quedaba por encima del bloque de derechas. Ese resultado deprimió al PSOE, otorgó confianza a Podemos y enfatizó la campaña del miedo del PP, que apeló al voto útil en detrimento de Ciudadanos. El barómetro del CIS ni se acercó a lo que se produjo dos semanas después de publicarse en los colegios electorales.
La elaboración de esa encuesta se valora en un coste total de 347.988 euros por parte de la institución pública. El grueso de esa cantidad (300.893 euros) es el gasto del trabajo de campo, que comprende el pago a los encuestadores, la coordinación del mismo y el kilometraje. En total, la institución pública contó con la participación de 310 colaboradores para realizar 17.486 entrevistas.
Son los datos que la administración ha tenido que revelar gracias a una solicitud de información realizada por un particular amparado en la ley de transparencia y a los que ha tenido acceso esta redacción. Ese escrito remitido por la Presidencia del CIS desglosa el gasto total en otras seis partidas más. Fuentes del centro público explican que se trata de una valoración del coste que supone esa encuesta y no de su coste real ya que, salvo el pago a los encuestadores, no se ha externalizado ninguna otra partida.
Tras la elaboración del trabajo de campo, la siguiente partida que el CIS valora en más coste es la codificación de la encuesta (23.955 euros) que consiste en digitalizar los resultados de las entrevistas. Le sigue la “grabación” (8.892 euros), que es la colocación en la web de toda la información de la encuesta así como su traslación al formato necesario para el programa que requiere el CIS.
Otros 5.000 euros se destinan al diseño de la muestra, es decir, en la definición de las características de las personas entrevistadas y 4.872, a la depuración -la limpieza de los datos no creíbles-. Para diseñar el cuestionario, el CIS destina 2.750 euros y para la tabulación y verificación, 1.624 euros.
TV3 no paga el sondeo a pie de urna por sus fallos
La del CIS no fue la única encuesta encargada por una entidad pública que fracasó. TVE y la Federación de cadenas de televisión autonómicas (Forta) adjudicaron la elaboración de un sondeo a pie de urna a la empresa Sigma Dos que se difundió nada más cerrar los colegios electorales. Ese estudio, que costó a las entidades públicas 340.000 euros, fue uno de los que más se equivocó.
A las 20 horas del 26J, esa encuesta pronosticó un importante adelantamiento de Unidos Podemos al PSOE. Según Sigma Dos, la izquierda estaba al borde de la mayoría absoluta y Pablo Iglesias conseguía entre 91 y 95 diputados frente a los 71 que obtuvo. A Pedro Sánchez le otorgaban entre 81 y 85 -obtuvo este último resultado- y al PP, entre 117 y 121 frente a los 137 que logró.
El pago de esa encuesta fallida se divide entre TVE y las cadenas autonómicas. TV3, emisora a la que le corresponde abonar 42.000 euros, se niega a pagar. La cadena catalana activará una cláusula del contrato con Sigma Dos para que el sondeo no le cueste un euro a las arcas públicas.
TV3 hará valer una “compensación por desvío” entre la encuesta y los resultados del escrutinio real que se incluyó en el contrato con Sigma Dos, según explicó la presidenta del consejo de gobierno de la corporación catalana. En Cataluña, Sigma Dos solo acertó los siete escaños del PSC. En el resto de partidos se equivocó: pronosticó 14-16 escaños para En Comú Podem y 11-12 para ERC frente a los doce y nueve escaños que lograron en las urnas, respectivamente. También erró al vaticinar un batacazo para Convergència –le dio cinco escaños y revalidó los ocho del 20D–, con Ciudadanos -pronosticó cuatro escaños y logró cinco- y con el PP: previó 4 ó 5 y terminó con seis diputados.